Desarticulada una red de narcos que operaban entre el Bajo Aragón y Caspe

Agentes de la Guardia Civil han detenido a los cuatro integrantes de una red de presuntos traficantes de droga que operaban en la comarca del Bajo Aragón, entre las localidades de Caspe (Zaragoza) y Alcañiz.

Según informa el Instituto Armado, las investigaciones se iniciaron a comienzos del pasado julio ante las informaciones recibidas por los agentes en relación a la existencia de un grupo de personas dedicadas a la venta de sustancias estupefacientes en distintas localidades de la comarca.

Las pesquisas permitieron verificar la identidad de cuatro personas, residentes en Caspe y Alcañiz, que actuaban de forma organizada para la venta de drogas, y obtener numerosos indicios de su presunta actividad delictiva.

Tras comprobar la información obtenida, los investigadores procedieron la noche del pasado domingo a establecer un control en un acceso viario a Zaragoza para interceptar los dos vehículos en los que se desplazaban los sospechosos y proceder a su detención.

En los vehículos intervenidos, los agentes localizaron cinco kilogramos de cogollos de marihuana así como varios teléfonos móviles.

Tras las detenciones, la Guardia Civil efectuó dos registros en los domicilios de los sospechosos, uno ubicado en Caspe y el segundo en Alcañiz, que se saldaron con la incautación de otros siete kilogramos de marihuana, dos armas largas, más de doscientos cartuchos de 9 milímetros, una báscula de precisión, sustancias para elaborar y adulterar la droga y 11.000 euros en efectivo.

Las fuentes destacan que el dinero intervenido a la banda fue localizado en la cavidad existente tras el bidé del cuarto de baño, envuelto en plástico transparente.

Tras prestar declaración ayer ante la autoridad judicial, los detenidos, hombres de entre 39 y 66 años y de nacionalidades marroquí, dominicana y española, ingresaron en la prisión de Zuera (Zaragoza) por presuntos delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal.

Según las fuentes citadas, los detenidos actuaban de manera coordinada y se distribuían las funciones para desarrollar esta actividad ilícita con mayor eficiencia.

Así, uno de ellos actuaba como cabecilla del grupo, otro se dedicaba a las labores de seguridad durante sus actuaciones, y los dos restantes eran los encargados de distribuir la droga en distintas poblaciones del Bajo Aragón.