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La revista turolense Cabiria reflexiona sobre la relación entre cine y discapacidad La revista turolense Cabiria reflexiona sobre la relación entre cine y discapacidad
Varios autores de la revista ‘Cabiria. Cuadernos Turolenses de Cine’, con el director del rally, posan en El Jardín Amantes con el último número de la publicación

La revista turolense Cabiria reflexiona sobre la relación entre cine y discapacidad

Presentado el número 13 de la publicación turolense dentro del festival Desafío Buñuel
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La revista Cabiria. Cuadernos Turolenses de Cine reflexiona en su último número sobre la relación entre el cine y la discapacidad, coincidiendo con el reciente éxito de la película Campeones. La publicación, que podrá consultarse en formato digital a partir de mediados de septiembre en la web del Cine Maravillas, se presentó en el marco del III Rally Desafío Buñuel.

“Cine y discapacidad. Una relación comprometida” es uno de los artículos que recoge el número 13 de la revista y que firma Elena Gómez Martínez. La autora explicó que en el trabajo analiza la evolución del tratamiento que ha hecho el cine de la discapacidad, desde los clásicos que condenaban al diferente como un personaje que era representado en papeles de malvado, a visibilizar a estas personas como uno más de la sociedad.

Gómez comentó que queda todavía mucho por recorrer para que la discapacidad en el cine se vea desde la normalidad, puesto que incluso la exitosa Campeones de Javier Feser “cojea de ciertos clichés”.

En este sentido, la autora del artículo comentó que más que hacer cine sobre discapacidad, lo que hacen falta en las películas son “actores” y personajes con discapacidad “haciendo papeles normales”, visibilizando así su presencia en la sociedad en lugar de ignorarlos como sucede en las producciones cinematográficas.

Además de Elena Gómez, en este número escriben Roberto Sánchez, Antonia Bordonaba, Carlos Moreno, Carlos Gurpegui, José Baldó, Juan Villalba, Elifio Feliz de Vargas y Gonzalo Montón, su director. Parte del equipo asistió a la presentación de este número 13, entre ellos también Nacho Navarro, coordinador y editor, y Toni Alcaine, que ilustra la portada con un evocador perfil de Luis Buñuel como si de la Vía Láctea se tratara, que es uno de los títulos más conocidos de la filmografía del aragonés.

Entre otros trabajos, la publicación recoge artículos de análisis como “El thriller en el audiovisual español de ámbito rural”, “Nighthawks: Pantalla de soledades y tristezas” o el dedicado al cine y la discapacidad, junto a un trabajo  en torno a la película u, y otros de ámbito más local como “Antonio Cano y el primer cineclub en Teruel”, “TLT: Vivero de creadores audiovisuales” y la crónica del II Rally Desafío Buñuel.

También incluye dos entrevistas al realizador Jaime Rosales y a Enrique Martínez-Salanova, y la valoración de Petra y Roma como las mejores películas de 2018, según la opinión de los redactores de la revista Cabiria.

Libertarios

Su director, Gonzalo Montón, destacó la diversidad de enfoques y propuestas que ofrece la revista a través de sus diferentes artículos, que tildó de “libertarios” puesto que cada autor escribe lo que le apetece, estando abierta la publicación a muchas colaboraciones.

El coordinador, Nacho Navarro, reconoció que sacar la revista es una empresa complicada puesto que no recibe apoyos y se hace todo de forma voluntariosa. Sí reconoció que había sido una de las “ideas más maravillosas de lo que ha pasado en el cine”, e incidió en el trabajo que se ha hecho de recuperación de personajes turolenses relacionados con el cine a lo largo de los números publicados, sobre todo a través de los trabajos de Juan Villalba.

Roberto Sánchez consideró este tipo de publicaciones como algo “fundamental para la cultura con mayúsculas”, y opinó que una revista como Cabiria debería ser merecedora del apoyo de las instituciones. “Creo que es la única revista de cine que se hace en Aragón”, añadió.

Por otra parte, Carlos Gurpegui dijo que “frente a una cultura de catálogo, la revista Cabiria apuesta por nutrir nuestras posibilidades de interpretar el arte, y educar la mirada. Que vuelva a ser Teruel resulta quijotesco, pero a la par esperanzador: la pasión, el mimo y el compromiso de la publicación es todo un ejemplo de comprender las claves del lector preocupado por el cine”.