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Víctor Iguácel, impulsor del movimiento La Riada: “No repoblaremos hasta que la mujer no tenga en el pueblo las mismas oportunidades” Víctor Iguácel, impulsor del movimiento La Riada: “No repoblaremos hasta que la mujer no tenga en el pueblo las mismas oportunidades”
Víctor Iguácel, durante el encuentro de La Riada en Burbáguena

Víctor Iguácel, impulsor del movimiento La Riada: “No repoblaremos hasta que la mujer no tenga en el pueblo las mismas oportunidades”

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Cruz Aguilar

Víctor Iguácel es uno de los impulsores y portavoz de La Riada, el movimiento que ha surgido de la gente joven de los pueblos para crear redes de colaboración entre ellos. Trabaja como técnico en el proyecto Empenta Artieda, donde se ocupa de gestionar subvenciones e impulsar ayudas. 

- ¿Qué balance hace el I encuentro de La Riada celebrado en Burbáguena?

- Muy bueno, se superaron las expectativas porque vino gente muy diversa, de muchos pueblos y comarcas diferentes.

- Fue un buen punto de partida, pero ahora hay que seguir trabajando. ¿No es así?

- Efectivamente. Ahora lo primero que queremos hacer es desplegar en la web de La Riada una plataforma digital para podernos comunicar y de forma efectiva, porque somos de comarcas que distan 4 horas unas de otras. El objetivo principal es comunicar a esa gente que es activa políticamente y que quiera trabajar de forma coordinada. Lo ideal es ponerse cara, algún encuentro físico es fundamental, pero no serán continuos.

- Uno de los problemas que hay en los pueblos es la vivienda, pese a que en casi todos hay decenas de casas vacías.

- Se debe a las dinámicas de propiedad naturales en los pueblos, el arraigo que la gente tiene por sus propiedades, casas y tierras, transciende al propio valor de mercado. Luego el hecho de que no exista un mercado o una oferta en el mercado de vivienda limita la propia oferta. Es decir, si yo alquilo mi casa todo el año, no puedo ir allí la semana de vacaciones porque no hay oferta para alquilar otra. Por otro lado, si alquilas a una persona, se integra en el pueblo y el día de mañana te replanteas el alquiler supone dejarle en la calle. Alquilar o vender es un compromiso.

- También se mostró un gran interés en Burbáguena por los cultivos agroecológicos.

- Está claro que la producción agroindustrial de monocultivo requiere cada vez más tierra y más inversión. Con las 20 hectáreas que antes vivía una familia ahora da justo para una persona. La población que antes mantenía esa tierra ahora es insostenible. Precisamente uno de los valores, elementos o medios de producción que tenemos en los pueblos y no requiere de infraestructura es la tierra. Apostar por un modelo de agricultura más productivo es lógico y además lo agroecológico tiene cada vez más mercado.

- En Artieda tienen wifi pero no por el apoyo de las administraciones sino porque se la han pagado a escote. ¿No es así?

- Sí, pero la idea no es nuestra, lo copiamos de unos pueblos del Valle de la Ribagorza y también miramos experiencias similares en Asturias y Cantabria. Básicamente lo que hicimos fue pagar las antenas desde Berdún a Artieda y luego las necesarias para distribuir internet hasta las casas que se querían adherir. 

- ¿Cuánto han pagado?

- 200 euros por familia y luego la cuota mensual de mantenimiento, que es más barata porque lo ha contratado una asociación. Hemos conseguido pagar menos que en una ciudad. Uno de los factores positivos de los pueblos es que la comunidad humana es más fuerte, en una ciudad esto sería posible, pero no es viable juntarse y hacer las cosas a medias.

- Desde las administraciones se ha prometido que llegará. ¿Cree que se hará realidad?

- Personalmente creo que no les falta voluntad, pero, como se propone desde La Riada, hay veces que es la gente del territorio la que tiene que mover estas cosas porque es más eficiente y racional. Vale más gastar algo más de dinero porque luego te lo ahorras en costes de infraestructura.

- ¿Es necesaria más implicación política por parte de los jóvenes en los pueblos?

- Entre la gente que participamos en La Riada hay gente que valora trabajar desde las instituciones locales, ayuntamientos y comarcas, que son los organismos que te pone el Estado para gestionar la política más cercana. El relevo es fundamental porque son las instituciones que canalizan el desarrollo del territorio y hace falta gente joven con interés o ganas. Los jóvenes suelen tener, por regla general, más ganas, ideas nuevas. Vamos a intentar construir esta red y trabajar de forma coordinada, es una forma para que hallar a gente con tus mismas ideas o que quiere hacer cosas similares, eso puede motivar a personas con  inquietudes parecidas.

- Los jóvenes apenas llegan, pero las mujeres, que son clave en otro tipo de asociaciones del medio rural, aún quedan más lejos de la política. ¿Por qué?

- Para mí personalmente esa es la raíz de todo el problema de la crisis demográfica que tenemos en Aragón. El cambio que ha producido la industrialización acompañada de la socialdemocracia en Europa ha supuesto que muchas de las tareas que estaban relegadas a la mujer las asuma el mercado o el Estado. Pero en las zonas rurales lo sigue desarrollando la mujer, ese apoyo que hay en la ciudades no existe en los pueblos y eso ha motivado el éxodo. No hay más que ver los datos de población masculina y femenina, las alternativas que quedan en el pueblo son mas diversas para los hombres que para las mujeres, los hombres han seguido el camino de las chicas y por eso se han quedado los pueblos sin gente. Todavía falta mucha conciencia, entender este problema, o conseguimos que la mujer tenga la misma carga de trabajo y las mismas oportunidades en pueblo y ciudad o en la vida vamos a conseguir repoblar de forma efectiva, pondremos parches pero no será efectivo.