Hemeroteca: A coronar Javalambre: 30 ediciones de un encuentro motero en busca de una estrella

Dicen sus organizadores que es un concepto único en el “mundillo de los eventos moto-ruteros”: por el carácter aventurero que le da su ubicación, en la montaña de Teruel; por la época del año en la que tiene lugar, puro invierno; y porque para conseguir la prueba que acredita la asistencia, la medalla, es necesario subir por la pista forestal hacia el pico de Javalambre hasta llegar a la cota de nieve. Es la concentración Estrella de Javalambre, un evento que nació siguiendo la senda de la Stella Alpina pero que tras treinta ediciones, se ha ganado su propio sitio en el calendario motero y ha puesto a Manzanera en el mapa para muchos aficionados.

Pedro Flores, alias Peter Blue, está al frente de la organización de este encuentro desde hace 18 ediciones. Contagia entusiasmo, y a pesar de superar las cincuenta primaveras, él mismo se sorprende, dice, de la energía que tiene. Esa que le permite afrontar el reto de organizar este encuentro, con los desvelos que ello conlleva, “será la adrenalina lo que me hace aguantar tantos días de nervios y dormir poco”, dice con media sonrisa. 

Peter es el presidente del Moto Club Zona Estival, un club de Salou que asumió el reto de organizar la carrera cuando el Grupo Moto Aventura de Utiel dejó de hacerlo. Ellos habían sido los impulsores de la cita, después de que José Codina, conocido viajero y antiguo director de Solo Moto 30, contara a su amigo Carlos Verduras, del club de Utiel, la experiencia de la Stella Alpina. “Codina, ya fallecido, era toda una referencia en el mundo del motor y en un viaje por Europa descubrió la cita italiana y se lo comentó a Verduras, amigo personal suyo”, apunta el organizador.

La mítica cita italiana ha rebasado ya las 50 ediciones y, junto a la réplica española de este rincón de Teruel, son las únicas citas que exigen el ascenso a una cumbre para llevarse el recuerdo de cada edición. Eso hace a ambas únicas en Europa, resalta Pedro Flores, y por eso nadie puede excusarse la subida a Javalambre si quiere su estrella cada año.

Aquella primera cita en la montaña turolense es de 1986 y de aquel encuentro no encontramos referencias en la prensa porque “era un evento pequeñísimo, tal vez 50 o 60 monos, que apenas nadie supo que existía” cuenta Pedro Flores. 

“Hasta las ediciones más o menos modernas en las que el evento ha crecido mucho, nunca se había publicado nada en prensa generalista, aunque sí en revistas de motos”, revela el presidente del club catalán.

Pedro comenzó a asistir a esta “concentración moto-turística” que no carrera, como participante en la cuarta edición y se enamoró de ella.

El relevo

En el año 2000 la cita no se celebró pero Pedro y otros amigos, decidieron viajar a la zona, en esta ocasión a Camarena, para mantener vivo el espíritu, al menos entre su grupo de amigos, “fue una excursión de fin de semana” aclara. “Un vecino de Camarena, que tenía amistad con otro de Manzanera, le dijo que los de las motos habíamos estado” y acabaron llamándoles para reclamarles la vuelta al pueblo que siempre les había acogido.

Hablaron con Carlos Verduras “auténtico impulsor de la cita”, que ofreció todo el apoyo a los nuevos impulsores para continuar con la organización, y contaron además con la ayuda del Ayuntamiento, del dueño entonces del camping, Rubén, destaca Pedro, y de pequeños colaboradores que han permitido seguir sacando adelante este encuentro, a pesar de no contar con patrocinadores.

Entonces congregaban a algo más de un centenar de asistentes pero “cuando explotó todo fue cuando comenzamos a utilizar Internet” recuerda el organizador. Primero en blogs, webs y foros y después llegarían las redes sociales. “Ahora no hay manera de bajar de 400 asistentes” y constituyen una comunidad muy activa en redes sociales. 

“La propia capacidad del pueblo actúa como regulador del número de asistentes, porque no podemos acoger muchos más” apunta el organizador, en una edición, la última, en la que se ha alcanzado cifra récord hasta los 530 participantes. 

Entre ellos, un grupo de una docena de motoristas italianos que recorren 2.000 kilómetros para acudir a Javalambre y otros tantos de vuelta. “Hay algunos que ni siquiera han asistido a la Stella Alpina pero vienen aquí por que son fanáticos de las concentraciones de invierno”.

Hay grupos más o menos estables también de Francia, y prácticamente de todas las regiones españolas. La mayoría de ellos llegan hasta la Estrella Javalambre gracias al boca a boca.  El hecho de que la carrera sea en Teruel y en las fechas, siempre en invierno, contribuyen a darle “ese toque entre único y aventurero que tienen las buenas reuniones” destaca el organizador.

Peculiaridad

Estrella Javalambre reivindica su carácter aventurero con la peculiaridad de que, para conseguir la medalla que acredita la asistencia al encuentro, hay que subir a buscarla al Pico Javalambre, en lo que se convierte en “una peculiar imagen de todo tipo de motos transitando por la pista forestal” que lleva hasta el pico. Esto ocurre siempre el domingo por la mañana de cada último fin de semana de enero. Pero el programa de actividades incluye otros momentos especiales, como el recorrido con antorchas del sábado por la noche y el ambiente festivo con el que se desarrolla y culmina el encuentro, ya el domingo, con el sorteo de regalos.

En esta última edición además, que se celebró el pasado fin de semana, los organizadores quisieron recordar la historia de la carrera con una exposición especial, mostrando todos los objetos como medallas, camisetas, posters, programas, adhesivos, pins, recortes de prensa o cuadros honoríficos que se han editado a lo largo de estos años. “Sí que ha sido un recorrido por la historia del evento, pero a través de los objetos que ha generado” aclara Pedro.

Este año también se realizó un homenaje al promotor de la carrera, Carlos Verduras, que ha vuelto a participar en la carrera después de casi 20 años de ausencia, y por ello recibió un reconocimiento de todos los moteros. A partir de este año habrá también un estrella como monumento que se colocará en Manzanera, para recordar el carácter del pueblo como capital motera. “Fue una propuesta que hice al alcalde, Jorge Corella, que siempre nos ha mostrado su apoyo. Pensé que estaría bien que el pueblo tuviera un monumento en un lugar concreto todo el año para que todos los que lo visitaran supiera que se hacía este encuentro”. Y ya cuentan con una gran estrella, réplica de la que se entrega en la ascensión y que esperan que pueda ser un atractivo más para el pueblo, que acoge cada año a los moteros que buscan la Estrella de Javalambre.