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Marta Arenós, presidenta de la asociación Feria Solidaria de Antaño: “La organización de la Feria de Antaño es el resultado de un trabajo de todo el año” Marta Arenós, presidenta de la asociación Feria Solidaria de Antaño: “La organización de la Feria de Antaño es el resultado de un trabajo de todo el año”
Marta Arenós, el pasado domingo en Puertomingalvo, ataviada con un traje tradicional. Bykofoto/Antonio García

Marta Arenós, presidenta de la asociación Feria Solidaria de Antaño: “La organización de la Feria de Antaño es el resultado de un trabajo de todo el año”

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Marta Arenós es la presidenta de la Asociación Benéfico-Cultural Feria Solidaria de Antaño de Puertomingalvo y junto a Ana Julián, como secretaria, y Beatriz Lázaro como tesorera y artesanos y otros vecinos del pueblo han organizado este fin de semana la Feria Solidaria, que llegaba a su undécima edición y cuenta con el patrocinio del Ayunta la localidad. El de esta asociación es un ejemplo del trabajo que durante todo un año se hace en los pueblos de la provincia para que en verano se puedan desarrollar eventos que atraigan al público.

-Desde la asociación, ¿llevan mucho tiempo trabajando en esta feria?

-Vamos preparándola durante todo el año. Ahora ya -ha sido la undécima edición- tenemos una dinámica de trabajar para llegar a tiempo. A principios de año, por ejemplo, hacemos el concurso para el cartel que anunciará la feria. Se presentan todos los candidatos y el que gana es por votación popular. Luego, salen las bases de los puestos del mercado, por si alguna persona que no ha venido otros años quiere colaborar y participar con un puesto. A partir de ahí comenzamos con reuniones para ver qué hace cada uno y ponernos de acuerdo.

-La organización de esta feria ¿es trabajo voluntario?

-Todo es voluntario. Hay mucha gente que nos ayuda. Está  Teófilo, que nos ayuda con los oficios, como Javier e Isidoro. Las mujeres de La Botica, Pilar, Agripina y Melchora, hacen el mondongo y las labores que se venden en la feria. En invierno cosen y en la feria ayudan. Anuncia hace los buñuelos. Es todo el mundo del pueblo y colaboran. Es todo un conjunto el que hace que salga adelante la feria.

-Después de diez años ¿intentan que haya novedades?

-Ha habido este año un audiovisual sobre los vasos de las colmenas y también otras cosas como hacer lejía con ceniza. Hemos intentado además mostrar la herradura de caballos. Al final no ha podido ser pero vendrán al año que viene.

-Son once ediciones de la Feria Solidaria de Antaño, pero esto no para. ¿Seguirán el próximo año?

-Esperamos que siga mientras podamos. Siempre buscamos sustitutos para organizar, pero salen pocos. Somos los mismos a la cabeza tirando del carro pero luego detrás siempre aparece gente que ayuda o que colabora o espontáneos. El sábado hubo un médico y una maestra vestidos de época y eran espontáneos. Gente que ha venido porque se ha enterado de qué iba esto, tenían los trajes y se han vestido. Me pareció genial. Luego, tenemos personajes como el cartero que va con la bici, la pareja de guardias civiles, la monja o el cura que salen por ahí para ambientar la feria con personajes emblemáticos de aquella época en los pueblos.

-Esta feria ¿les ha servido para revisar la historia más reciente de Puertomingalvo?

-Sí, por ejemplo, hemos hecho elementos, como mi aguja para el pelo, que hemos sacado de un libro de vestimenta en la primera mitad del siglo XX. El orfebre de aquí la hizo y muchas de nosotras la llevamos.

-¿La feria sirve también para sacar a la calle el trabajo de los artesanos locales?

-Los artesanos locales son Miguel Yunquera, que es el orfebre y Tina Ventura, que es ceramista, Gregorio Gil es el cantero del pueblo. Ellos salen durante la feria y también traen a otros artesanos que conocen. Lo bonito de esta feria es que se implica todo el pueblo.

-Lo que no hay que olvidar es que esta feria es un proyecto solidario. ¿Se mantienen los lazos que ataron al comienzo con Guayaquil, en Ecuador?

-No hay que olvidar ese fin. Yo tuve oportunidad de estar con Antonio Martínez, el sacerdote turolense que lleva a cabo esos proyectos, y allí hay mucha necesidad. Con sus proyectos colaboramos todos los años. Esta vez es para la creación del comité de derechos humanos Monte Sinaí, en la parroquia El Bautismo, lugar donde trabaja y que se encuentra en la periferia noroeste de Guayaquil, la ciudad de mayor población de Ecuador.

-¿Colaboran con la feria con otros proyectos?

-Desde hace tres años también estamos colaborando con la Escuela de Verano de Puertomingalvo, que se organiza para que los niños que esta aquí estos días convivan entre ellos. En otras ediciones hemos colaborado con Cáritas.

-En su caso, ¿vive usted en Puertomingalvo?

-Actualmente no, pero he vivido durante veinte años. Era la farmacéutica del pueblo, aunque hace unos años nos fuimos a Villareal (Castellón), porque yo soy de allí. Pero mientras se pueda aquí estaremos ayudando para que salga adelante esta feria solidaria.