Síguenos
La escasez de precipitaciones dificulta los trabajos previos a la siembra de cereal en la provincia La escasez de precipitaciones dificulta los trabajos previos a la siembra de cereal en la provincia
Un agricultor prepara el terreno para la siembra con el chisel en Alpeñés

La escasez de precipitaciones dificulta los trabajos previos a la siembra de cereal en la provincia

Las últimas lluvias han caído de forma muy irregular
banner click 244 banner 244

La escasez de precipitaciones y su reparto irregular está dificultando la preparación de la tierra para la próxima siembra del cereal de invierno, que debería comenzar una vez pasado el Pilar. Las últimas lluvias caídas a mediados de septiembre beneficiaron sobre todo al sur de la provincia. En el resto, las tormentas han provocado que incluso dentro del mismo término municipal haya fincas ya preparadas y otras en las que todavía no se ha podido trabajar.

Habitualmente, el cereal de invierno se siembra desde mediados de octubre hasta finales de noviembre en función de la altitud y del cultivo, ya que primero se siembran centenos y triticales y después trigos y cebadas. En esta ocasión, y al contrario que el año pasado, la campaña podría retrasarse porque la escasez de precipitaciones está dificultando los trabajos previos.

El secretario general de UPA Aragón, José Manuel Roche, indicó que está es una situación a la que los agricultores turolenses están acostumbrados y que, aunque las condiciones no son las ideales, aún es pronto para alarmarse.

“Ha habido años en los que las condiciones de siembra eran ideales pero después no ha llovido suficiente y la cosecha se ha ido al traste y otros en los que se ha sembrado en seco y la semilla ha quedado guardada y ha germinado más adelante con las lluvias y se han dado buenas cosechas”, explicó. En este sentido, recordó que en ocasiones la campaña de siembra se ha prolongado hasta enero.

Roche indicó que es más importante que llueva una vez que se haya sembrado para que la planta pueda desarrollarse con normalidad, aunque deseó que llueva pronto para que la tierra se pueda preparar en mejores condiciones.

Y es que, en algunas zonas de la provincia los campos están tan secos que los agricultores todavía no han podido comenzar los trabajos previos a la siembra.

“Nos está costando mucho preparar el terreno por la escasez de lluvias. En algunas zonas está tan seco que todavía no se ha podido hacer nada”, corroboró desde UAGA Marcos Garcés.

En el sur de la provincia, las precipitaciones caídas a mediados de septiembre a causa de la DANA han favorecido la preparación de los terrenos, pero en otras zonas, como el entorno de Calamocha, no se puede trabajar, indicaron desde las organizaciones agrarias.

“En buena parte del Jiloca no se puede meter aún la maquinaria o cuesta mucho hacerlo, con el consiguiente incremento del tiempo de trabajo, del gasto de combustible y del desgaste del hierro”, indicó el presidente de Asaja Teruel, José Manuel Cebollada.

Añadió que a la falta de lluvia hay que sumar las altas temperaturas y que además la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha previsto un otoño más cálido de lo habitual y con precipitaciones irregulares. “Sino cambian las condiciones meteorológicas, la siembra de cereal de invierno va a ser mala y otra vez se quedarán muchos campos en barbecho”, comentó Cebollada.

Según Cebollada, sino se realiza la siembra en el tiempo previsto, “la planta no va en su ciclo y el frío puede llegar antes de que la raíz esté formada”. “No me gusta cómo va la cosa, porque generalmente lo que empieza mal no termina bien”, aseveró.

Según Marcos Garcés, la preparación de los terrenos está siendo muy desigual dado que las precipitaciones más importantes afectaron al sur de la provincia, pero en el resto solo ha habido tormentas.

Esto ha provocado que en algunos pueblos haya parajes en los que ya se ha podido preparar el suelo y en otros en los que aún no se ha podido trabajar, dijo.

Como el resto de responsables de las organizaciones agrarias, Garcés confía en que llueva en las próximas fechas para poder contar con tempero en la siembra. “Haría falta que lloviera porque otras vez encadenamos varios meses sin precipitaciones serias. Además de para la siembra, el agua es necesaria para los pastos y para recargar los acuíferos”, indicó.

El primer fin de semana del otoño ha dejado valores muy superiores a lo propio de la estación y septiembre se ha despedido cumpliendo con el refranero popular, que denomina a este episodio veranillo del membrillo o de San Miguel, cuyo patrón fue el día 29.