Detectives privados, del mito a la realidad

El cine negro clásico y la televisión hicieron populares a los detectives privados y fabricaron un estereotipo que traspasó fronteras y alcanzó popularidad mundial. Un estereotipo que todavía pervive en las mentes de muchos y que es de grato recuerdo. Pero ¿en qué medida esta imagen arquetípica y espectacular del detective privado se parece con el detective privado real de hoy en día? ¿Los trabajos y clientes de los detectives de ficción tienen alguna semejanza con la vida real? Los detectives privados de Intercol, agencia de detectives con mayor experiencia y de referencia en Zaragoza, nos van a ayudar a descubrirlo. 

Los detectives privados hoy en día vs. detectives estadounidenses de ficción

En la ficción, detectives privados como los estadounidenses Philip Marlowe o Sam Spade se caracterizaban por su facilidad para meterse en líos, implicarse con mujeres fatales y entrar en peleas de forma frecuente. Estos detectives, con gabardina y sombrero, solían rebasar la línea de lo profesional a lo personal y exhibían una actitud cínica y descreída ante la vida.

Nada que ver ni en indumentaria ni en actitud con los detectives privados auténticos, como nos cuentan los detectives privados en Zaragoza: “Hay que olvidar el estereotipo de películas y series policiacas. Nuestro trabajo diario suele ser mucho más discreto y amparado en técnicas muy avanzadas en seguimiento y vigilancias”, explican.

Así, el detective privado, en realidad, se caracteriza por la discreción tanto en lo que concierne a todos los datos e información que le expone su cliente como en lo que se refiere a seguimiento de sospechosos y tareas de vigilancia. Antes de pasar a la acción, detectives como los que trabajan en Intercol, agencia con más de 30 años de experiencia y con profesionales motivados y muy formados entre sus filas, realizan un estudio gratuito del caso planteado. Elaboran una estrategia y un presupuesto acorde con la misma, personalizando en función de los objetivos y necesidades del cliente cada línea de acción. 

La confidencialidad, discreción y profesionalidad son los rasgos distintivos de esta clase de trabajo. 

Los trabajos de los detectives privados hoy  

En la ficción, detectives extravagantes y teatrales como el belga Hércules Poirot y los británicos Sherlock Holmes o Miss Marple trataban casos de asesinato y descubrían al culpable de forma teatral y con un truco final sacado de la chistera. Eran detectives privados que trabajaban en muchos casos para el gobierno o que se erigían en representantes de la ley oficiales. 

Sin embargo, en la realidad, los trabajos que desempeñan los detectives privados son muy diferentes y los resultados obtenidos son entregados en informes escritos al cliente, acompañados de pruebas fotográficas y de vídeo. Estos resultados son el fruto de un trabajo concienzudo y metódico y no de trucos o resoluciones brillantes sacadas de la nada. 

Hoy en día, los detectives privados trabajan tanto para particulares como para empresas y abogados y los servicios demandados tienen poco que ver con los de sus émulos de ficción. 

Los particulares suelen requerir los servicios de estos profesionales, habitualmente, para obtener pruebas que les ayuden en casos de custodia de menores, impago de pensiones, infidelidades, control de menores, localización de personas o conductas inapropiadas antes de una boda.  

Las empresas demandan los servicios de los detectives privados con mayor frecuencia para investigar bajas fingidas, absentismo laboral, competencia desleal, violación de patentes y falsificación de marcas, fuga de materiales y hurtos o informes prelaborales. En la mayor parte de estas situaciones la empresa termina por ahorrar mucho dinero y problemas futuros al contratar al detective privado.

Por último, los abogados también recurren de forma continua a detectives privados para ayudarles a ganar sus casos. Los servicios de investigación más demandados para abogados incluyen informes de solvencia económica, servicios para comunidades de vecinos, ley de arrendamientos urbanos o demostración de duplicidad de domicilios.

Cualquier parecido con la ficción es coincidencia 

En conclusión, puede decirse y en términos generales que cualquier parecido de los famosos detectives de ficción con los detectives privados de hoy en día es prácticamente coincidencia. Los detectives privados de nuestro entorno no tienen el glamour de los cinematográficos o televisivos pero su función social es mucho más importante y necesaria en asuntos cotidianos.

El detective privado de la realidad es un profesional formado y muy competente que desempeña un cometido muy valioso tanto para personas particulares, empresas como abogados. Con su trabajo puede ayudar a impartir justicia,evitar que empresas se vayan a la quiebra como consecuencia de competencia desleal o trabajadores fraudulentos y contribuir a resolver asuntos que pueden ser decisivos en la felicidad y futuro de una persona. Y todo ello, con tarifas económicas y con la mayor confidencialidad.