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El Espejo de Tinta. El agujero de gusano, por Gene Martín El Espejo de Tinta. El agujero de gusano, por Gene Martín
Pedro Blesa Jarque

El Espejo de Tinta. El agujero de gusano, por Gene Martín

Los relatos del verano de DIARIO DE TERUEL

¡Y llegó! No había nadie pero estaban todos; no había luz pero tampoco oscuridad; no había nada pero estaba todo; no había cuerpo pero tampoco necesidad de él; no había metas que perseguir ni logros que alcanzar, porque todo estaba consumado. Si tuviera que elegir una palabra para describir ese lugar, hubiera dicho Plenitud; sin embargo sabía que no existía ninguna palabra que pudiera aproximarse a su experiencia. Silencio. Silencio. Silencio. Llegó al comienzo del tiempo y del espacio; llegó al final del tiempo y del espacio. No vio la progresión de sucesos que había entre el punto en el que se encontraba en su vida y el final del tiempo; pero comprendió que todo ya estaba logrado. Todos los universos y posibilidades de universos que jamás hubiese podido imaginar estaban allí perfectamente acabados. Se encontraba en el punto donde el tiempo-espacio se comba con la misma dulzura que un arco de flores lo hace en un jardín en primavera. Infinitas galaxias estaban allí pero no había ni rastro de sus majestuosos rostros. Al fin comprendió el sentido de su existencia; el sentido de la Existencia. Silencio. Silencio. Silencio.