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Sois un gran club y una gran afición

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F.J.B.

El partido del pasado domingo tiene tantas lecturas como las que merecería cualquiera de las obras clásicas del Siglo de Oro español que pocos van a leer. Y es que es imposible en un solo artículo desentrañar todas las variables e interpretaciones que ofreció un día de fútbol tan especial que durante largo tiempo muchos aficionados mantendrán en su memoria y hasta en su corazón. Baste decir que se ganó por la vía del talento, el oficio y el pundonor; que en lo que hace a la suma de puntos se han logrado casi los mismos en solo siete partidos que en toda una primera vuelta desventurada que mejor omitir e ignorar. Sigo… que a tenor de ese juego luminoso y de esos resultados efectivos, la directiva debe estar muy satisfecha porque los fichajes de invierno están de dulce; que este Teruel tiene gol, que no pierde, que levanta resultados adversos, que sabe cerrar los partidos y que el equipo y el entrenador están tan implicados con la institución que pocas veces se ve una comunión tan idílica entre jugadores, directiva y afición. Y ahí es donde voy porque lo del domingo fue algo tan hermoso y rico que ha despertado el orgullo de aquellos que nos sabemos seguidores de este admirable Teruel. Solo hay que leer la última frase de esa nota que remitió el Alcoyano para felicitar el triunfo turolense: “…sois un gran club y una gran afición”. Todo dicho.

Y por eso hoy paso de reflexiones y escribo de mis paisanos turolenses, tan poco dados a las alharacas, tan difíciles de conquistar, tan fríos como un día de enero alboreado en cierzo. Pero cuidado cuando uno de Teruel se entrega en alma. Entonces no hay freno para el entusiasmo. Entonces el corazón late más fuerte y más intenso para doblegar esa indolencia tan teruelana que a veces nos exaspera. A tal punto llega esa pasión que hace decir al equipo rival, vapuleado en juego y goles, que eres grande.

Es verdad que el domingo no se dejó de alentar y empujar, y que esas ovaciones y gritos de ánimo llevaron en volandas al equipo hasta la misma línea de gol en ciento y una ocasiones. Es verdad. Y es verdad que todo fue una comunión perfecta, la fiesta del fútbol de un club humilde que resulta admirable por el compromiso que hacia él demuestra su gente. Pero sobre todas las cosas es verdad que Teruel sabe recompensar a los valientes y a los héroes. Se demostró el domingo. La gente sentía la necesidad de alentar un esfuerzo colectivo que está sacando al equipo del pozo oscuro del descenso. Poco a poco. Partido a partido. Domingo a domingo. Teruel quería agradecer el trabajo y el talento de unos jugadores y un entrenador que lo están dando todo en una liga de equipos ilustres donde estábamos llamados a ser solo comparsa. Esa es la mejor lectura que uno puede hacer del triunfo del domingo. Esa y la de esa nota remitida por el Alcoyano tras una derrota amarga: “…Sois un gran club y una gran afición”. Todo queda dicho.