La CNMC propone subastar los mil megavatios que liberará la térmica de Andorra cuando cierre

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) propone subastar la capacidad de acceso a la red eléctrica que quede disponible por el cierre de instalaciones de generación superiores a 200 megavatios (MW), como es el caso de la térmica de Andorra. 

En su propuesta de circular por la que se establece la metodología y condiciones del acceso y de la conexión a las redes de transporte y distribución de las instalaciones de producción de energía eléctrica, lanzada a consulta pública hasta el próximo 5 de julio, señala que los permisos de acceso y conexión a la capacidad correspondiente al cierre de estas instalaciones superiores a 200 MW o, en general, cualquier hecho que motive un incremento sobrevenido de capacidad disponible en un nudo que permita una nueva potencia instalada superior a 200 MW, serán otorgados siguiendo el orden resultante de un procedimiento de concurrencia competitiva.

En concreto, el proceso de adjudicación se realizará mediante subasta de sobre cerrado con sistema marginal, en el que se ofertará, para una determinada potencia instalada y tecnología, el importe en euros por MW que está dispuesto a ofrecer el solicitante.

De esta manera, la CNMC se opone al criterio del Ministerio para la Transición Ecológica, que en su anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética preveía la opción para los actuales titulares de las centrales nucleares y de carbón de intercambiar esa capacidad de acceso a la red para su uso en el desarrollo de nuevas instalaciones de renovables.

El director general de Endesa en Aragón, Ignacio Montaner, señaló este miércoles que la compañía está pendiente de la formación del próximo Gobierno de España para avanzar en la tramitación del cierre de la central térmica de Andorra, previsto para junio de 2020, y ejecutar las inversiones contempladas en el plan de acompañamiento propuesto para la comarca, que se limita al desmantelamiento de la térmica y la construcción de un parque solar fotovoltaico de 1.000 MW, precisamente la capacidad de acceso a la red eléctrica que dejará libre la desconexión de la térmica. 

Endesa supedita esta concesión a los cursos de formación, en colaboración con el resto de administraciones, y a la creación de una bolsa de trabajo con mano de obra cualificada para llevar a cabo las obras de desmantelamiento de la central y la construcción del parque. 

Pero el Gobierno de Aragón lo considera un “chantaje” y el Clúster de la Energía de Aragón también pide una subasta. 

Por otra parte, el pasado febrero, en una presentación ante analistas para actualizar su plan estratégico 2018-2022, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ya manejó esa opción de permutar los derechos de conexión a la red que posee la energética a través de las nucleares y el carbón por permisos para nueva potencia verde.

Esta opción de permutar la capacidad abría las puertas de Iberdrola, con más de 30 proyectos a desarrollar en España por más de 3 gigavatios (GW) verdes, así como al resto de las grandes eléctricas titulares de centrales de carbón o nucleares (Endesa, Naturgy, EDP o Viesgo) a impulsar su crecimiento en renovables en las zonas cercanas a las plantas a cerrar.