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Día del Juego

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Cruz Aguilar

Ayer se celebró en Teruel el Día del Juego, que oficialmente es el próximo día 28 de mayo, y se hizo animando a los chavales a jugar en la calle, con pelotas y pañuelos, todos juntos. Cuando yo era niña y pensaba en el futuro me imaginaba compartiendo mesa con los marcianos, me parecía mucho más factible, por eso de los grandes avances tecnológicos, que tener que  incentivar a los niños a jugar. A mí jugar en la calle me parecía la mejor opción siempre. Era la única a no ser que lloviera, porque frío uno con 6, 7 o 10 años no tiene. De hecho, me pegué horas y horas en la puerta de mi casa jugando sola con la pelota a botarla de diferentes formas o bañando y peinando a mis muñecas.
Ahora con 8 años les compramos un móvil. Es lo más cómodo porque mientras juegan con él no dan mal por casa, es tan útil que ni siquiera tenemos que oírlos ni verlos, porque se meten en su habitación para tener privacidad. Y no es solo el móvil, con 8 años tienen ya tantas cosas que no sabes ni qué regalarles, porque la opción libro no suele estar muy valorada. Cada padre es muy libre de propiciar que a su retoño no le falte de nada, pero algo estamos haciendo mal cuando los niños de 8 años tienen ya de todo. 
Es consumismo puro y duro. Con 16 años ya han probado tantas experiencias que necesitan emociones más fuertes, que en ocasiones pasan por no respetar los derechos de los demás. Sí, ya sé que es una visión muy simplista de determinadas situaciones ilícitas, pero analicen a los adolescentes que tienen a su alrededor y verán que, en general, se ilusionan con muy pocas cosas. Y eso es muy grave.
No soy yo quién para decir a cada padre lo que tiene que hacer, que para eso hay un montón de profesionales a los que, por otra parte, no escuchamos. Pero sí que estaría bien que, al menos, sus hijos usaran el móvil con menos sonido en los sitios públicos. Más que nada porque los vídeos de sus pequeños príncipes molestan al resto de la plebe. Otra opción es que les compren unos cascos, que igual aún no tienen y es una buena idea como premio por pasar la siguiente pantalla del Fornite.