Raquel Artal Sánchez, otorrinolaringóloga: "Hay que darle importancia a la diabetes, llevar un control y tener en cuenta también al oído"

La Asociación de Diabéticos ADE Teruel ha organizado una serie de actividades divulgativas durante las próximas semanas para abordar diferentes aspectos relacionados con esta enfermedad. La primera propuesta fue una conferencia impartida por Raquel Artal Sánchez, otorrinolaringóloga del Hospital Ernest  Lluch de Calatayud. El objetivo de esta charla era concienciar a estos pacientes de cuidar sus oídos ya que también se pueden ver afectados por su enfermedad. En mayo habrá una ponencia de un psicólogo y un taller para aprender a contar raciones de diferentes alimentos.

-¿Cuáles son los principales problemas que pueden surgir en el oído en los pacientes diabéticos?

-La diabetes es una enfermedad muy prevalente que afecta a la mayoría de los órganos de nuestros cuerpo. A nivel auditivo no se le da la importancia que tiene realmente. En la diabetes muchas veces crea un daño a nivel de los vasos y también a nivel de la coclea, que es órgano del oído interno por el que vamos a recibir esa información. Se produce un daño a nivel de la coclea y aparece una pérdida neurosensorial. Creo que, hoy en día, como además con la edad y la obesidad la diabetes es más prevalente no se le da la importancia que tiene para el oído.

-Parece que todo el mundo sabe que no controlar bien la diabetes puede afectar a la vista pero no se habla tanto del oído. ¿Se puede quedar sorda una persona con diabetes?

-Sí, puede ir perdiendo progresivamente. Hay que darle importancia a la diabetes, llevar un control y tener en cuenta también al oído porque se prioriza mucho la neuropatología diabética, el riñón, el pie diabético la retinopatía diabética… patologías en la diabetes y, sin embargo, a la audición no se le da la importancia que tiene.

-¿Cuáles son los principales consejos para cuidar los oídos en este colectivo?

-A parte de los consejos que un paciente con una diabetes debe de poner en práctica tanto con la dieta como el realizar ejercicio físico, en cuanto a la audición, sobre todo, lo que hay que hacer es realizar una serie de controles auditivos en un otorrino. Una exploración completa. Si hay un déficit auditivo hay que poner un remedio para esa pérdida auditiva que sería una adaptación audioprotésica. Porque se ha visto y está demostrado científicamente que la hipoacusia, si no se corrige, va a favor de un deterioro cognitivo y siempre es bueno cuanto antes poner un remedio. 

-A veces los pacientes son un poco reacios a ponerse estas prótesis, ¿qué se puede hacer para convencerlos?

-Son reacios porque el paciente no termina de darse cuenta de que cada pérdida auditiva es diferente, que los audífonos han mejorado muchísimo y tienden muchas veces a compararlo con las gafas o con otras cosas. Se dejan mucho llevar por lo que dicen los vecinos y no sé por qué no terminan de ir convencidos. A nosotros sí que nos gusta explicarle la pérdida auditiva que tiene, la soluciones que hay y que cuando es necesario colocarse esa prótesis auditiva es necesario. Va a estimularlo va a favorecer que esté mucho más comunicado, que esté mejor en su vida social y que haya una mejor comprensión y sobre todo que le deje menos aislado y haya menor deterioro cognitivo.

-¿Cuáles son las claves para que alguien se adapte bien a los sistemas?

-Sobre todo un buen diagnóstico, convencer al paciente, que el paciente tenga confianza tanto en el especialista como la labor del centro audioprotésico que es importantísima. La colaboración entre médico, paciente, especialista. Es muy importante que el paciente esté convencido y que quiera trabajar con ello y que, ya que se adapta a unas prótesis, que las utilice y que no las guarde en un cajón, que saque un rendimiento a algo que es por su beneficio.

-¿Cada cuánto habría que hacer esas revisiones una persona con diabetes?

-Dependiendo de que no tenga otras patologías, pero controles mínimo anuales. Una audiometría anual y ver un poco el estado de ese oído.

-¿Llegan estos pacientes a la consulta?

-Sí, nos llegan. El problema es que yo, como otorrino, aún así reconozco que damos más prioridad o nos centramos más en otras patologías, más típicas de otorrino y con estos pacientes hay que pensar que es un paciente diabético y que necesita un mayor seguimiento. También a nosotros nos cuesta porque hoy en día se presta más atención a otras patologías y no tanto a la cocleopatía diabética. Hay que darle difusión a este tema para que la gente tome conciencia y tome medidas al respecto.