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Síntesis de lo figurativo y la abstracción, de la mano de Juan Antonio Torrijo Síntesis de lo figurativo y la abstracción, de la mano de Juan Antonio Torrijo
Cuadro de Juan Antonio Torrijo, de inspiración surrealista

Síntesis de lo figurativo y la abstracción, de la mano de Juan Antonio Torrijo

Los cuadros del artista de Loscos regresan a la sala de exposiciones José Lapayese de Calamocha
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La pintura de Juan Antonio Torrijo es un buen ejemplo para aquellos que delimitan en compartimentos estancos el arte figurativo y la abstracción, lo separan como si fueran lenguajes diferentes e incluso lo contraponen en una especie de proceso dialéctico de opuestos. De la antítesis a la sintesis, abstracción y figurativismo se combinan y complementan en Torrijo de forma armónica y natural. 

Una muestra retrospectiva de su obra colgará de las paredes de la Sala José Lapayese Bruna de Calamocha, que se inauguró este lunes y permanecerá hasta el próximo 28 de abril, donde podrá visitarse de lunes a viernes entre las 16 y las 21 horas. La apertura de la colección contará con la presencia de autoridades locales y del propio pintor, que guiará a los asistentes por los lienzos expuestos en la sala explicando el significado de cada una, y que después asistirán a una charla distendida durante un vino español, organizado por la Sociedad Cultural y Deportiva y el Ayuntamiento de Calamocha. 

Juan Antonio Torrijo nació en la localidad jiloquense de Tornos aunque ha desarrollado toda su carrera como artista en la Comunidad Valenciana, a donde emigró con su familia cuando contaba solo con dos años. Tras su jubilación en 2012, su mujer y él se afincaron definitivamente en la casa familiar de Tornos, donde tiene instalado su estudio de pintura. 

Tiene mucho de autodidacta, pues a los 26 años, siete después de empezar a pintar en serio, intentó ingresar en Bellas Artes y no lo consiguió. Según cuenta, el mismo decano que le suspendió dibujo le animó, no obstante, a seguir pintando, “aunque aprobó a una monjita que dibujaba muy mal, pero qué le vamos a hacer, eran tiempos de Franco”, contaba divertido en una entrevista a DIARIO DE TERUEL en 2014. 

Es un artista versatil y enemigo de los ismos, en buena parte porque su trayectoria profesional  ha sido completamente ecléctica; más allá de su actividad como ebanista y en la Autoridad Portuaria de Valencia, siempre ha cultivado las artes visuales desde pintura tradicional a cartelería, pasando por numerosas colaboraciones en prensa realizando viñetas, caricaturas y retratos, especialmente en Valencia Marítima, donde publicó un chiste gráfico semanal de 2000 a 2007. Eso le ha permitido tener una enorme cantidad de recursos técnicos que han terminado fundiéndose en su obra e imprimiendo un fuerte carácter personal. Pintar un cuadro abstracto, uno figurativo o uno incluso en el que se combinen elementos de ambas concepciones de la pintura depende del objeto y la naturaleza de cada obra en concreto.

Por eso en ocasiones la inspiración le lleva a inventar mundos o reflejar conceptos complejos desde la abstracción o hasta el surrealismo, y en ocasiones necesita sacar instantáneas de su entorno, como las grullas que visitan cada año los humedales turolenses o incluso el jamón, seña de identidad de su comarca, que encuadra en bodegones completamente clásicos. 

Esa ortodoxia también se debe en buena parte a dos libros de Kandinsky que, según Torrijo, han influido poderosamente en su forma de entender el arte. Se trata de Punto y línea sobre plano y De lo espiritual en el arte. Esas dos obras se las recomendó, cuando solo contaba con 25 años, el que a la sazón era director del Museo del Prado, de la Casa de España de Roma y de la Escuela de Arte de San Carlos, y todavía le sirven de inspiración. 

De algún modo Torrijo entiende lo figurativo y lo abstracto como un camino que se ha de seguir de forma honesta, y que solo manejar a la perfección las claves del dibujo y la paleta de color al natural da licencia para “permitirse el lujo de hacer poesía”, que es como él define la abtracción, pero sin abandonar por completo el figurativismo. 

La última colección que ha expuesto José Antonio Torrijo fue Movimiento y Cambio, que pudo verse en esta misma sala José Lapayese de Calamocha en diciembre de 2017, y que además ha viajado por numerosas localidades de Aragón y Valencia.