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El Parque Minero de Andorra da el empujón definitivo al circuito ferroviario como atractivo turístico El Parque Minero de Andorra da el empujón definitivo al circuito ferroviario como atractivo turístico
Visita reciente de la comitiva comarcal al taller del artesano José Luis Pinilla, en Manzanares (Ciudad Real)

El Parque Minero de Andorra da el empujón definitivo al circuito ferroviario como atractivo turístico

Una réplica de la máquina Baldwin de la línea Andorra-Escatrón dará los paseos de 1,2 kilómetros
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El 3 de agosto de 1984, el ferrocarril minero realizó su último viaje desde los pozos de carbón de Andorra hasta la central térmica de la localidad, una fecha histórica que marcó el fin de la tracción vapor en el ancho ibérico español. Treinta y cinco años después, la Comarca Andorra-Sierra de Arcos, en colaboración con la Asociación Cultural Pozo de San Juan, ha habilitado un nuevo espacio turístico en el Parque Tecnológico Minero (MWINAS) de Andorra: un apeadero-estación desde el que parte un circuito ferroviario de unos 1.200 metros de longitud que recorre el museo al aire libre aprovechando los raíles originales del ramal que llegaba hasta la mina de extracción de lignito. 

Tras una prueba infructuosa entre 2014 y 2015 con la locomotora Deutz diesel (año 1916) cedida por la Asociación Cultural Pozo de San Juan, la institución comarcal invertirá 51.000 euros en una réplica de la máquina Baldwin, actualmente al cuidado de los Amigos del Ferrocarril de Zaragoza que aún hoy se emplea en viajes conmemorativos o turísticos.

Estos trabajos, subvencionados al 76% por los fondos Leader que gestiona el grupo de acción local Adibama, los realiza el artesano ferroviario José Luis Pinilla en su taller de Manzanares (Ciudad Real). Hasta allí se desplazaron recientemente el presidente de la Asociación Cultural, Bartolo Aglio, y la técnico de Cultura y Turismo comarcal, María Ángeles Tomás, para seguir las evoluciones de la máquina. 

La esperan para octubre

“Esperamos poder tenerla en funcionamiento en octubre”, emplazó Tomás, quien explicó que el artesano ya “ha hecho reproducciones para Port Aventura y también ha restaurado trenes históricos”.

El resultado será una fiel reproducción de la máquina Baldwin, fabricada en Estados Unidos y comprada de segunda mano en 1951 para incorporarse a los trabajos de construcción de la línea Andorra-Escatrón, en la que prestó servicio hasta 1977. “Está hecho el ténder –la carcasa donde va el motor y todo lo que hace funcionar a la máquina– y falta todo lo que es la locomotora y decoración exterior. Las ruedas están fundidas especialmente a la escala del tren”, inferior a la máquina original, detalló la técnico comarcal.

Circulará por el circuito ferroviario que se diseñó en el año 2014 en los exteriores del museo aprovechando los raíles de la antigua línea de ferrocarril minero. Una parte del trazado coincide con un ramal que llegaba hasta el Pozo de San Juan, de donde se extrajo carbón hasta principios de los años 60 del siglo pasado.

Aprovechando una festividad de Santa Bárbara, el circuito se llegó a poner en marcha, pero “no se pudieron llegar a comercializar los viajes” porque “la pobre máquina Deutz estaba tan achacosa que te arriesgabas a quedarte a mitad del viaje”. No existen piezas originales para repararla y su restauración era inviable económicamente.

Tras descartar funcionar con una locomotora de vapor, también por sus elevados costes de mantenimiento, “decidimos hacer una reproducción” de la Baldwin con la que se espera “atraer más gente” y fomentar “el turismo familiar” que reclama este tipo de experiencias.

Sí se aprovechará el vagón de época con 12 plazas y un balcón que permite contemplar los diferentes elementos del MWINAS desde el recorrido elíptico.

Nueva zona: la estación

De forma paralela al trabajo de artesanía, comarca y asociación se han volcado en la creación de una zona de estación en el museo que complete sus atractivos. “Teníamos la zona de extracción de carbón, elementos de producción de electricidad en la central, laboratorio, cómo se transporta la electricidad... y nos faltaba una parte importante para cerrar el ciclo: cómo se lleva el carbón a la central”, explicó Tomás.

A las diferentes máquinas de extracción que están expuestas en el parque exterior del Parque Tecnológico Minero, en el nuevo espacio de la estación se sumarán la locomotora de dos cabezas que tenía Samca en el interior de la mina de Ariño y la vetusta Deutz. La comarca espera que fragüen las gestiones con Endesa para que ceda también la máquina Samper de Calanda (1958) que actualmente se ubica en el recinto de la central térmica.

Por otra parte, se señalizará el circuito con señales de paso a nivel sin barrera, advertencias de curvas y el embellecimiento del andén, entre otros.

Además, se recuperará la exposición El ferrocarril minero Andorra-Escatrón que tuvo lugar en 2013 en el MWINAS para conmemorar el 60 aniversario de la inauguración del ferrocarril minero Andorra-Escatrón. La muestra fue promovida por la Asociación Cultural Pozo de San Juan, que contó con la colaboración de la comarca y del Centro de Estudios Locales de Andorra (Celan). Con un soporte diferente que aguante las inclemencias meteorológicas, los paneles se exhibirán de forma permanente en el exterior del MWINAS.

4.000 visitantes al año

 

El MWINAS recibe 4.000 visitantes al año, unas cifras que la Comarca Andorra-Sierra de Arcos espera ampliar con la explotación de los viajes en tren.

“Cuando empezamos con la locomotora Deutz vimos que despertó mucho interés, nos llamaba mucha gente interesada”, explicó la técnico de Cultura y Turismo, María Ángeles Tomás. “Entendemos que para el turismo familiar resulta un atractivo muy interesante”, destacó.

El museo está abierto en verano de viernes a domingo de 11 a 14 horas y de 17 a 20 horas, aunque atiende a grupos fuera de este horario. “La gente que va al balneario de Ariño pasa casi toda por el museo, se ha notado mucho”, valoró la responsable.

El museo está en las antiguas instalaciones mineras del Pozo de San Juan (Andorra) que, aunque abandonadas a primeros de los años 60, conservan todas sus señas de identidad: el castillete de extracción minera, la sala de máquinas, el pozo minero, los almacenes, la carpintería o la campa, por lo que las colecciones se muestran en su contexto y es más fácil comprender el trabajo en la mina. Además, los mineros retirados que constituyen la Asociación Cultural Pozo de San Juan ocasionalmente acompañan a las visitas guiadas, enriqueciéndolas con sus relatos en primera persona.