Lograr una fiscalidad especial va a ser el caballo de batalla de la estrategia demográfica

Que los territorios con problemas de despoblación puedan contar con un tratamiento fiscal diferenciador, como viene pidiéndose desde distintos ámbitos hace tiempo, se va a convertir en el gran caballo de batalla de la futura Estrategia estatal frente al reto demográfico si finalmente se desbloquea la situación política actual. El Ministerio de Hacienda no lo ve con buenos ojos y lo da por descartado, pero en cambio una luz apareció en medio de este túnel en la reunión que la semana pasada Pedro Sánchez y la excomisionada frente al reto demográfico, Isaura Leal, mantuvieron con colectivos que trabajan para hacer frente a la despoblación, entre ellos Teruel Existe y la Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (SSPA). Se trata de que haya voluntad política, pero eso sí, para alcanzarla urge que haya un Pacto de Estado.
En el encuentro con el presidente en funciones los colectivos que llevan tiempo trabajando para combatir el problema de la despoblación dejaron bien claro que es necesario definir una política fiscal diferenciada para crear desarrollo económico, que se consigue a través de la creación de empleo y por tanto de que se genere riqueza para que la gente se asiente en el territorio.
En otros sitios se han aplicado  ya medidas de este tipo, incluso en la propia Unión Europea como sucede en Francia y Reino Unido, mientras que en lugares tan alejados como Perú y Australia también se dan tratamientos fiscales diferenciadores con el objetivo de reequilibrar el territorio favoreciendo a las zonas con menor desarrollo económico. Y si eso se hace en otros países, en España no debería ser un impedimiento, aunque no siempre haya funcionado bien en otros sitios.

Directrices estatales
En cambio, en las directrices de la Estrategia estatal frente al reto demográfico que aprobó el Gobierno en la anterior legislatura en el último Consejo de Ministros celebrado en el mes de marzo, y que son la base para el futuro documento, el Ministerio de Hacienda se muestra en contra de manera rotunda.
Ese trato diferencial lo piden no solo los emprendedores y los representantes institucionales en el medio rural, sino también a nivel de administraciones superiores como es el caso del Gobierno de Aragón, donde figura en el pacto de gobierno suscrito para esta legislatura en la Comunidad Autónoma por el cuatripartito que forman el PSOE, Podemos, PAR y CHA.
Los empresarios también lo reclaman junto con los grupos de desarrollo rural agrupados en la SSPA, que conforman las provincias de Teruel, Cuenca y Soria. Y es que solo un tratamiento diferenciador en las políticas fiscales contribuiría a hacer de las zonas despobladas un territorio atractivo para instalarse, que los emprendedores pudieran desarrollar sus iniciativas, y con ello generar empleo, asentar población y atraer nuevos habitantes.
No es algo nuevo, sino que se ha dado a lo largo de la historia para fomentar la ocupación de nuevos territorios, pero el Ministerio de Hacienda no lo ve porque generaría un conflicto. En cambio un estudio de la SSPA presentado hace unos meses señalaba que hay asideros legales para poder establecer ese régimen fiscal especial en las zonas despobladas, aunque insistía también en que debe haber voluntad política para hacerlo.
Pero en cambio Hacienda es contundente con esto y dice que no se puede hacer. Así lo recoge el documento de las directrices de la estrategia. Fue algo de lo que se trató en los corrillos de la reunión de la semana pasada con Sánchez, en la que Isaura Leal y también el director del comisionado, Ignacio Molina, estuvieron hablando antes y después del encuentro con los colectivos participantes.

Informes de Hacienda
En esos corrillos se apuntó que los informes de Hacienda son los únicos que van entrecomillados en el documento de las directrices, porque se trata de un tema muy delicado pero sobre el que existiría voluntad de no cerrar las puertas a una herramienta que podría ser decisiva a la hora de cambiar la tendencia de los territorios con problemas de despoblación, porque esa fiscalidad se convertiría en un factor de atracción.
Asistentes al encuentro han asegurado a este periódico que vieron voluntad por parte de quienes han estado trabajando la estrategia, que son personas con un perfil político claro además de político, con lo cual en esa cuestión se estaría intentando ser muy prudentes por lo delicado que es el asunto, pero sin cerrar ninguna vía. Reconocieron en ese sentido que dada la situación actual de la despoblación, no se puede dejar ninguna herramienta sin valorar.
La única forma posible de avanzar en esa línea es mediante un Pacto de Estado, como reclama la España Vaciada, para que todas las formaciones políticas remen en el mismo sentido si es preciso acometer cambios legislativos e incluso constitucionales.