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El Centro Integral del Alabastro, abierto en agosto para el escultor Jorge Egea El Centro Integral del Alabastro, abierto en agosto para el escultor Jorge Egea
Jorge Egea se esmera en una talla. Proyecto Alabastro

El Centro Integral del Alabastro, abierto en agosto para el escultor Jorge Egea

El profesor de la Universidad de Barcelona convierte un bolo en ‘Resistencia’ mediante talla directa
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El Centro Integral del Alabastro no cierra en agosto. El escultor alcañizano Jorge Egea, firme defensor de la piedra autóctona del norte de Teruel, ha reservado plaza tres semanas en Albalate del Arzobispo para desarrollar su proyecto personal Resistencia, un trabajo figurativo que tiene su origen en la pasada Semana Santa, cuando se enamoró de un bolo de este material dúctil. 
Durante un curso que dio sobre talla de bajorrelieve los días 16, 17 y 18 de abril en el mismo centro, Egea se fijó en un bloque. “Ese mismo día hice un dibujo en una servilleta”, el de una mujer desnuda, arrodillada y encurvada hacia atrás, con la que quiere simbolizar el “concepto, un poco abstracto”, que habla “del propio trabajo con la piedra y de nuestra situación en el mundo, de resistencia”.
El profesor de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona buscó fecha para desarrollar su proyecto artístico en alabastro y se trajo consigo a Daniela Giglio, estudiante brasileña de la Accademia di Belle Arti di Bari (Italia). Llegaron el 5 de agosto y estarán hasta la semana que viene terminando sus trabajos.

Teruel en el mapa artístico
Egea valora el Proyecto Alabastro que impulsa el Centro Integral y defiende que los escultores viajen a Albalate para desarrollar sus trabajos. “Para los artistas es muy interesante y lo tenemos que potenciar para, a través de materiales autóctonos, ubicar Teruel en el mapa artístico”. Según él, es importante “dar a conocer el alabastro para que otros escultores, que ya empiezan a acudir, se interesen por la materia prima y la experiencia que ofrece el territorio de poder venir a un centro como este y hacer un trabajo insitu, de la misma forma que yo voy a Italia a trabajar el mármol blanco”.
El gerente del Proyecto Alabastro, Santiago Martínez, pone en valor que escultores de la calidad de Jorge Egea, que imparte clases en la Universidad de Barcelona y colabora en otras dos universidades privadas, hagan estancias en Albalate. “Es un tipo que no para. Mientras está aquí ha viajado a Francia a inaugurar una exposición y ha recogido unas esculturas en Madrid. Es muy activo y tiene mucho nombre”, valoró.

Talla directa
Egea está trabajando Resistencia mediante la técnica de la “talla directa”, un proyecto que partió de aquel taller de bajorrelieve. “Sentí que quería liberar esa figura que había dentro del bolo de alabastro. Trabajar la talla directa es darle mayor expresividad al trabajo en piedra”, explicó.
“Intento, incluso con un cierto primitivismo, conseguir una expresividad tanto de la figura como del material, dejarme influenciar por las características de ambos que voy descubriendo mientras tallo”, ahondó.
Egea se inició en el alabastro hace 20 años, pero “no había vuelto a trabajarlo hasta el año pasado”. Ahora le ha parecido “interesante incorporarlo” de nuevo a su obra.
Valora “la parte dúctil de modelar la figura”, similar al trabajo con el mármol blanco pero “más translúcida”. Además, el alabastro ofrece “una cantidad de vetas y de colores inesperados” con “todo tipo de tonalidades: amarillentas, ámbar” e incluso “vetas de arcilla”.
Resistencia, como cualquier obra de Egea, “puede ser adquirida” por los amantes del arte, “pero de momento la vamos a mantener aquí para que forme parte del Proyecto Alabastro y pueda participar en algunas exposiciones”, dijo con generosidad.

Alumna aventajada
En cuanto a Daniela Giglio, Egea explicó que ha venido a desarrollar otro proyecto personal, en su caso el primero con alabastro y de dimensiones reducidas. “Es un material desconocido, dado que quizá no está en el imaginario del escultor como primer material”, aunque “20 años atrás lo utilizábamos para iniciarnos”, un “contacto directo” que ahora “se ha perdido” pero que Albalate trabaja para recuperar.