Guillermo Úcar, profesor y activista contra los salones de juego: “En Aragón hay más casas de apuestas que fomentan la ludopatía que institutos”

Guillermo Úcar es profesor de instituto en Zaragoza y activista contra las casas de apuestas dentro de Juventudes Comunistas de España, que hace medio año lanzaron la campaña #FueraCasasdeApuestas de nuestros barrios. El jueves estuvo en Alcorisa, junto al presidente de Abattar, Manuel Martín, para dar a conocer los problemas de ludopatía y endeudamiento que generan negocios como el que una empresa de este tipo quiere instalar en la localidad antes de Semana Santa. 

- Ustedes lanzaron una campaña el pasado mes de octubre contra las casas de apuestas. ¿Con qué motivos?

- El principal problema es que las apuestas pueden ser prácticamente invisibles. Se hace todo a través del móvil y está bastante normalizado entre la juventud, y más por el auge de los locales en los barrios. La cosa se está yendo de las manos. Los sitios de encuentro de la juventud, que podrían ser el parque o los bares si son mayores de edad, empiezan a cambiar a locales de apuestas en los que acabas apostando mientras ves el partido.

- ¿En qué cifras se traduce la proliferación de casas de apuestas de la que usted habla?

- En Aragón el crecimiento es exponencial. En 2013 se apostaron 27 millones de euros, que subieron a 62,7 millones en 2017. Tras el pago de los premios correspondientes, el beneficio empresarial ascendió de los 6 millones de 2013 a los 11,4 millones de 2017. En Aragón hay 129 institutos de educación secundaria públicos y 130 salones de apuestas, algo que resulta llamativo porque los primeros son centros educativos y los segundos son locales en los que se fomenta la ludopatía.

- ¿Hay casas de apuestas cerca de institutos?

- Están por todas partes porque no hay regulación y hay un vacío legal. En Aragón se intentó regular a finales de 2018 el tema de la publicidad en los estadios de fútbol, en recintos deportivos y demás, pero al haber un vacío legal a nivel estatal se ha quedado en agua de borrajas.

- ¿Entran menores de edad a este tipo de establecimientos?

- Los menores pueden ir acompañados de adultos. No pueden jugar, pero la apuesta la puede hacer un amigo por él. No hay control, igual que ocurre con el juego en línea. ¿Qué control puede tener una web sobre acceso a menores? Sólo necesitas una tarjeta de crédito.

- Usted es profesor de instituto. ¿Se está hablando de este problema en las aulas? ¿Los docentes están concienciando a los alumnos?

- Como docentes nos falta un puntito más de concienciación. En general no somos conscientes del peligro del acceso a este tipo de establecimientos. Nos vamos al recreo y la facilidad es total para coger el móvil y apostar, o ir al local de apuestas a desayunar. En Madrid ya se hacen ofertas de café y bollo por un euro.

- ¿El mayor peligro es ganar la primera vez que se apuesta?

- Hay quien dice que las casas de apuestas son la heroína del siglo XXI, comparando el efecto sobre la población en los años 80, cuando hubo crisis económica. Si ganas es un revulsivo tremendo, pero a partir de ahí te metes en un agujero del que salir es muy complicado. 

- ¿El auge de los salones de juego es el reflejo de una sociedad empobrecida que busca el milagro económico?

- El factor indispensable es que haya pobreza. Todo esto se da en un contexto en el que la juventud tenemos unos niveles de paro tremendos y no se encuentran salidas. Si a mí me gusta el fútbol y veo que más o menos entiendo, empiezo a apostar. Pero las apuestas no tienen límites. En los últimos tres años las apuestas en directo han aumentado una barbaridad. Hay hasta de natación, que no la sigue prácticamente nadie. Hasta el punto que el diario As tiene una web que te enlaza a un curso para apostar,  como una salida profesional.

- ¿Qué opina sobre el bombardeo publicitario al que estamos sometidos durante las retransmisiones deportivas?

- Cada 5 o 10 minutos sale un anuncio de una casa de apuestas distinta. Es publicidad muy agresiva. Te lo intentan hilar con que vas a hacer el partido más emocionante. Luego tienes los anuncios de Carlos Sobera, que son muy machacantes. Todo ello en horario infantil porque no hay ninguna regulación al respecto. 

- Entonces, ¿qué hacer?

- Asumiendo el vacío legal que existe, si una casa de apuestas tramita una licencia no se puede frenar. Nos queda el proceso de concienciación, de hacerle ver a la gente que es un problema que acarrea dramas familiares, sobre todo para familias que tienen pocos recursos. Ellos son quienes más arriesgan y acaban perdiéndolo todo. En segundo lugar, hay que llamar a la movilización vecinal, que puede hacer que casas de apuestas no se instalen en un barrio. Aquí en Alcorisa, que realmente se opongan y que haya una presión social. A nivel de Juventudes Comunistas, hemos hecho charlas y ahora vamos a pasar a una segunda fase, en Madrid sobre todo, que es donde la cosa está ardiendo porque hay barrios como Vallecas o Tetuán con un nivel de renta media muy bajo y muchísimas casas de apuestas. 

- ¿Para cuándo está previsto que abra el local de Alcorisa?

- Parece ser que antes de Semana Santa. La licencia ya está en marcha. Es una localidad de 3.300 personas y se pueden vivir verdaderos dramas.