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Matías López Expósito ‘el Mati, ganador de la Lámpara Minera 2019: “El flamenco no es puro; tiene una raíz cultural muy fuerte, pero no es de nadie” Matías López Expósito ‘el Mati, ganador de la Lámpara Minera 2019: “El flamenco no es puro; tiene una raíz cultural muy fuerte, pero no es de nadie”
El Mati, tras imponerse en el Cante de las Minas

Matías López Expósito ‘el Mati, ganador de la Lámpara Minera 2019: “El flamenco no es puro; tiene una raíz cultural muy fuerte, pero no es de nadie”

El barcelonés lleva el viernes a Andorra su personalidad en el cante 19 días después de triunfar en La Unión
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Llegar y besar el santo. Así fue la participación de Matías López Expósito ‘el Mati’ en el Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión (Murcia), del que se llevó a casa la Lámpara Minera, máximo galardón, en su primera participación como cantaor. A raíz de lo sucedido el 11 de agosto, a este artista barcelonés de 34 años, que empezó a los 12 y se profesionalizó a los 19, se le amontonan las actuaciones. El viernes cantará en el Pozo de San Juan de Andorra (20:00 horas) ante toda la afición turolense a la que demostrará su personalidad, que no desvirtúa los muchos palos que interpreta sino que los enriquece. 

- ¿Qué significa haber ganado la Lámpara Minera?

- Sobre todo, es una gran responsabilidad porque la gente espera que haga grandes cosas. Está muy volcada tras el concurso. 

- ¿Conlleva una gran preparación un concurso como el de La Unión?

- Para mí ha sido algo especial. Llevo años como aquel que dice dedicado a esto, pero la preparación para el festival del Cante de las Minas no ha sido tan laboriosa. Eso sí, tuve que coger bien lo que son los mecanismos del cante por mineras.

- ¿Qué tiene de particular el cante por mineras?

- Todos son distintos, pero este cante realmente está bastante en desuso a nivel de flamenco, de estar en el tablao y hacer un espectáculo. Son cantes que normalmente no se utilizan, que son muy específicos de la región de Murcia. Tienes que estar muy involucrado para llevarlos en el repertorio. 

- ¿Es un cante más íntimo?

- Las alegrías y los tangos son más fiesteros, igual que las soleás o las seguiriyas, que están más por la mano de todo el mundo. La minera se tiene en cuenta, pero sí es cierto que no se utiliza mucho, y al no hacerlo está como en un grupo de cantes íntimos.

- ¿Había participado otras veces en el Cante de las Minas?

- Sí, pero en ninguna de ellas en la modalidad de cante. Siempre como instrumentista, acompañando a músicos que se presentaban al concurso, y acompañando con la voz en el concurso de baile. Todas ellas con premio.

- El cambio de registro y de protagonismo no le ha podido ir mejor.

- Es algo que llevo años haciendo, pero era el primer concurso al que me presentaba. He actuado para peñas, festivales o ayuntamientos como primera cara, pero en el ámbito de los concursos no me había prodigado. Ha sido llegar y besar el santo.

- Además, participó en otras subcategorías, cantando otros palos.

- Me he presentado a todos los palos posibles dentro del concurso, como eran minera, taranta y taranto, tiento, seguiriya, malagueña, jabega y jabegote... Pasé la criba en algunas, en otras llegué a la final y gané en seguiriyas, tiento y minera.

- ¿Cómo definiría su estilo de cante? ¿Qué es lo que más le pudo gustar al jurado?

- La verdad es que esto lo tienen que decir los miembros del jurado. Pero he hablado con ellos y todos hacen hincapié en la personalidad que tengo. Cuando un artista se presenta con esta personalidad, cuando canta tan bien y haciendo los cantes tan personales, es difícil no premiarle. Me voy un poco de lo convencional, pero sin desvirtuar el cante, siempre aportando y evolucionando.

- Tiene 34 años y lleva sobre los escenarios de forma profesional desde los 19. ¿Cómo valora su evolución?

- Yo la veo buena y satisfactoria. El reconocimiento del público se agradece y te pone un poco ahí en el mercado y a nivel mediático, pero lo que realmente te emociona es el reconocimiento de los compañeros, de la gente que entiende.

- A raíz de su triunfo en La Unión, el teléfono no habrá parado de sonar para concretar nuevas actuaciones.

- Muchísimo. Ya sonaba muy a menudo y llevo unos años que le tengo como una pequeña fobia (ríe). La verdad es que se me está yendo un poco de las manos y esta semana estamos ultimando la oficina, un gabinete de representación. Nunca me esperaba tener que hacer esto y ahora de repente me ha venido. Así que yo me dedico a lo mío y ellos a lo suyo.

- Es artista polifacético y también le gusta el jazz. ¿Se puede fusionar de alguna forma con el flamenco?

- Siempre colaboro con músicos de jazz y me encanta investigar. Se puede compaginar porque son músicas con una raíz cultural muy fuerte y muy de base. El flamenco siempre se ha dicho que es una música pura, pero yo estoy totalmente en contra de esa opinión. No es de nadie y es lo que es gracias al nivel cultural que tiene, no sólo español sino de todas las culturas que le han rodeado.

- Actúa el viernes en Andorra, en el museo minero. Alguna minera tendrá que cantar.

- Llevaré un amplio repertorio de flamenco. Aunque el público sea minero, también seguramente sea aficionado al flamenco, por lo que agradecerá soleás, seguiriyas, alegrías y, por supuesto, alguna minera.

- Se trata de una zona que registró una fuerte inmigración de andaluces hace décadas para trabajar en la minas. Seguro que les toca la fibra.  

- Mis padres son de Badajoz y yo me he criado en las afueras de Barcelona, en el extrarradio, donde la influencia emigrante ha sido apabullante. Allí lo que hay es ambiente de peñas flamencas. 

- Acento catalán no tiene, la verdad sea dicha.

- Siempre me han preguntado en Barcelona que de dónde era, incluso de pequeño (ríe).