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Las primeras lluvias de la primavera reverdecen los campos de cereal Las primeras lluvias de la primavera reverdecen los campos de cereal
Parcela dedicada al cultivo del triticale en Calamocha, en la Comarca del Jiloca

Las primeras lluvias de la primavera reverdecen los campos de cereal

El cultivo está en una situación “idónea” tras las últimas precipitaciones, salvo en el Bajo Aragón
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Las precipitaciones registradas desde el pasado 31 de marzo, que han dejado acumulaciones de entre 25 y 40 litros de agua por metro cuadrado en casi toda la provincia, han conseguido que los campos dedicados al cultivo del cereal de invierno vuelvan a encontrarse en unas condiciones “idóneas”. Las lluvias, no obstante, han llegado tarde para las parcelas del Bajo Aragón situadas a menor altitud, en las que la siembra fue más temprana. 

La ausencia de precipitaciones y las altas temperaturas habían adelantando el ciclo vegetativo de los cereales y los agricultores explicaban hace apenas 20 días que era necesario que lloviera entre 15 y 30 litros por metro cuadrado en las siguientes semanas para evitar el estrés hídrico en las plantas. 

Finalmente, las cantidades recogidas han sido incluso superiores, la lluvia ha caído de forma mansa y han bajado las temperaturas, lo que ha conseguido que devolver a la normalidad el ciclo vegetativo del cereal de invierno en el secano turolense.

El secretario general de UPA Aragón, José Manuel Roche, precisó que desde el 31 de marzo las precipitaciones han sido generalizadas y que Teruel ha sido la provincia aragonesa en la que más ha llovido. Esto, unido al hecho de que las temperaturas se han suavizado, ha provocado un cambio sustancial en las parcelas dedicadas al cultivo de cereal. 

“En estos momentos, se dan las condiciones idóneas para tener una buena cosecha”, aseguró  Roche antes de precisar que habrá que esperar a ver cómo evolucionan las condiciones meteorológicas en lo que resta de abril y mayo para corroborarlo. “Es necesario que haya humedad en la tierra cuando las cebadas comiencen a espigar para que no haya mucha paja y poco grano”, añadió.

El presidente de Asaja Teruel, José Manuel Cebollada, recordó que hace un mes la mayoría de las zonas cerealistas de la provincia andaban “muy apuradas” por la escasez de precipitaciones y que “la lluvia ha sido muy beneficiosa para que reverdezca el cereal y los pastos”.

Las lluvias, no obstante, han llegado tarde para las parcelas del Bajo Aragón ubicadas a menor altitud que se sembraron antes. En poblaciones como Alcañiz, Andorra, Híjar o Azaila, “el agua ha llegado tarde”, explicó el secretario provincial de UAGA Teruel, David Andreu. José Manuel Roche calculó que en esta comarca se podría perder entre el 25% y el 50% de la cosecha de cereal. 

Andreu puntualizó que en el Matarraña el cereal va más tardío y que las lluvias han venido “de maravilla”. 

Más precipitaciones

Las previsiones apuntan a que seguirán llegando borrascas en los próximos días y los responsables de las organizaciones profesionales agrarias aseguraron que seguirán siendo bienvenidas. “El cereal absorbe todo lo que le eches. Abril normalmente es un mes bastante lluvioso y esperamos que lo sea para llegar con reservas a mayo”, dijo al respecto José Manuel Roche. “Además, en las zonas donde se concentra la producción cerealista, como Jiloca, Altiplano y Campo de Visiedo, hace falta más agua para que el cultivo alcance un estado perfecto”, añadió.

De la misma forma se manifestó Cebollada. “Cuanto más llueva, mejor para la agricultura y para la ganadería de la provincia de Teruel”, dijo.

David Andreu precisó que las precipitaciones han sido escasas para los leñosos, que todavía requerirías de entre 50 a 100 litros de agua a pesar de que todavía tienen reservas gracias a las lluvias caídas en otoño.

Las heladas dañan la almendra

El secretario provincial de UAGA Teruel, David Andreu, explicó que las heladas registradas en los últimos días han causado daños cuantiosos en las variedades tempranas de almendra que tradicionalmente se cultivan en el Bajo Aragón: común, largueta y marcona. Calculó que las bajas temperaturas con las que amaneció el territorio  durante varios días de la semana pasada podrían haber mermado la cosecha hasta en un 50%.

El secretario de UAGA indicó que las suaves temperaturas de los meses de invierno provocaron que se adelantara la floración de los almendros, que ahora se han visto afectados por las heladas con las que ha dado comienzo la primavera.

Andreu indicó que apenas el 5% del almendro del Bajo Aragón, y un porcentaje menor del olivar, está asegurado frente a las heladas dado que el coste de la póliza es demasiado elevado para los productores.