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Ya tal Ya tal
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Francisco Herrero

Pues resulta que las Corts Valencianes aprobó el año pasado una ley para regular las mancomunidades en la que se abre la posibilidad de que los municipios cedan a estas sus competencias en policía local. ¿Y qué opino yo? Que es una gran idea. Que los pequeños municipios no tienen capacidad económica para mantener un cuerpo de seguridad. Que para que un ayuntamiento pueda instalar cámaras de grabación en las calles es necesaria la existencia de guardia municipal. Que la unión de varios pueblos podría suponer el establecimiento de un cuerpo necesario en miles de pequeños núcleos de población. Que, por una vez, un legislativo genera una normativa realmente útil pensando en quienes tienen pocos recursos y mucho territorio por vigilar.

Pues resulta que nuestro gobierno de la nación en funciones, atendiendo a un informe del pomposo Consejo de Estado, va a recurrir esa facultad que permitía la ley valenciana ante el Tribunal Constitucional. Que, al parecer, hay múltiples sentencias de los máximos intérpretes de nuestra Constitución en contra de que las competencias de policía local se traspasen a entes supramunicipales o a entidades locales menores. Que una ley como la valenciana vulnera el artículo 51 de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Y digo yo: ¿por qué el Ejecutivo no ha promovido todavía una modificación de esa ley estatal? ¿En qué andan metidos en el Legislativo para no estar trabajando para facilitar la vida a quienes hemos decidido vivir en lo rural? ¿Nadie, con un mínimo de poder de decisión, llega a comprender las necesidades de millones de personas que viven dispersas en el terreno? Los tres poderes corren mucho a la hora de resolver cuestiones nimias que nos venden como esenciales. Los problemas reales, ya tal.

Hay tantos asuntos del medio rural que necesitan cambios de ley, que igual hace falta una legislatura de las largas para generar tanta letra de boletín oficial. La seguridad es uno de ellos. Queremos protección. Porque no todo el año estamos con tanta compañía de gente veraneando. Y la Guardia Civil no da abasto.