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Los amantes de la cerveza artesana brindan por cuarto año consecutivo en Birrañiz Los amantes de la cerveza artesana brindan por cuarto año consecutivo en Birrañiz
Dos aficionados a la cerveza artesana brindan en el expositor de Mijares, de Rubielos de Mora. M. N.

Los amantes de la cerveza artesana brindan por cuarto año consecutivo en Birrañiz

El sector sigue en auge y lo demuestra en ferias como la de Alcañiz, donde el público ya pide estilos concretos
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Los amantes de la cerveza artesana disfrutaron en la cuarta edición de Birrañiz, una feria en la que se dieron cita seis fabricantes de Aragón y dos de Lleida.

“Cuando has probado el chuletón de ternera gallega puedes volver a comer el que sea, pero el que más te va a gustar va a ser ese siempre”, dijo a modo de símil David Laguarda, organizador de la feria y copropietario de Cierzo Brewing Co., el proyecto de cerveza artesana más ambicioso de Aragón en este momento, con restaurante propio en Zaragoza recién abierto. 

Tras irrumpir con fuerza en España hace poco más de una década, el sector no se ha estancado y sigue “muy en auge”, destacó Laguarda. “Cada vez hacemos mejores cervezas y el público es cada vez más entendido”.

Ello se puede ver en ferias como Birrañiz, en la que la mayor parte de los bebedores ya están familiarizados con los estilos artesanos. “Hay quien viene a pedir una cerveza suave, por ejemplo de trigo para esta época del año, pero también hay mucha gente que te pregunta por ipas, pale ales u otros estilos más específicos”, explicó. 

A última hora de la tarde, la plaza de la Constitución –anexa a la plaza de toros– era un hervidero de público deseoso de probar las novedades de este año. 

Entre ellos estaba el alcañizano Carlos Gil, residente en París, a quien le gusta la cerveza “rubia, de cebada”. Antes de conocer las artesanas, este consumidor de cerveza prácticamente a diario ya bebía “especiales, como Voll Damm o Ambar 1900”.

Entre las cerveceras estaba la turolense Mijares, afincada en Rubielos de Mora, que lucha por hacerse un hueco en este mundo. Raúl Hernández compagina su trabajo en una pizzería con la elaboración de cervezas, la última la Aragón Pale Ale, fabricada exclusivamente con lúpulo de Daroca (Zaragoza) por su política de proveerse de productores de proximidad. 

Hernández explicó que la afluencia de público este año había sido inferior a las tres ediciones anteriores a mediodía, aunque por la tarde-noche se incrementó la presencia de cerveceros, la mayoría deseosos de beber cerveza suave, veraniega. 

A Cierzo y Mijares les acompañaron Seelen, Borda (Huesca), Lupulus, Bandido Cucaracha (Zaragoza), La Bella Caravana y Matoll (Lleida).