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Nerea Riesco, escritora: “No podemos prohibir libros, sino educar a nuestros hijos en una conciencia crítica” Nerea Riesco, escritora: “No podemos prohibir libros, sino educar a nuestros hijos en una conciencia crítica”
Nerea Riesco, durante el pregón que leyó dando inicio a la Feria del Libro y del Cómic de Teruel. M. A.

Nerea Riesco, escritora: “No podemos prohibir libros, sino educar a nuestros hijos en una conciencia crítica”

La autora abrió la Feria del Libro de Teruel con una loa a la literatura, a toda la literatura
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La periodista y escritora Nerea Riesco abrió oficialmente la IV Feria del Libro y del Cómic con un pregón que centró sobre las primeras referencias bibliográficas que desde niño van configurando los gustos de los futuros lectores, de la eterna inocencia del arte y de la literatura, más allá de los cánones éticos de cada época, y del factor de la emoción que siempre está presente en esa relación entre el escritor y sus lectores. 

Hasta el domingo la Feria del Libro y el Cómic turolense reunirá a más de 40 autores, entre ellos algunos de los actuales primeros espadas de la literatura española como Santiago Posteguillo, Ayanta Barilli, Jorge Molist, Alice Kellen, Ana Alcolea, Enrique Lorenzo o Begoña Oro, en la Glorieta de Teruel. Veintidós casetas entre librerías y editoriales abrirán sus puertas en la Feria que tiene previstas más de 50 actividades para todos los públicos durante el fin de semana. 

- En su pregón ha hablado sobre las historias que son capaces de forjar grandes futuros lectores... ¿cuáles fueron en su caso?

- Antes de ser lectora me leían muchos cuentos, así que mis primeras referencias son esos cuentos que ahora se está viendo sometidos a cierta prohibición en algunas bibliotecas por considerarse sexistas. Después me convertí en devoradora de Tolkien, de Ende, y un poquito más tarde de García Márquez, Cortázar... 

- Ya que lo ha mencionado y lo hizo en su pregón, ¿qué opina de someter a cuarentena determinados cuentos o historias que pueden resultar sexistas, xenófobos o violentos?

- Prohibir es horrible, lo que hay que hacer es educar a las personas para que tengan una conciencia crítica. No podemos juzgar con los ojos de hoy cosas que pasaron antes. En ese caso La Biblia o La Cabaña del Tío Tom deberían desaparecer... Yo me he criado en Valladolid, donde hay un relieve impresionante en el Museo Nacional de Escultura que es el Milagro de San Cosme y San Damián, en el que se ve como le cortan la pierna a un negro para ponérsela a un blanco... ¿Qué hacemos? ¿quemamos ese relieve? Hay que educar para tener conciencia crítica y no limitarse a prohibir, porque aunque lo hagas, antes o después alguien leerá Caperucita o La Bella Durmiente. 

- Usted se autodenomina, entre otras cosas, escritora de ‘bestsellers’. ¿Reivindica ese género tan denostado por una parte importante de la crítica literaria?

- El Quijote es un bestseller. Lo único que significa esa palabra es “el mejor vendido”, y demonizar un libro por ser muy vendido me parece un terrible error. Habrá bestseller de calidad pésima y otros buenísimos. Ahí esta Rayuela, Cien años de soledad o tantos otros. Cuando alguien escribe una novela aspira a que sea la más vendida, y que luego nos volvamos tan pacatos con eso del bestseller me hace mucha gracia. Nadie pinta un cuadro para colgarlo mirando a la pared y nadie escribe para sí mismo, como mucha gente asegura... Creo que fue Aramburu quien dijo que en el momento en que utilizas un código que compartes con otras personas para escribir, lo que esperas es que cuanta más gente mejor lo decodifique. 

- Ni siquiera creo que sea indigno escribir en un registro popular... Hay sectores de la población que por edad o por las razones que sea no tiene un gran nivel lector y es bueno que haya gente que escriba para ellos, ¿no?

- O gente que esté en determinados momentos vitales. Tengo un profesor de filosofía que me dice que cuando llega a casa le encanta ver películas de Van Damme, porque se pasa todo el día filosofando. ¿Qué hay de mano en leer un libro simplemente para pasar un momento de emoción o de terror, sin que sea alta literatura? 

- ¿Esa forma de concebir la literatura es consecuencia de ser periodista?

- Yo escribí antes de estudiar periodismo y, de hecho, siempre digo que hice esa carrera porque no había una para ser escritora. Pero es verdad que yo no escribiría un libro que nadie fuera a leer, creo que la literatura es sobre todo un proceso de comunicación. Un proceso además que no termina con el final de la novela, ya que creo que lo mas satisfactorio para un escritor es lo que pasa en las Ferias como la de Teruel, que te encuentres con un lector que comparte contigo el mundo que ha creado a través de lo que tú has escrito. 

- Pero en las ferias juegan ustedes con ventaja, porque no le va a pedir que le firme el libro alguien al que no le ha gustado...

- Claro, esos no vienen ni a verte. Hace dos semanas en el Casino Cultural de Madrid un grupo de lectores me hablaron de Los lunes en el Ritz, de recuerdos que tenían de un bar sobre el que yo me he documentado pero que en realidad no he conocido, y fue muy especial comprobar como sus recuerdos coincidían con lo que yo escribí. 

- ‘Los lunes en el Ritz ha sido su última novela, pero después ha publicado Todo lo que sé sobre los dragones, un conjunto de relatos, ¿no es así?

- Sí, lo que pasa es que son relatos escritos durante mucho tiempo, los primeros mucho antes de mi primera novela y los últimos relativamente recientes. Todos tenían una relación muy especial con lo femenino y mostraban diferentes visiones sobre la mujer, por lo que decidí reunirlos. 

- ¿Se reconoció en sus primeros relatos cuando los retomó para incluirlos en el volumen?

- Es difícil vencer la tentación, como le sucedía a Machado, de leer un poema de hace diez años y no reescribirlo de nuevo. Pero tú evolucionas y no eres la misma escritora que hace diez o quince años. En mis primeros relatos veo ideas de adolescente, cosas en las que nos hemos criado y que hoy en día chirrían, como esa visión del amor de posesión, por ejemplo. Pero he intentado mantener a esa Nerea del pasado que tenía esos brotes de ilusión que a veces la vida te va robando. 

- ¿En qué nuevos proyectos anda metida?

- Pues estoy preparando una nueva novela, y además acabo de empezar a trabajar como editora en Almuzara, así que ahora además de escribir voy a publicar a otras personas intentando que sean libros que mucha gente quiera leer. 

- ¿Es consciente de que va a romper algún que otro sueño y alguna que otra vocación?

- Sé que es posible, pero también espero que los consejos que yo pueda dar como editora puedan ayudar a un escritor a serlo de verdad, o más todavía. Espero no romper sueños sino alimentarlos.