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Pilar Martín, ceramista: “Hago meninas en cerámica de gran tamaño, de hasta un metro y con todo detalle” Pilar Martín, ceramista: “Hago meninas en cerámica de gran tamaño, de hasta un metro y con todo detalle”
Pilar Martín, con sus meninas durante el Fin de Semana Medieval de Rubielos

Pilar Martín, ceramista: “Hago meninas en cerámica de gran tamaño, de hasta un metro y con todo detalle”

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Cruz Aguilar

Pilar Martín nació en Olba, en Los Pertegaces, y está muy vinculada a Rubielos de Mora porque de allí era su marido y también su padre. Aunque reside en Valencia, lleva muchos años veraneando en Rubielos donde restauraron una gran casona cuyo amplio patio le sirve ahora para albergar, a modo de museo, una buena parte de sus creaciones  cerámicas. Pilar Martín era pintora y dedicaba buena parte de su tiempo a plasmar sobre lienzo los paisajes que le rodeaban, pero una alergia al aguarrás le obligó, hace ya dos décadas, a abandonar su gran pasión y buscar una sustituta, que halló en la cerámica.

-¿Qué supuso dejar la pintura?

-Llevaba muchos años pintando, desde los 20 años iba a una academia a aprender, pero no me hundí, enseguida busqué otras alternativas como la cerámica, que es como una droga. Además de piezas de decoración también me hice todos los azulejos para mi casa, que entonces estábamos restaurando.

-¿Qué tipo de trabajos hace ahora en cerámica?

-Toco todo, desde piezas de inspiración del siglo XVIII a socarrats u óxidos cocidos a 1.200 o 1.500 grados.

-¿Qué piezas crea?

-Sobre todo meninas, pero también gallinas, peces, toreros… toco un poco de todo.

-¿A qué se debe su fijación por las meninas? 

-Soy de Olba, del mismo pueblo que Manuel Pertegaz, y quizá se me contagió su pasión por la costura. De pequeña siempre estaba recortando vestidos de muñeca, me encantaba coser, hice corte y confección y por eso en barro hago meninas con grandes vestidos que voy construyendo pieza a pieza. 

-Las meninas tienen muchos detalles. ¿Lo hace todo usted?

-Sí, todo está hecho uno a uno, no hay nada de molde, lo hago todo original y, una vez cocida y bizcochada le aplico pintura de óxido de hierro, manganeso o cobre y la vuelvo a cocer.

-¿Cómo hace los detalles?

- Los pelos por ejemplo los hago con churreras, es como una jeringuilla que al apretar te salen los churros y tu vas formando el pelo, si tuviera que hacer pelo a pelo sería imposible. También hago flores de pitiminí, que me encantan, las pongo en el pelo, en las faldas.

-¿Sus piezas son copias de las meninas de Velázquez?

- No, son creaciones mías, no hay ninguna igual que las del cuadro y tampoco he hecho ninguna similar a otra, cada una es diferente, llevan lazos, bolsos, abanicos, para asemejar a la  época en las que las señoras llevaban esos complementos y también pañuelo para ir a los toros.

-¿Cuantas meninas ha hecho a lo largo de su vida?

-No las he contado, pero muchísimas, centenares, hay hasta en Estados Unidos.

-¿Cree que la gente aprecia la artesanía?

-Apreciarlo sí pero le cuesta mucho gastar, son piezas de coleccionista.

-¿Dónde las vende?

-A nivel particular y también en alguna tienda. Por internet está en proyecto.

-¿Cuanto tiempo le lleva hacer una de estas piezas?

-Tres o cuatro días para formarla luego hay que esperar que se seque, cocerla, pintarla y volverla a cocer. Corres el riesgo de que te dejes una burbuja dentro, estalle y pierdas todo el trabajo.

-¿De qué tamaño es la menina más grande que ha hecho?

-De un metro. Me la compró un pariente mío, a veces las quieren para ponerlas en el hueco de la escalera. Ahora tengo otra para cocer de unos 80 centímetros, creo que me quedará preciosa. La pega de estas tan grandes es que las tengo que cocer por partes porque no hay hornos tan grades para meterlas de una pieza.  En mi horno cogen de hasta 50 centímetros, que ya son grandes, pero las que son más grandes no y solo de la cocción me cobran cien euros. Hay otras de pocos centímetros, la más pequeña de unos ocho centímetros, el trabajo es el mismo porque los detalles tienes que ir con mucho más cuidado. En las grandes tienen más cantidad de barro y hay más dificultad para moverlas, a veces me tienen que ayudar mis hijos porque son muy pesadas, las más grandes pueden llegar a los 15 o 20 kilos.

-¿Trabaja en Rubielos o en Valencia?

-En Valencia, aunque tengo horno también en Rubielos.

-También hace unas gallinas con posturas muy humanizadas y graciosas. ¿Cómo surgieron?

-Me vino un día la idea de hacer gallinas como si estuvieran esclafadas sobre un huevo y han tenido mucho éxito. 

-¿Más que las meninas?

-No, he vendido más meninas, son más populares.

-¿Cuantos años hace que participa en la feria de Rubielos?

-5 o 6 solo, llevo con la cerámica 30 años, pero antes no me daba por vender en Rubielos.

-¿Tienen éxito?

-El primer año me fue muy bien, vendí muchísimas meninas, pero la crisis ha ido a más. A la gente le gustan, pero cuando les das el precio te dicen que no tienen lugar para ponerlas o que se pueden romper. Participo en los medievales sobre todo para colaborar con el Ayuntamiento.

-¿Qué tal le han ido las ventas este año?

-Bien, pero ha habido menos ventas y menos público que otros años.

-¿Tiene alguna pieza inspirada en Rubielos?

-Tengo una pileta que muestra la torre de Rubielos.