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Daniel Albero Puig, primer diabético de tipo 1 en participar en el Dakar: “Casi hay que prestarle más atencion al estado físico que a la propia conducción” Daniel Albero Puig, primer diabético de tipo 1 en participar en el Dakar: “Casi hay que prestarle más atencion al estado físico que a la propia conducción”
Daniel Albero, en Teruel, donde ofreció una charla con sus vivencias. J.L.R:

Daniel Albero Puig, primer diabético de tipo 1 en participar en el Dakar: “Casi hay que prestarle más atencion al estado físico que a la propia conducción”

El piloto de ‘Off Road’ se ha marcado la meta de ser el primer diabético en completar todas las etapas del rally
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José Luis Rubio

Fue el primer motorista con diabetes de tipo 1 en participar en el Rally Dakar, en el que logró completar tres de las etapas de la considerada carrera más dura del mundo. Daniel Albero estuvo en Teruel compartiendo su experiencia encima de la moto con la Asociación  de Diabéticos de Teruel AdeTeruel en el marco de las jornadas con motivo del Día Mundial de la Diabetes, aunque también pensando en la próxima edición del Dakar, ahora en tierras de Arabia Saudí

-Usted ha sido el primer diabético de tipo 1 en acudir al reto  dakariano...

-Sí, nunca ningún diabético se había propuesto participar en una carrera de este tipo, aunque también es verdad que la tecnología hasta ahora tampoco lo permitía. Hasta ahora era muy aventurado el poder correr una carrera de este tipo con tantas horas encima de la moto sin un medido de glucosa continuo, por ejemplo. Sí que se podía, pero había que ir parando e ir pinchándote... y en el Dakar tienes que cumplir unos horarios por lo que tampoco puedes ir parándote.

No he conseguido terminar el Dakar aún. El año pasado conseguimos completar tres etapas y abandoné en la cuarta. 

- El Dakar es una prueba muy dura, en la que se castiga mucho el cuerpo. ¿Cuánto más duro es ésto para una persona con diabetes?

-  Por nuestra condición, nosotros tenemos que estar continuamente controlándonos la glucemia y tener controlado también en todo momento lo que comemos y las horas que vamos a estar encima de la moto, aunque sean estimadas, porque el raid es un deporte en el que nunca sabes exactamente  qué es lo que te va a pasar, porque no sabes si vas a tener una avería o si te tienes que quedar a dormir en el desierto. Por eso, cada mañana cuando salgo del campamento lo hago como si me fuese a tener que quedar a dormir en las dunas, y voy preparado con mi insulina y mi comida, porque sería muy peligroso tener que pasar la noche sin estar preparado.

- ¿Un diabético tiene unas rutinas distintas al resto de participantes en la competición?

­- El desayuno siempre es importante. Los primeros días de carrera siempre son complicados porque la glucemia está más a la alta que a la baja por los nervios, la tensión y por la propia carrera. Los primeros días es muy complicado gestionarlo todo. Si consigues dormir bien es un logro, y levantarte con un buen índice glucémico también lo es, porque es señal de que has descansado bien. Por eso hay que controlarse la glucemia la noche anterior a fin de levantarte en óptimas condiciones y poder desayunar.

En función de cómo desayunes y cómo te hayas levantado te inyectas la insulina que necesites para neutralizar ese desayuno. Hay que intentar salir con la glucemia un poquito más elevada de lo normal para tener un margen en el que poder trabajar. A partir de ahí, llevo un medido de glucosa continuo  instalado en el moto que me va indicando en todo momento cómo tengo esta glucemia. Llevo un doble camel-back, y ahí sí que penalizo un poco porque el resto  mis compañeros llevan en la espalda dos litros de agua y yo llevo cuatro, dos de agua y dos un tipo de comida líquida a base de dextrosa para poder remontar estas glucemias.

- ¿Cuanto le ha condicionado la diabetes durante el Dakar o en otras pruebas como la Baja Aragón?

- Te condiciona porque tienes que estar atento a más cosas que las demás personas no tienen que controlar. Si hay algún momento en el que el azúcar lo tienes más bajo, tu rendimiento también baja y te quedas sin fuerzas y se te nubla la vista, y sin darte cuenta pierdes ritmo. Cuando ves que vas lento, miras el medidor y ves que estás bajo. Durante ese tiempo que tardas en remontar la concentración no es la misma y pierdes un poco de ritmo. Casi hay que prestarle más atención al estado físico que a la conducción.

- ¿Por que tuvo que abandonar en el último Dakar?

- Abandoné porque ya salí de España con una muñeca maltrecha tras un accidente diez antes de la carrera. Además, me había puesto la vacuna contra la gripe y me resfrié bastante. Subí al avión muy resfriado. Esto me condicionó mucho porque en el Dakar, si estás al cien por cien ya es difícil, y si encima no estás a tope aún se complica más.  Además, el avión salió con 12 horas de retraso y llegamos muy justos de tiempo. Por otra parte, el cambio de hora a seis horas en Perú fue otro enemigo con el que yo no contaba. Una noche llegué muy tarde al campamento y estaba lloviendo. Llegué frío y con fiebre y decimos abandonar, porque había conseguido terminar la tercera etapa, pero por seguridad decidimos no tomar la salida de la cuarta etapa porque era muy arriesgado. Si hubiera pasado algo o si el abandono hubiera sido por la diabetes no hubiese estado bien.

- ¿Este año vuelve a participar en el Dakar?¿Qué objetivo se ha marcado?

- Este año corremos con el dorsal 105. Ya somos la primera persona con diabetes en participar en el Dakar y ahora queremos marcar el hito de ser la primera persona con diabetes en cruzar la meta.

- Usted realiza parte de su entrenamiento en Teruel.

- Subo mucho a Teruel y aquí tengo buenos amigos. Además, corro la Baja España Aragón, que esta ha sido mi quinta participación, aunque este año he venido como asistencia. Teruel tiene un territorio para andar en moto fantástico.