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La contribución La contribución

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Francisco Herrero

Conozco a muy pocas personas que se alegren de pagar impuestos. Es normal, teniendo en cuenta el bombardeo que anima a ser autosuficiente y, por qué no, defraudar un poco. Las jornadas de afluencia de veraneantes sirven para darse de bruces con la queja recurrente de que los ayuntamientos rurales provocan una sangría en la cuenta corriente de los hijos del pueblo. ¿Por qué cotizar por una casa que solo se ocupa unos pocos días al año? El caso es que tienen toda la razón. La vida rural es espartana a más no poder.

Yo mismo voy todos los días a la fuente a por el agua tanto de boca como de aseo. Es una delicia recorrer la calle San Pascual hacia abajo con las botijas, los cántaros y los pozales vacíos y hacia arriba con la carga bien llena. El ejercicio es tan bueno que el municipio no tiene necesidad de instalar aparatos deportivos inútiles. Luego, con toda la tranquilidad, doy de comer a las gallinas y los cerdos del corral con los restos de la cocina. Así es el reciclaje, un círculo cerrado casero donde todo se aprovecha. ¡Ay! Olvidaba apuntar que el agua de los animales también la traigo de la fuente. Sé que en otras localidades lo tienen mejor, que tienen pozos en casa, pero es que en este rincón de Sierra Palomera no era costumbre invertir en esos lujos. En cuanto a los papeles, sirven para encender esa estufa de leña que nos da ese toque rústico imprescindible. El plástico, la plaga de la sociedad moderna, lo aprovecho para fabricar complementos inverosímiles diversos. Si cuando salgo a la calle veo algún bache, no tengo ningún problema en echar una pellada. Inmediatamente. Me molesta sobremanera no ver la vía pública en perfecto estado. Y es incómodo ver hierbajos y hojas secas. Voy con el cepillo y el badil y lo dejo limpio.

También utilizo el carro y los machos para los desplazamientos. En cambio, los hijos del pueblo siempre vuelven a sus orígenes en coches aparentes. Y como sé que no me lee nadie, dejo caer un secreto inconfesable: que se empadronen aquí, que parece ser que se paga menos por el impuesto municipal a los vehículos.