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Chesus Calvo lleva el Patronato de Reducción de Penas al mundo del cómic Chesus Calvo lleva el Patronato de Reducción de Penas al mundo del cómic
Chesus Calvo (izda.), acompañado por Santiago Gascón, durante la presentación del cómic en Teruel, en el establecimiento especializado Zombies y Princesas

Chesus Calvo lleva el Patronato de Reducción de Penas al mundo del cómic

GP Ediciones presentó su último lanzamiento, ‘Esclavos de Franco’, en la capital turolense
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Julián es el protagonista de Esclavos de Franco, la última novedad de la editorial de cómic aragonesa GP Edición, escrito y dibujado por Chesus Calvo y que fue presentado en la librería especializada Zombies y Princesas. El acto fue presentado por el profesor Santiago Gascón y contó con la presencia del autor y de Daniel Viñuales, editor de GP. 

El historietista zaragozano, autor de obras como El manuscrito Saknussemm o Los cuatro trabajos y medio de Marco di Lampedusa se mete de lleno en el género histórico para crear una obra que tiene mucho de didáctico, y que habla fundamentalmente del Patronato Central de Redención de Penas, un organismo creado por Franco al término de la guerra civil para disponer de mano de obra barata para crear infraestructuras o reparar las dañadas, empleando presos políticos y comunes a cambio de reducciones de pena. “Más o menos todos conocemos el caso de la construcción del Valle de los Caídos, pero la importancia que tuvo esa institución en la construcción de pantanos o carreteras por toda España fue enorme y me da la impresión de que es bastante desconocida, así que intuí que tenía una historia que contar para aportar mi granito de arena a través del cómic”. 

La obra se desdobla en dos historias; la primera y la que mayor atención ocupa habla del día a día de Julián en uno de esos campos de trabajo donde es internado tras ser capturado por el ejército rebelde antes de lograr escapar de España por los Pirineos, y la segunda, en forma de flashbacks, narra los momentos de la guerra civil que se han quedado grabados a fuego en la mente del protagonista, desde el parte radiofónico que anuncia la sublevación militar hasta el momento de su captura, pasando por el adiós a su novia, la marcha al frente o la primera acción de combate en la que se ve obligado a tomar parte. 

Aunque Calvo se imaginó a Julián en algún pueblo del Pirineo, las localizaciones del cómic son ficticias y no están expresamente indicadas. “Primero porque eso me hubiera obligado a un trabajo de documentación mucho mayor, y segundo porque la historia en realidad es una metáfora novelada para hablar sobre una serie de hechos históricos”, explica el dibujante, que añade que en realidad el cómic es un ejercicio de empatía con el propio Julián. “Con el que traté de identificarme para sentir cómo se vería afectado mi mundo, el mundo de una persona normal, cuando una guerra civil estalla y arrastra con todo”. 

Julián es capturado y obligado a trabajar en un campo que está construyendo una carretera sin identificar históricamente. Huye así del tópico del Valle de los Caídos para explicar la labor del Patronato de forma más global. Sin embargo utiliza varios elementos históricos con los que se ha tropezado y en los que inspira algunos de sus personajes o escenas. “Me tropecé con un irlandés que estuvo en uno de estos campos, en Miranda de Ebro, y lo utilicé para hablar de los extranjeros que también sirvieron como mano de obra”. 

Chesus Calvo, que cuenta en su cómic con un prólogo de Quique Gómez, es autor del guion, de las ilustraciones y de la fase de coloreado. Asegura que la obra está planteada sin una toma clara de partido. “Todos somos conscientes más o menos de lo que fue la historia, que al final se puede distorsionar pero no tanto. Mi intención no es remover conciencias ni reivindicar nada, y quien lea el cómic lo verá claramente. Simplemente quería contar ese trocito de historia reciente de nuestro país, y si Esclavos de Franco sirve para que a alguien le pique el gusanillo y decida profundizar más, bienvenido sea”.

El historietista se ha sentido muy cómodo en esta incursión en el género del cómic histórico, que ha tocado por vez primera y que podría repetir en sus próximos proyectos para GP Ediciones. “Tengo un par de proyectos sobre la mesa y ahora mismo estoy pensando por cual me inclino”, explica Chesus Calvo. Lo único que se atreve a adelantar por el momento es que ambos son oneshots –álbumes autoconclusivos– y que ambos tienen elementos históricos; ambientados en los principios del siglo XX en Zaragoza el primero, y sobre un personaje histórico posterior a la guerra civil el segundo.