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Una veintena de personas participan en una jornada sobre aves en Montoro para ver ejemplares de quebrantahuesos, trepador azul y alcaudón dorsirojo Una veintena de personas participan en una jornada sobre aves en Montoro para ver ejemplares de quebrantahuesos, trepador azul y alcaudón dorsirojo
Los participantes en la actividad atienden las explicaciones en la senda fluvial de Montoro de Mezquita. C.M.

Una veintena de personas participan en una jornada sobre aves en Montoro para ver ejemplares de quebrantahuesos, trepador azul y alcaudón dorsirojo

El encargado de conducir la actividad fue el naturalista de campo José Luis Lagares
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Que el Maestrazgo es un lugar excepcional para observar aves quedó patente en la jornada que tuvo lugar en Montoro de Mezquita el pasado domingo. 

Alrededor de 20 personas, provenientes de localidades del Maestrazgo y otras zonas vecinas acudieron a la llamada de la Comarca para conocer las aves que sobrevuelan los cielos del territorio y aprender más sobre ellas. 

El encargado de conducir la actividad fue el naturalista de campo José Luis Lagares, agente de Protección de la Naturaleza de profesión y apasionado fotógrafo de naturaleza.  

Los asistentes se dieron cita en la plaza de Montoro para luego acudir al pequeño local social de esta pedanía, ubicado sobre el antiguo horno de pan cocer. Allí, José Luis Lagares, a través de un pase de fotografías de su propia cosecha, explicó cuáles son las aves más representativas que se pueden avistar en la comarca. A lo largo del repaso distinguió entre las que están todo el año en la zona, las migratorias, que solo están durante una temporada, y las que se avistan en ocasiones o habitualmente en su paso hacia otras latitudes, explicando las particularidades de cada una. 

De entre ellas destacó la presencia del trepador azul, el colirojo tizón, el reyezuelo listado,      -la más pequeña de las aves de la zona, con apenas 6 gramos de peso-, el acentor ibérico, que hiberna en este territorio; el verderón serrano; y una de las aves estrella que se ha avistado, el alcaudón dorsirojo. 

Para finalizar su presentación se centró en las aves más grandes, las rapaces como el buitre leonado, el águila perdicera, que es especie protegida, y dio noticia a los presentes de las zonas donde se ha avistado el quebrantahuesos, comentando que es muy posible que se quede en la zona. 

Además intercaló algunos trucos para poder lograr que las aves “posen” para la foto así como algunas nociones básicas para conseguir una buena toma. 

A continuación los asistentes pasearon por el entorno del municipio. Primero por las calles altas, para poder ver algunas de las aves que anidan en los aleros de las casas y se mueven por su entorno, y luego por la ribera del río Guadalope, donde se observaron otras especies ligadas a esos entornos. Además, aprovechando sus conocimientos de la naturaleza, también se observaron rastros de otros animales como el tejón y la nutria, y se observó cual era la vegetación del entorno. 

Sin duda ir a observar aves a la comarca del Maestrazgo y su entorno y conseguir “cazar”, fotográficamente hablando, a estos bellos y esquivos animales, es todo un reto para los aficionados a la ornitología. No hay que olvidar que parte de esta zona se engloba dentro de la Zona de especial Protección para las Aves (ZEPA) Río Guadalope - Maestrazgo.

Esta actividad se enmarca dentro del programa 12 meses, 12 razones para venir al Maestrazgo que el área de Turismo de la Comarca del Maestrazgo viene realizando desde el pasado año, y donde cada mes se pone de relieve uno de los atractivos del territorio, como las aves, las orquídeas, las setas, las fiestas y romerías, los eventos que se realizan, etc., con dos objetivos claros: por un lado, dar a conocer a los vecinos de los pueblos su patrimonio natural y cultural, y hacerles partícipes de la riqueza de la comarca en la que habitan; y, por otro, atraer visitantes al Maestrazgo a lo largo de todo el año, ya que siempre hay una razón para venir a descubrir territorio. 

La siguiente razón, en mayo, será la trashumancia. Cada año cientos de ovejas y vacas cruzan las vías pecuarias de la zona, sobre todo las que atraviesan La Iglesuela del Cid, para ir al Extremo, a los pastos de invierno en las zonas cálidas costeras, y volver en primavera a aprovechar las finas hierbas del verano del Maestrazgo. Con esta razón se propondrán otras actividades a lo largo del mes.