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Stefano Beccari, escultor y líder del proyecto Stone Workshop: He trabajado en diversos países y puedo decir que el Centro del Alabastro es top Stefano Beccari, escultor y líder del proyecto Stone Workshop: He trabajado en diversos países y puedo decir que el Centro del Alabastro es top
Stefano Beccari, hace unos días en el CIDA de Albalate. Marcos Navarro

Stefano Beccari, escultor y líder del proyecto Stone Workshop: He trabajado en diversos países y puedo decir que el Centro del Alabastro es top

El afamado artista ha coordinado en Albalate un taller de talla de piedra del Bajo Martín
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Stefano Beccari fundó en 1996 la plataforma Global Stone Workshop para que escultores de piedra viajaran por todo el mundo para conocer materiales autóctonos. Su periplo le llevó a impartir un taller en Albalate del Arzobispo en 2018 y este año repite. Considera que el Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro (CIDA) está entre las iniciativas “top” a nivel internacional y valora las posibilidades que tiene la piedra para la decoración y arquitectura, pero advierte de que requiere paciencia y dedicación.
- ¿Por qué un taller internacional sobre el alabastro?
- Toda la gente que está en Albalate conmigo habitualmente trabaja con la piedra, pero no con el alabastro, que requiere otra forma de trabajar. En esta ocasión tenemos nórdicos, que están más acostumbrados al granito y a materiales más duros.
- ¿En qué consiste el Global Stone Workshop que lidera?
- El workshop de Albalate forma parte de una serie de talleres que tengo, unos once por año, que llevo desarrollando desde hace 23 años. Este es el taller español, pero tenemos más en Portugal, Suecia, La India, Vietnam, Italia y Marruecos. Se trata de abrir las puertas de los talleres a los escultores durante 15 días.  Después hay una parte social. Habitualmente vienen de cuatro, cinco o seis países distintos. Hablan, desconectan de su rutina normal, y por eso es una manera de encontrarse con otras personas y hacer amigos.
- ¿Cuántos participantes tienen en este taller y cuál es el proceso de selección?
- En Albalate tenemos ocho artistas. No enseñamos nada, cada uno tiene que saber trabajar la piedra. Lo que hacemos es darles los instrumentos y algunos consejos, pero no se discute lo que uno hace. Lo lindo es justo el derecho a usar un material muy particular, y hasta ahora la gente se ha fijado en que es fácil de trabajar y que es translúcido. Mi labor se limita a tratar de que ellos no hagan las mismas cosas que hacen con el mármol, porque el resultado no sería bueno.
- ¿Desde cuándo lleva trabajando el alabastro?
- Yo empecé con 12 o 13 años en Volterra, en Italia, y lo lindo es que, sin saberlo, trabajamos con el alabastro de ustedes, en ese caso de Fuentes de Ebro. Fui allí, a Fuentes, hace unos diez años y vi que era el mismo que se importa en Italia. ¿Para qué ir a Volterra cuando podemos venir aquí?
- ¿Qué tiene el alabastro que le gusta tanto a los escultores?
- La translucidez y el hecho de que otro concepto de hacer escultura no sirve para el alabastro. Si moldeas una escultura de mármol y le das luz, saca unas sombras, pero el alabastro no. La luz pasa, es una cosa muy importante. Además, es blando de trabajar y se puede colorear.
- ¿Qué opina del CIDA?
- Es perfecto, una apuesta muy buena. Me gusta muchísimo y yo que estoy acostumbrado a trabajar en distintos lugares y países puedo decir que es top, verdaderamente.
- ¿El alabastro debería ser más valorado?
- Es una piedra que no puedes poner en el exterior. Sólo sirve para el interior. Se usa en arquitectura para hacer detalles, plafones, etc. Es una piedra que necesita un interés especial por parte de artista, de modo que hay que activar ese interés. No todos pueden estar interesados, pero a todos les gusta el color de la piedra. Trabajar espontáneamente con ella está muy bien, pero es ideal si tienes que hacer un acabado bueno. Y son horas y horas de remate, por lo que para sacar todas las líneas blancas hay que tener paciencia, y poca gente la tiene.
- Comenta en su web que el de Albalate podría ser el mejor taller de la historia. ¿Por qué?
- Tengo una fantástica colaboración con Santiago Martínez (gerente de Proyecto Alabastro), con el Ayuntamiento y tenemos dos empresas en Albalate y en La Puebla de Híjar que trabajan el alabastro. Estamos como en casa.
- El proyecto artístico de Cañada de Benatanduz también está bajo el paraguas de Global Stone.
- El Estudio Golondrina es un proyecto de Jon Sait. Él trabaja de otra manera, sin máquinas, mientras que yo trabajo sólo con ellas. El proyecto de Sait permite que haya cinco personas que viven allí todo el año procedentes de Inglaterra, Holanda… Nadie hubiera ido a Cañada, ¡es imposible encontrarla en el mapa! (risas). Él elige el lugar que le gusta y después se trae la piedra, mientras que para mí es fundamental llevar a la gente donde está la piedra. 
- En sus 50 años como artista, ¿siempre ha trabajado la piedra?
- No, la piedra siempre se empieza a trabajar cuando tienes más de 40 años. Es un proceso personal total. Yo empecé como pintor y especialmente como grabador. Pero hace 28 años me absorbió la piedra. Los escultores de piedra tienen la misma posición en el arte que los poetas en la literatura: trabajan mucho, no venden casi nada y, cuando lo hacen, es todo de golpe
- O cuando fallecen...
- (Más risas). ¡Habitualmente, sí! Pero la satisfacción que da trabajar la piedra no te la da ninguna otra cosa. 
- Pero usted no se puede quejar. Tiene obras en las principales galerías del mundo. 
- Por suerte tengo obras en la Biblioteca Nacional de París, la Fundación Joan Miró de Barcelona o el British Museum de Londres, entre otras.