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La prospección en el cementerio de Alcañiz para localizar a cuatro fusilados de Foz Calanda termina sin encontrar los restos La prospección en el cementerio de Alcañiz para localizar a cuatro fusilados de Foz Calanda termina sin encontrar los restos
La prospección en el cementerio se dio por acabada el lunes

La prospección en el cementerio de Alcañiz para localizar a cuatro fusilados de Foz Calanda termina sin encontrar los restos

Los arqueólogos propondrán que, si hay financiación, se trabaje en dos zonas más
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La campaña de prospecciones que ha llevado a cabo la asociación Pozos de Caudé para encontrar a cuatro vecinos de Foz Calanda fusilados y enterrados en el cementerio de Alcañiz no ha dado resultados. La cata realizada por el equipo de arqueólogos y antropólogos contratado por la asociación ha localizado los restos de 17 personas en el lugar donde presumiblemente deberían estar los fusilados entre 1938 y 1940, pero ninguno de los cuerpos hallados presenta signos de muerte por fusilamiento.

El equipo de investigación terminó su trabajo, al haberse terminado la financiación (6.000 euros) otorgada por el Gobierno de Aragón para este proyecto de recuperación de la memoria histórica en su anualidad de 2018. Los investigadores cubrieron con una malla los restos y echaron una capa de tierra, una vez se ha determinado que ninguno de ellos sufrió muerte por fusilamiento.

La prospección arqueológica se ha realizado en una zona en la que está documentado que se enterraron cuerpos de fusilados entre 1938 y 1940. No obstante, lo que han encontrado los investigadores, según explicó el director de la excavación, Javier Ruiz, son un conjunto de fosas comunes que siguen, “como es habitual en un cementerio, un orden  en el enterramiento, con filas bien alineadas en las que se iba enterrando a personas y que además se inhumaban en ataúdes”.

El marco en el que se ha puesto a trabajar el equipo tiene grandes dimensiones, lo que han llevado a los arqueólogos a barajar la posibilidad de realizar al menos dos sondeos más similares al actual si la investigación continúa. Ruiz aseguró que “si hay financiación en el futuro, habría que explorar un área más grande que la actual o realizar varios sondeos más parecidos al actual para ver qué nos encontramos y asegurarnos de que en esta zona no están los fusilados que estamos buscando”.

Los arqueólogos terminaron el lunes de limpiar la zona excavada, después de haber trabajado todo el fin de semana. Pero la financiación se ha terminado.

Lo que han localizado durante los días que ha durado la prospección arqueológica son los restos de 17 personas, algunos de los cuáles “estaban cortados o conservados sólo parcialmente”. Creen que debido a que se trata de un conjunto de fosas realizadas en zanja que se iban excavando a medida que se enterraba a personas. También es posible, señaló Ruiz, “que los familiares decidieran llevarse a sus seres queridos a otros nichos o panteones familiares, porque en algunos casos se pueden ver sólo unos restos, pero falta el resto del cuerpo”. En estos casos, añadió, “será porque habría habido alguna cruz o porque los familiares sabían dónde estaban enterrados y se los pudieron llevar”.

Entre los restos de las 17 personas, están los de dos ancianos y los de un niño, y algún esqueleto lleva puesto un rosario o alguna medalla religiosa. La posibilidad de realizar un análisis con Carbono 14 de los huesos queda descartada por los costes que tiene este método de datación. No obstante, estudiarán la iconografía de los símbolos religiosos por si pueden aportar alguna prueba de la fecha en la que éstos fueron enterrados. El director de la excavación tampoco confía demasiado en que estos datos ofrezcan una información precisa, ya que “alguna iconografía religiosa puede usarse durante siglos”.

La conclusión después de seis días de excavación es que “no se aprecia en la zona prospectada lo que buscamos”. Y aunque “por los testimonios que existen y la documentación consultada deberían estar en esta zona, la realidad es que ni hay fusilados ni tampoco hemos encontrado a los que fueron enterrados como consecuencia del bombardeo”.

Tal y como explicó el director, “todas las personas irreconocibles o los soldados que fallecieron en el bombardeo del 3 de marzo de 1938 se enterraron en una fosa entrando al cementerio a la izquierda. Aunque en un momento dado se trajeron a esta otra fosa en la que, de momento, no ha aparecido ningún indicio”.

Entre las hipótesis que barajan está la que señala que fusilados y muertos en el bombardeo del 3 de marzo estarán enterrados “mezclados con otras personas civiles que pudieran haber muerto en la época, algo lógico, ya que en los cementerios que están en uso se suele enterrar de una manera ordenada y cronológica”. Otra cuestión, apostilló el director de la excavación, es que “a veces ocurre que cuando se llenan las fosas se empieza a sacar a la gente, se llevan los restos al osario y se continúa enterrando”. Así las cosas, añadió, “la conclusión es que aquí no están, que pudieron estar, pero que, si se ha seguido enterrando hasta los años 70 u 80 igual no queda nada, porque se podrían haber sacado para hacer nuevos enterramientos”.

El equipo de trabajo preparará un documento final informando de lo que se ha localizado  en estos días y realizará una proyección, en función de lo que se ha encontrado, del número de restos que pueden aparecer en la zona.