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Cara a cara Cara a cara

Cara a cara

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Elena Gómez

Dicen que los seres humanos del siglo XXI pasamos la mayoría del tiempo mirando las pantallas de nuestros móviles, tabletas u ordenadores, convirtiendo este hábito en una adicción. A mí, gran defensora de la era de la tecnología, me cuesta pensar que estemos perdiendo nuestras cualidades como seres sociales. Pero los pilares de mi convencimiento empiezan a caer… 

Hace unos días escuché una noticia en la que se explicaba que hoy en día nos podemos divorciar a través de una aplicación de móvil. Los diseñadores de la misma defendían la gran ventaja que es evitar el enfrentamiento a la hora de negociar todo lo necesario durante la ruptura. Increíble.

Me gustaría pensar que hemos diversificado las formas en las que nos relacionamos con los demás, pero parece evidente que las estamos restringiendo tanto que estamos comenzando a huir de la comunicación verbal, la más intrínseca y natural a nuestra condición humana.

Nos da miedo la confrontación y para evitarla preferimos utilizar el mensaje escrito desde un parapeto que nos ayuda a esconder, e incluso simular, nuestras emociones. Se ha generalizado la idea de que mantener la calma es lo más correcto, pero como nos resulta imposible en algunas ocasiones, utilizar este método nos libera de parecer unos salvajes.

Sin embargo, lo que nos diferencia de otros seres vivos es precisamente la emoción. Es bueno reír, conversar o ser asertivo, pero también lo es llorar, gritar, desesperarse o discutir. Hablar con los demás frente a frente nos da la posibilidad de interpretar no solo las palabras, sino también los gestos, las tonalidades y los dobles sentidos. Nos permite también ser empáticos y comprender que todos tenemos más o menos las mismas reacciones ante situaciones similares.

Por eso mi consejo es que utilicemos la mensajería instantánea como una herramienta más, pero nunca perdamos nuestra esencia. Olvidémonos de la frialdad de las pantallas y disfrutemos de las conversaciones cara a cara, aunque estas se transformen en disputa.