La Iglesuela del Cid rinde homenaje a los pastores trashumantes tradicionales

La Iglesuela del Cid y la Comarca del Maestrazgo realizaron un pequeño homenaje a la actividad trashumante y al pastoreo tradicional. La jornada, que estuvo prevista para mayo dentro del programa 12 meses 12 razones para venir al Maestrazgo, finalmente tuvo que ser aplazada y se celebró el pasado domingo con la presencia de varios pastores trashumantes de la zona. En mayo sí tuvo lugar el acompañamiento a algunos de los pastores, que subían entonces sus rebaños, desde la Puebla de San Miguel hasta Iglesuela.   

La jornada comenzó por la mañana con una exhibición de los perros pastores a cargo de Julio Bayod, pastor de Ares del Maestre, en Castellón, especialista en adiestrar perros para ayudar en las labores de guarda del ganado a los pastores. Los Border Collie de Bayod dieron una lección de obediencia a los presentes, atendiendo a los diferentes encargos que hacía el pastor y moviendo a las ovejas por el recinto, entrando y saliendo de los cercados al antojo del pastor, y haciendo las delicias del numeroso público allí presente. 

Jose Luis Castán, especialista en historia de la Trashumancia, y director del Centro de Estudios de la Trashumancia y Museo de la Trashumancia de Guadalaviar, abrió la jornada de la tarde, realizando una interesante contextualización del fenómeno de la Trashumancia en la historia en España y en el Maestrazgo, aportando datos históricos sobre las vías pecuarias, los derechos de pasto o la Orden de San Juan, que ejercía el dominio en este territorio, y explicando la importancia de la ganadería lanar en la zona, precisamente por el aprovechamiento que de la lana de estas ovejas se hacía, tanto para exportarla a Europa como para su trabajo en el Maestrazgo. Sin duda a todos los presentes les quedó clara lo básica que había sido la ganadería lanar en la historia de estas tierras.

A continuación llegó el plato fuerte de la tarde, la mesa redonda con los pastores trashumantes de la zona: Gonzalo Gargallo y Salvador Altaba, de Cantavieja, con 520 y 1200 ovejas cada uno, Lionel y Juan Martorell, de Fortanete, el uno con 700 ovejas y el otro con 120 vacas. Participó también Herminio Sancho, ganadero, alcalde de Mezquita de Jarque y Diputado del PSOE en el Congreso nacional por Teruel, el historiador José Luis Castán, la Diputada de las Cortes de Aragón y alcaldesa de Mirambel, Mari Carmen Soler, y Cristina Mallén, técnico de Turismo de la Comarca del Maestrazgo, que actuó como moderadora. Al inicio de la mesa Mallén explicó a los presentes los beneficios que la trashumancia aporta al conjunto de la sociedad, al medio ambiente, a la biodiversidad, etc., destacando que su mantenimiento es muy importante a todos los niveles, y es que el fenómeno trashumante se ha incoado para ser declarado manifestación representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, y en Aragón es Bien de Interés Cultural Inmaterial. A continuación intervino Herminio Sancho, que comentó que “las políticas de los últimos años han hecho desaparecer el 50% de la ganadería extensiva” y cómo, desde su posición, intenta “luchar para reformar la PAC y que las ayudas lleguen a los ganaderos que de verdad las necesitan y merecen”. Por su parte, los pastores hablaron de los diferentes problemas que les afectan. Uno de los principales problemas que citaron fue el de la “excesiva burocracia” a la que tienen que hacer frente, y que además “es diferente en cada Comunidad Autónoma por la que pasan”, comentó Leonel Martorel, que añadió que después de cuarenta y cinco años de pastor se siente “defraudado”, y es que “todavía no hay una ley de vías pecuarias y el precio del cordero es más bajo que hace veinte años”, a lo que Gonzalo Gargallo añadía la dificultad de “conciliar la vida familiar y profesional”, y es que es difícil de compatibilizar con el trabajo de la mujer y la escolarización de los hijos, siempre hay temporadas que se pasan más separados. Por su parte, su hijo Juan Martorell, que se ha incorporado en los últimos años, se declara “optimista”, y cree que “siempre habrá pastores trashumantes si se toma conciencia de lo bueno que es”, y es que él actualmente está trabajando en conseguir comercializar la carne de sus vacas dándoles un marchamo de calidad.  

Sancho apuntó que el futuro del sector ganadero pasa por la “diversificación” y eso se consigue “con un buen acceso al agua, apostando por nuevos cultivos, como las aromáticas por ejemplo, porque el cereal ya no es viable, y tratando de hacer rentable la explotación”.

Al final de la jornada, en la que además se trataron temas tan interesantes como la venta de la lana, la ley de venta directa, la trazabilidad de los corderos, los ataques de buitres y lobos, los robos o la defensa de los rebaños con perros mastines, todos estuvieron de acuerdo en la importancia de la actividad, en mantenerla y darla a conocer para que la gente sea sensible a todo el valor que aporta a la sociedad esta tradición ancestral. De hecho el interés cada día es mayor, y en muchas ocasiones los ganaderos trashumantes han sido acompañados por personas con ganas de vivir y conocer esta experiencia, lo cual también puede representar una fuente de ingresos para ellos. Igualmente comentaron que, en sus traslados, también encuentran intolerancia y “falta de paciencia” cuando el ganado atraviesa carreteras y detiene el tráfico.      

Los asistentes a la mesa recibieron un detalle cerámico que reproducía una oveja o una vaca, como homenaje por mantener una actividad con siglos de historia, por contribuir al mantenimiento de bosques, praderas y caminos, por la biodiversidad que se mantiene y potencia gracias al paso de los ganados por los territorios y, por último, por dar a conocer el Maestrazgo y La Iglesuela del Cid y contribuir así a fomentar las visitas al territorio y el turismo rural y cultural. Y es que cada vez que se cuelga en redes sociales una foto del paso del ganado por Iglesuela, son muchos los medios de comunicación que se hacen eco del fenómeno, e igualmente se disparan los “like” en las publicaciones de Facebook. Esto es algo que reconoció especialmente Mari Roig, la responsable de la oficina de Turismo de La Iglesuela, que agradeció a los pastores que siempre le avisen cuando van a pasar para que pueda fotografiarles en las calles de la localidad. 

El punto final lo puso el público, donde varios de los presentes dedicaron a los pastores la jota  “Tendí la manta en el campo, y se me llenó de flores, bendita sea la madre, que nos parió a los pastores”. Sin duda una intensa jornada que todos esperan repetir al año que viene en el marco de un congreso, coloquio o similar, propuesta que fue recogida por el alcalde de Iglesuela, Fernando Safont, y la Comarca del Maestrazgo.