Turia se presenta en Soria como un homenaje al poeta Julio Garcés

El Círculo Amistad Numancia - Casino de Soria fue escenario ayer de la presentación del número 129-130 de la revista literaria Turia, cuyo cartapacio monográfico viene dedicado en este nuevo número al poeta soriano Julio Garcés. Al acto acudieron el coordinador del monográfico, Enrique Andrés Ruiz, junto al director de Turia Raúl Carlos Maícas, el director del Instituto de Estudios Turolenses, Juan Félix Royo, que edita la publicación, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Soria, Jesús Bárez, y el vicepresidente de la Diputación Provincial de Soria, Pedro Casas. 

Con motivo de cumplirse este año el centenario del nacimiento de Julio Garcés, Turia publica un amplio y exhaustivo monográfico como homenaje y contribución al redescubrimiento de su figura y su obra. Coordinados por el principal estudioso de Garcés, el escritor y crítico Enrique Andrés Ruiz, la revista editada por el Instituto de Estudios Turolenses publica un conjunto de quince textos inéditos de reconocidos especialistas y escritores, así como poemas y prosas del autor soriano y un revelador testimonio de su hijo, que aporta recuerdos y vivencias de su infancia en Lima junto a su familia.

La Diputación de Soria han apoyado económicamente este número de la revista Turia, entre otras cosas porque ha hecho posible la publicación de una obra que, con 150 páginas, constituye la aproximación más completa que existe sobre la trayectoria y la obra literaria de Julio Garcés, un poeta de enorme interés en el periodo de la primera postguerra, pero que hasta ahora ha pasado bastante desapercibido en las antologías y en la crítica literaria habitual. El propio Enrique Andrés Ruiz, estudioso de su paisano, afirma que las razones de este olvido se deben a que buena parte de la vida de Julio Garcés se desarrolló fuera de España. En 1949 conoció a la destacada bailarina peruana de ballet clásico Esther Desmaison, de gira por Barcelona. Ella volvería al Perú y él, tras una primera estancia en Caracas, conseguiría finalmente en 1953 casarse con ella en Lima y obtener también un trabajo en la Embajada española vinculado a la Agregaduría de Cultura, que pasaría a ocupar en 1961 y en la que desarrolló toda su labor hasta su muerte. La otra causa del silencia sobre su obra, según Ruiz, es que su poética, surrealista e irracionalista fundamentalmente, no pertenecía a las corrientes más comúnmente celebradas en la España de los años 40 y 50. 

El nuevo número de Turia permite al lector conocer a fondo a Julio Garcés y su obra. Así, en el monográfico que la revista le dedica, además del ya citado Enrique Andrés Ruiz, escriben  textos inéditos los siguientes autores: Dolores Manjón-Cabeza Cruz (Julio Garcés, poeta de posguerra), Jordi Cerdá (Hablando desentierro primaveras: una aproximación barcelonesa a Julio Garcés), Sonia Hernández (Lo pequeño sobre lo grande, lo perdurable sobre lo efímero: Juan Ramón Masoliver y Julio Garcés), Enrique Granell (La Leona, escondite poético en la Barcelona de los cuarenta), Anna Caballé (Julio Garcés, 1940), Fermín Herrero (Paisaje y memoria), Víctor Angulo (Desdoblamiento de la personalidad y deseo de totalidad en la poesía de Julio Garcés), Enrique Berzal de la Rosa (Tiempo de melancolía y añoranzas. La intensa labor cultural de Julio Garcés en Lima), Martín Rodríguez Gaona (Julio Garcés en su periplo peruano: de Pachacámac a Los poemas de San Polo), Diego Valverde Villena (Evocación de Julio Garcés en Lima, 1967), Marian Arlegui Sánchez (La Numancia de Julio Garcés y otras Numancias), Antonio Ruiz Vega (Julio Garcés y la Numancia de los poetas), Marco Antonio Garcés Desmaison (Memoria personal de Julio Garcés) y Juan Eduardo Cirlot (Retrato abstracto de Julio Garcés).