Unas 180 personas soplan las velas de la tarta de cumpleaños de Manos Unidas

Chocolate y una tarta con velas fue lo que cenaron este viernes las 180 personas aproximadamente que tomaron parte en la cena del hambre organizada por Manos Unidas, que este año cumple 60 años y quiso celebrarlo con todos los colaboradores de Teruel.

La cena, de acceso libre, se llevó a cabo en el claustro del Obispado. Se trata de un evento que cada año organiza la ONG coincidiendo con el Día del Ayuno Voluntario y que busca sensibilizar a la sociedad sobre los miles de adultos y niños que sufren hambre y desnutrición.

Alicia Esparza, que es la organizadora de la cena del hambre, especificó que habitualmente en esta cita se come “algo de pan y poco más” con el fin de que los asistentes se pongan en la piel “de los que a diario no tienen lo mínimo para alimentarse”.

Se trata, según describió Esparza, de “un momento de solidaridad, de encuentro con la realidad diaria de muchas personas”, dijo. Pero también, es una excusa para “disfrutar de la compañía de los que hay al lado y de darnos cuenta de tantas otras cosas de las que disponemos en el primer mundo”. 

Colaboración

Los ingredientes de la cena son siempre donados por diferentes empresas y desde Manos Unidas agradecieron este año la colaboración de Confitería Muñoz y de la Escuela de Hostelería de Teruel. Además, los encarados de amenizar la cena fueron el grupo de música antigua ArteSonado y la Escuela de Danza Las Torres, que interpretaron un baile titulado Chocolate.

Antes de compartir los alimentos, los representantes de Acción Católica General de Teruel hicieron la bendición de la mesa, que había sido decorada con globos por Mari Carmen Bertolín con ayuda de un buen número de voluntarios. A lo largo del evento, los organizadores pasaron unos sacos donde los asistentes tuvieron oportunidad de hacer su donativo de forma anónima y voluntaria. 

Este año la campaña de Manos Unidas está centrada en los derechos de las personas, en especial de las mujeres, cuya situación en buena parte de los países del mundo es mucho más precaria que la de los varones. La alimentación es como tal un derecho de todo ser humano y por ese, y otros más, va a trabajar la agrupación durante todo el año, para recaudar fondos y sensibilizar a los turolenses de la necesidad de sacar adelante proyectos de desarrollo en países empobrecidos.

Durante el acto, los responsables de la agrupación explicaron algunos de los proyectos que se han llevado a cabo desde Teruel y también los dos que tienen previstos para este 2019, que se desarrollarán en la población de Nselo de la República Democrática del Congo y en Cuzco, Perú.

Calamocha acogerá esta tarde la cena del hambre en el casino de la localidad. En la misma contarán con la colaboración de varias empresas del propio municipio.