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‘Nature’ reconoce una investigación de la Fundación Dinópolis por su impacto ‘Nature’ reconoce una investigación de la Fundación Dinópolis por su impacto
El artículo científico reconocido por ‘Nature Communications’ por su impacto y el certificado que lo acredita

‘Nature’ reconoce una investigación de la Fundación Dinópolis por su impacto

El artículo sobre un polluelo del Cretácico, entre los más leídos de 2018
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Una investigación liderada por la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis figura entre los artículos de mayor impacto publicados el año pasado por la prestigiosa publicación científica Nature Communications. El trabajo, que se publicó en marzo de 2018, trata sobre un polluelo del Cretácico encontrado en la vecina provincia de Cuenca y revela la evolución de las aves primitivas.

El científico que lideró esta publicación fue Fabien Knoll, investigador ARAID de la Fundación Dinópolis. El estudio de un pajarillo minúsculo del famoso yacimiento conquense de Las Hoyas ha sido distinguido como uno de los 50 artículos más leídos entre los publicados el año pasado en la revista Nature Communications en el campo de las ciencias biológicas y de la vida. Esta publicación es de referencia mundial y tiene un gran impacto no solo entre la comunidad científica sino también a nivel mediático.

Además, de los 50 artículos destacados que más impacto tuvieron el año pasado en Nature Communications, solo tres tratan sobre paleontología, lo que supone un mérito añadido a este reconocimiento.

La Fundación Dinópolis informa de que el estudio del espécimen de Las Hoyas ha gozado de un considerable impacto público, según indica en su web, habiendo sido  noticia de la BBC en el Reino Unido, de National Geographic en Estados Unidos y de otros numerosos medios de comunicación en todo el mundo.

La institución científica turolense recordó que Nature Communications está considerada la revista científica más prestigiosa de libre acceso que existe hoy en día. Durante el año pasado publicó más de 5.000 artículos en el campo de las ciencias naturales, entre ellos el del polluelo de Las Hoyas cuya investigación ha liderado el paleontólogo de la Fundación Dinópolis.

El artículo científico reconocido ahora por su impacto está dedicado a estudiar el fósil de un polluelo de hace 125 millones de años hallado en Cuenca y que revela aspectos desconocidos hasta ahora sobre el desarrollo de las aves primitivas en tiempos de los dinosaurios. 

Hallado en el yacimiento de conservación excepcional de Las Hoyas en la provincia de Cuenca en 2004, el fósil no había podido ser estudiado cuando se encontró debido a las proporciones tan diminutas de sus huesos, lo que ha sido posible ahora gracias al investigador ARAID de la Fundación Dinópolis Fabien Knoll, gracias a las novedosas técnicas de investigación paleontológica que se emplean hoy en día mediante el uso de los sincrotrones, una tecnológica consistente en aceleradores de partículas que facilitan el estudio de estos fósiles por muy pequeños que sean.

Varios países

La Fundación Dinópolis fue una de las instituciones científicas que participaron en esta investigación junto con el Museo de Historia Natural de Los Ángeles en EEUU, la Universidad de Mánchester del Reino Unido, la Universidad de Upsala de Suecia, el Sincrotrón Europeo de Francia, el College of Charleston, también de Estados Unidos, y los centros de investigación españoles de la Uned, la Universidad de Málaga y la Universidad Autónoma de Madrid.

El fósil es extremadamente pequeño, del tamaño de un dedo meñique, y el pajarillo murió poco después de eclosionar del huevo. La investigación se centró en el proceso de formación del tejido óseo, y al compararlo con otros especímenes fue posible desvelar las diferencias en la secuencia de osificación del esternón y de la cola.

La disparidad de osificación de este tipo de pajarillos, que tuvieron una gran diversificación en el Cretácico, sugiere que las distintas especies de Enantiornithes, a la que pertenece, tenían una estrategia de desarrollo más diversa de lo que se creía, aproximándose a lo que sucede en el grupo de las aves actuales.

Para llegar a esta conclusión fue preciso escanear el fósil en los aceleradores de partículas de tres países en Grenoble (Francia), Stanford (EEUU) y Didcot (Reino Unido).