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Isabel Soria y José Manuel Herraiz, directores del documental ‘Los Cielos Españoles’: “En lugar de lamentar lo que ya no tenemos, conservemos lo que aún nos queda” Isabel Soria y José Manuel Herraiz, directores del documental ‘Los Cielos Españoles’: “En lugar de lamentar lo que ya no tenemos, conservemos lo que aún nos queda”
José Manuel Herraiz e Isabel Soria, directores de ‘Los cielos españoles’. M. A.

Isabel Soria y José Manuel Herraiz, directores del documental ‘Los Cielos Españoles’: “En lugar de lamentar lo que ya no tenemos, conservemos lo que aún nos queda”

El documental sobre el expolio de las techumbres mudéjares se estrenará en La 2 y en Aragón TV
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Isabel Soria y Jose Manuel Herraiz son los directores de Los cielos españoles, un documental que repasa la historia del arte español expoliado a principios del siglo XX a través de las techumbres mudéjares, y en el que varias piezas turolenses comparten protagonismo con ejemplos de carpintería de lo blanco de toda España. Producido por Albella, RTVE y Aragón TV, será estrenado próximamente en La 2 y en la televisión autonómica. 

-¿Qué es lo que encendió la chispa para hacer Los cielos españoles?

-Isabel Soria: Hace algunos años estuve en un congreso y empecé a escuchar cosas sobre el patrimonio emigrado. Me pareció increíble que yo, que he estudiado historia del arte, estuviera tan poco familiarizada con esos temas, y empecé a investigar por mi cuenta. José Manuel (Herraiz)  ya había hecho documentales culturales y sobre arquitectura, como Agustín Sanz, el arquitecto fiel, y cuando le hablé del tema le apasionó y empezamos a darle vueltas. Íbamos a centrarnos en un retablo, pero al final vimos que la línea buena para hacer esto era hablar sobre los techos, porque era algo muy aragonés, porque meteríamos a Teruel sí o sí, porque hablaríamos de arte mudéjar, nos abriría el abanico a toda España y se trata de una artesanía que apenas se conoce. 

- José Manuel Herraiz: De esa forma de un tema inabarcable como el patrimonio emigrado, nos centramos en una pieza muy concreta, no muy conocida, bonita, con vinculos aragoneses, y con un personaje de primera magnitud internacional como William Randolph Hearst.

-¿Hearst se especializó en el expolio de techumbres?

-J. M. H.: Le gustaban muchísimo aunque compró de todo. Lo que pasa es que como compró muchas cosas de todo, también tuvo muchísimos techos, 85 en España que se sepa. Los techos italianos, franceses o alemanes eran parecidos entre sí, pero la mezcla de estilos que tenían los españoles era única.

-¿Pero se habla de Hearst porque fue muy conocido en su época, o realmente acaparó más arte que otras fortunas más anónimas de Estados Unidos?

-I. S.: Se dice que llegó a comprar el 20% del arte que salió de Europa. Era un coleccionista compulsivo que quería hacer un museo en memoria de su madre, pero al final se arruinó y ese proyecto se quedó paralizado.

-¿Las colecciones de arte de W. R. Hearst siguen siendo propiedad de la familia?

-J.M.H.: Hearst tenía muchas mansiones que se fueron vendiendo. La más emblemática, Hearst Castle, se intercambió en pago a una condonación de impuestos al estado de California, y ahora es una especie de Parque Nacional.

-Al menos parte de ese patrimonio expoliado es público y puede ser disfrutado por mucha gente... ¿no?

-J.M.H.: Sí, así es. Y es verdad que aunque fue una tragedia que salieran todas esas piezas de España, algunas de forma turbia, todo tiene su parte positiva, y es que hoy en día todas esas piezas son como embajadores de la cultura española. 

-¿Cabe decir que parte de ese patrimonio se hubiera perdido si hubiera permanecido aquí durante los duros años 20, 30 y la posguerra?

-J.M.H.: Parte de él, sin duda se hubiera perdido. Eso es cierto. 

-I. S.: O no. Yo en eso discrepo. Como no pasó no podemos asegurarlo. 

-J.M.H: Hubo muchas casuísticas diferentes y cada pieza tiene una historia diferente. Hay algunas que se habrían destruido, no me cabe duda. Pero otras no. Otras se robaron, otras se vendieron de forma totalmente legal, con luz y taquígrafos... Cada pieza fue un caso distinto.

-¿Se pueden recuperar?

-I.S.: Hay piezas que se podrían recuperar o recomprar. Pero alguien que tiene la techumbre instalada en su casa no la va a desmontar para devolvértela. 

-J.M.H.: Conocimos a un coleccionista mexicano en San Pedro Garza que ha adquirido algunas piezas en subastas totalmente legales. Además muchos de los espacios donde estaban ubicados ni siquiera existen ya, como la Casa del Judío, en Teruel.

-I.S.: Y tampoco hay que hacer un drama. Nosotros en el documental contamos la historia desde un punto de vista positivo. Quedan miles de techumbres interesantes en España. En lugar de lamentarnos, conservemos lo que todavía nos queda.

-¿Podría ocurrir hoy en día lo que ocurrió en las primeras décadas del siglo pasado con el arte expoliado?

-I.S.: Sería realmente difícil. Ahora existe una concienciación y una legislación sobre patrimonio que no te permite vender así como así una obra de arte de primer orden aunque sea tuya y la tengas en tu casa. 

-¿Cómo le da forma a todo esto en el audiovisual, en Los cielos españoles?

-Hay una parte de documental tradicional con testimonios de especialistas, hay recreaciones con animaciones preciosas, de Lluis Ozonas, que coincide con la parte más detectivesca y dramatizada de los agentes de Hearst en España. Y además en el documental pasan muchas cosas y viaja por todo el mundo. Y rinde homenaje especial a la techumbre de la Catedral de Teruel porque fue uno de los primerísimos en su estilo en España. Todos los que se hicieron después le imitaron. Se dice que llegó a estar medida por Hearst para llevársela, pero probablemente al tratarse de la techumbre de toda una Catedral desestimó la idea.