Presentado al público un excepcional y valioso banco de la iglesia de Tronchón
El mueble, ya restaurado, perteneció a un alto dignatario que fue capitán general de Valencia de 1760 a 1765La presentación oficial de la restauración de una pieza del patrimonio mueble de la iglesia de Tronchón destacada por su rica factura y belleza se realizó el pasado jueves. Se trata de un banco de estilo barroco, realizado por expertos ebanistas, y decorado con un trabajo escultórico muy notable, con seres fantásticos de cuerpo de mujer y alas poderosas que dan forma a los apoyabrazos. En la parte alta del asiento figura la heráldica de la familia Sada, a la que perteneció el personaje, y en el que destaca una luna. En el remate del banco se muestra la inscripción: “LO HIZO F.I D.N MANUEL DE SADA I ANTILLON”, quién llegó a ser Capitán General de Valencia entre 1760 y 1765.
Manuel de Sada y Antillón era hermano de Fernando de Sada y Antillón, primer Marqués de Camporreal y dueño del palacio de Sada en Sos del Rey Católico, Zaragoza. Manuel nace en 1677 y desde muy joven ingresa en la Orden del Hospital, donde fue comendador de Castellote, Monzón y San Juan de Zaragoza y, posteriormente, durante más de veinte años, Castellán de Amposta, máxima dignidad de la orden en los territorios de la Corona de Aragón.
Aunque se desconoce el motivo del encargo del banco, se cree que fue fabricado para ser colocado en el coro de la Iglesia de Tronchón, según indica la técnico de Patrimonio de la Comarca del Maestrazgo, Sonia Sanchez, que ha llevado a cabo una pequeña investigación sobre el personaje.
El banco, de madera de nogal, es una pieza de mobiliario excepcional, no se encuentra una igual en toda la comarca, lo cual ha motivado su restauración, para lo que se ha contado con la financiación del área de Patrimonio Cultural de la Comarca del Maestrazgo y el trabajo técnico del taller de restauración de la Fundación Santa María de Albarracín.
Los trabajos de restauración llevados a cabo por esta institución han durado tres meses, y finalizaron a finales del año pasado. Lo más importante que hubo que hacerle a la pieza fue “el tratamiento de anoxia, que consiste en aplicar biocida mediante inyección e impregnación en la pieza y aislarlo durante un periodo de tiempo del contacto con el oxígeno, de manera que se asegura que los insectos xilófagos (carcoma) que hubiera queden eliminados. Una vez pasado el tiempo, un mes y medio aproximadamente, se procedió a la limpieza del mueble, primero con un aspirado general y luego química y mecánicamente, tanto del anverso como del reverso”, explicó Rosana Herrero, la experta restauradora que se ha encargado de la pieza. Además, en el trabajo de restauración se ha consolidado la madera, que estaba “debilitada por el ataque de los xilófagos”, y “se han sustituido las maderas inferiores que sustentaban el mueble porque estaban totalmente carcomidas y no aportaban estabilidad a la estructura. Hecho esto, se han reconstruido volumétricamente las zonas faltantes y se unieron las piezas sueltas, además de cerrarse los agujeros de salida de los insectos y acondicionarse cromáticamente las maderas y la masilla de reposición. Por último, se dio la protección y acabado final”, concluyó Herrero, que también se ocupó en el año 2017 de la restauración del cuadro de Sor María Balfagón perteneciente a la iglesia parroquial de Villarluengo, por encargo también de la Comarca del Maestrazgo.
A la presentación, en la Iglesia de Tronchón, acudieron el párroco, Horacio Quintero, el alcalde, Roberto Rabaza, la técnico de Patrimonio de la Comarca del Maestrazgo, Sonia Sánchez y Rosana Herrero de la Fundación Santa María, además de un buen número de vecinos con ganas de ver el trabajo de restauración realizado, gracias al cual el banco ha recuperado su antiguo esplendor, y conocer un poco más sobre la curiosa pieza.
