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Carlos Herrero, gerente del hotel rural de El Castellar: “Si no se hubiera hecho 
lo de los dinosaurios, El Castellar estaría muerto” Carlos Herrero, gerente del hotel rural de El Castellar: “Si no se hubiera hecho 
lo de los dinosaurios, El Castellar estaría muerto”
Carlos Herrero (derecha) con su madre María Jesús y su hermano Agustín (detrás) en el hotel de El Castellar

Carlos Herrero, gerente del hotel rural de El Castellar: “Si no se hubiera hecho lo de los dinosaurios, El Castellar estaría muerto”

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Carlos Herrero desciende de El Castellar, de donde son sus abuelos, pero su vida, al igual que la de su hermano Agustín y la de su madre María Jesús, la tenía ya hecha en Tarragona. En cambio decidieron emprender el camino inverso al de sus antepasados y regresar al pueblo para gestionar un negocio hostelero, el Hotel Rural Curia, cuyas obras realizó el Ayuntamiento. A prácticamente un año de haber cogido el hotel no se arrepienten, aunque consideran que la Administración debería dar un trato especial si de verdad quieren luchar contra la despoblación.

-¿Por qué decidieron venirse a El Castellar?

-Mi abuela es de aquí del pueblo y nosotros hemos venido toda la vida, aunque somos de Tarragona. Nos estaba rondando por la cabeza, lo hablamos con mi madre y decidimos pedirnos una excedencia en el trabajo y venirnos aquí al pueblo porque nos apetecía.

-¿Cuánto llevan abiertos?

-Desde el 1 de octubre del 2018, no hace ni un año.

-¿Y qué les animó a hacer todo lo contrario de lo que hace la gente, que se va del campo a la ciudad?, y en cambio ustedes han hecho el recorrido inverso.

-Pues que tenemos mucho amor por el pueblo y su gente, estábamos cansados del trabajo de allí, y queríamos probar algo nuevo, y sobre todo para que el pueblo tire también hacia adelante y no se muera  porque el 80% de la gente que vive aquí es muy mayor. Ahora somos tres personas más en el pueblo y a través del hotel mucha gente va a poder conocer El Castellar. Es poder ofrecer un sitio chulo donde la gente pueda venir a recargar pilas.

-Son unos nueve meses los que llevan abiertos, ¿qué tal está funcionando?

-Super bien. En invierno el pasado fue malo para la nieve y todos los fines de semana ha estado a tope a pesar de ello. Tenemos diez habitaciones con una capacidad para treinta personas, y en invierno los fines de semana ha estado lleno, y los puentes lo mismo.

-Están en Internet, claro.

-Sí, tenemos página web y luego en Booking. A la gente al ver las fotos les entra por la vista y tenemos buenos comentarios. Hay gente que viene a ver qué se encuentra y se van muy sorprendidos de toda la naturaleza que hay y de las actividades que pueden hacer.

-¿Vienen movidos por los dinosaurios y lo que se ha hecho en El Castellar?

-Algunos, y el resto se llevan la sorpresa cuando encuentran lo que hay aquí. Nosotros en la web lo tenemos y lo ofrecemos.

-¿Cómo ha influido la explotación de los recursos paleontológicos en El Castellar?

-Si no se hubiera hecho lo de los dinosaurios, El Castellar estaría muerto, porque no vendría tanta gente. Cada día vienen familias al pueblo a ver lo de los dinosaurios y eso hace que tengamos un motor muy grande. Y el tema del restaurante está bien porque la gente viene a hacer el Dinopaseo y luego se queda a comer aquí.

-No se arrepienten de haber dado este paso.

-Para nada, y era un cambio brutal de una ciudad a un pueblo. Ahora la gente vuelve un poco a lo de antes porque está cansada del estrés y busca la vida más natural y relajada.

-A usted que es una persona joven, ¿le costó adaptarse?

-Yo tenía mis dudas porque he sido siempre muy movido, pero como sabíamos dónde veníamos y tienes familia y amigos nos hemos adaptado muy bien. El año se me ha pasado volando.

-¿Qué valora de este cambio?

-La paz que tienes. El fin de semana estás con más trabajo, pero entre semana tampoco te aburres porque tienes que prepararlo para el fin de semana, y como eres tu propio jefe tú te organizas.

-¿Qué necesita el medio rural para revivir?

-Unas buenas carreteras y cobertura de telecomunicaciones en condiciones.

-Se habla mucho de tomar medidas frente a la despoblación. ¿A qué le suena?

-A chino, porque te tienes que buscar la vida y tampoco tienes ayuda y te piden un montón de papeles, además de pagar los mismos impuestos que en una ciudad grande sin tener los mismos servicios. Creo que estamos discriminados y se habla mucho de despoblación pero las administraciones no se involucran para solucionar el problema.

-¿Ofertan actividades complementarias?

-De momento solo el alojamiento, pero a la larga la idea es hacer más cosas, porque tenemos la vía ferrata y la jurásica, y queremos publicitar eso, acompañarles y hacer rutas con el coche para poder ver los dinosaurios, el poblado ibérico y otros sitios. Pero primero tienes que estabilizarte aquí.