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Los tambores conquistaron Santa Eulalia hace 25 años y siguen sonando con fuerza Los tambores conquistaron Santa Eulalia hace 25 años y siguen sonando con fuerza
La procesión del Domingo de Ramos concentró a numerosos cofrades y un gran número de público en Santa Eulalia

Los tambores conquistaron Santa Eulalia hace 25 años y siguen sonando con fuerza

La Cofradía de la Sangre de Cristo y la Misericordia data de 1610, pero se refundó en 1994
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Cruz Aguilar

Los estatutos de la Cofradía de la Sangre de Cristo y de la Misericordia de Santa Eulalia datan del año 1610, pero con el paso de los siglos cayeron prácticamente en el olvido y fue en el año 1994 cuando un grupo de jóvenes, alentados por el párroco de la localidad, Clemente Lucas, la refundaron e incorporaron los tambores y los bombos, que actualmente se han convertido en los protagonistas de la Pascua. 

Recuperaron la vestimenta, una túnica morada pero sin brillos que durante las procesiones de los días grandes completan con un capirote negro. En algunas de las casas aún se conservaban las viejas túnicas, algunas se recuperaron y otras se emplearon como modelo para confeccionar las nuevas, que llevan a su vez un pañuelo amarillo dorado y un cíngulo a juego.

También se ocuparon de sacar los santos en procesión porque, como apunta Manolo Yus, que fue uno de esos primeros fundadores, hubo años en los que “no había ni cuatro personas para sacar el San Juan”.  

“En tiempos la cofradía estaba muy asentada, lo que pasa es que la gente empezó a desvincularse y al final se hubiera quedado en nada”, lamenta Yus.

Desde luego renació con fuerza porque cuenta con 300 socios en una localidad donde hay censados 1.100 vecinos. Desde la cofradía apuntan que no todos ellos participan en las procesiones, aunque sí reconocen que son bastante multitudinarias por las numerosas personas que desfilan, desde romanos a las denominadas Manolas vestidas de negro, pasando por las decenas de niños que portan las velas. 

Además, hay unas 40 personas que tocan el tambor, desde niños a mayores, aunque Manolo Yus apunta que esta cifra ha descendido considerablemente con respecto a hace 25 años, cuando llegó a haber 80 percusionistas. Ahora participan en diversos encuentros de tambores, el último de ellos fue en Ariño, el pasado durante la jornada que cada año celebran los miembros de Tamboas, que aglutina también a Berge, Muniesa y Alloza.

La recuperación de las tradiciones de la Semana Santa propició que muchas de las personas vinculadas con el pueblo, que hasta ese momento solo iban durante el verano, lo hicieran también para las vacaciones de Pascua.

Ahora es la Cofradía de la Sangre de Cristo y la Misericordia la que se ocupa de preparar los monumentos de la iglesia parroquial para los días festivos, aunque en ello cuentan con la ayuda de algunos fieles.