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El Montalbán subterráneo sale a la luz de la mano de El Farallón El Montalbán subterráneo sale a la luz de la mano de El Farallón
El salón de actos del Edificio Ítaca de Montalbán se llenó para asistir a la charla del Espeleoclub El Farallón, que celebra su 25 aniversario. Sara Falo

El Montalbán subterráneo sale a la luz de la mano de El Farallón

El interés por la charla del espeleoclub deja pequeño el salón de actos
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Un salón de actos a rebosar y con un público expectante es lo que se encontraron los miembros del  Espeleoclub El Farallón de Montalbán el pasado sábado antes de dar comienzo su charla coloquio bajo el título Montalbán subterráneo. Las doscientas plazas del salón de actos del Edificio Ítaca de la localidad se quedaron cortas para dar cobijo a los numerosos vecinos y visitantes que querían conocer de primera mano todo lo que se encuentra bajo sus pies.

Esta charla se englobaba dentro de las numerosas actividades que para todo el año 2019 viene desarrollando el espeleoclub El Farallón para conmemorar la celebración del veinticinco aniversario de su nacimiento.

El encargado de divulgar todos los trabajos de topografía e investigación que han venido haciendo en su territorio fue Juan Carlos Gordillo, miembro fundador de El Farallón, quien hizo un somero recorrido por cada una de las cavidades y secretos que ocultan las profundidades del suelo que pisan los montalbinos a diario.

El punto de partida fue el subterráneo ubicado en el macizo de la Muela, que marca el carácter y el paisaje de la localidad con su peculiar skyline. Comenzó la exposición hablando de cómo se hizo este el subterráneo junto a la fuente de Valdemiguel, un túnel de más de 60 metros que excavaron dos mineros locales, Miguel Artal y Mariano Daniel, en el año 58. Gracias a este trabajo duro se hizo la captación de agua de la localidad de la que todavía en la actualidad abastece de agua potable al pueblo.  

En el alto de la Muela se ubican otras dos cavidades naturales, la cueva del Candil y la del Greñicas, que ya aparecen en el catálogo de cavidades de la provincia que en 1965 realizara Eustaquio Castellano, propietario del Museo del Juguete de Albarracín, y que siguió con interés las explicaciones. Contaron la anécdota de que para la realización de este catálogo Castellano solicitó información a todos los ayuntamientos de la provincia, no respondiéndole ninguno de ellos, volviendo a intentarlo con las Comandancias de la Guardia Civil, recibiendo respuesta de todas ellas, con esta información confeccionó el primer catálogo.

El siguiente bloque lo dedicaron a las minas, destacando la Mina del Barranco Malo, la Mina la Concha y la Mina de la Duquesa, que junto al polvorín, en el que se guardaban los explosivos de las tres minas, fue ilustrado por numerosas fotografías hechas por Emilio Lancis. En estas minas trabajaba gente de Montalbán y se extraía lignito y también azabache. Era el año 1943 cuando entraron en pleno rendimiento y  pertenecían a Carbonífera Palomar.

Para seguir con las cavidades naturales, la tercera parte se dedicó a las existentes en el barrio pedáneo de Peñas Royas, en donde el espeleoclub  ha confeccionado la Ruta de las tres cuevas con un complicado trazado y de 9 horas de recorrido. Estas tres cuevas son la de la Calera, la cueva de la Gralla, que es una grieta tectónica, y la cueva del  Cuesquero, con una entrada y salida. También pusieron fotografías y topografías del último de sus hallazgos en el límite con Obón, la Sima de Campo Izquierdo, con una entrada vertical de más de diez metros.

Volviendo al casco urbano de la localidad, Gordillo habló de una de las peculiaridades de Montalbán y es el gran número de bodegas que se encuentran en el subsuelo de todo el centro del pueblo. De estas bodegas y de sus peculiaridades ya habló Labaña en 1611 cuando recorrió la localidad mientras confeccionaba el mapa del Reino de Aragón. Como muestra de estas bodegas proyectaron fotografías y topografías de alguna como la Bodega de Don Martín en la Calle Mayor, en donde comienza el llamado Caño de la Villa. Esta es una de las partes que mayor expectación había creado en los asistentes ya que es el gran desconocido por los habitantes y el gran ignorado desde muchos años. En las constantes exploraciones que El Farallón ha venido observando en este Caño desde el año 95 la evolución del trazado, que  ha sido muy negativa, señaló Gordillo, por el abandono del uso de las bodegas desde que dejaron de producir vino y sobre todo por el mal uso y vertido de escombros que ha ido sufriendo. En los últimos años se ha convertido en una preocupación para los ayuntamientos por las retenciones de agua que se han ido acumulando en el interior, llegando a formar hasta pequeños “lagos” en algunos de sus tramos. Actualmente el ayuntamiento sigue buscando una solución a este problema tras intervenciones de refuerzo realizados en años anteriores. 

Tras la charla se inició un coloquio en el que se resolvieron dudas y se mostró el funcionamiento de un carburero que usaban los mineros para iluminarse. Un picoteo  final organizado por las concejalías de Turismo y Cultura sirvió para intercambiar anécdotas sobre el tema.

En lo que queda de año El Farallón tiene previsto realizar una charla final sobre la Conmemoración del 25 aniversario. Historia de un club, en la que hará un recorrido en la trayectoria del espeleoclub a lo largo de estos años.

Fotografías

El público pudo ver a la salida la exposición compuesta por 46 fotografías  y una pequeña muestra de las topografías realizadas por el espeleoclub de cavidades de la provincia que muestran su gran labor de investigación y divulgación que a lo largo de estos veinticinco años han venido desarrollando. Fotografías que recogen el interior  de cuevas, simas, minas abandonadas y abrigos rupestres, dentro de los trabajos de colaboración con el Parque Cultural del Río Martín en los que han topografiado todos los abrigos con pinturas rupestres que se encuentran en los diferentes pueblos que integran el Parque Cultural. Esta exposición se encuentra en el hall del edificio Ítaca y es de libre entrada hasta fin de año.