Andorra asegura suministro de agua a “cualquier industria” que se instale

“Cualquier industria que venga tendrá el suministro de agua garantizado”, sea grande o pequeña, asegura el alcalde de Andorra, Antonio Amador, que cuantifica en 4 hectómetros cúbicos la concesión que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) aportará a la localidad una vez quede anulada la de 18 hectómetros cúbicos que recibe Endesa desde 1981 para la refrigeración de la central térmica.

De esta forma, el cierre de la planta de generación eléctrica con carbón el próximo 30 de junio supondrá paradójicamente una oportunidad para resolver los históricos problemas de déficit y calidad hídrica que ha sufrido la tercera localidad con más habitantes de la provincia de Teruel, que en estos momentos no dispone de volumen suficiente que ofrecer a varias grandes empresas que se quisieran establecer en los polígonos. Además, el agua de boca que beben los vecinos es de “mala calidad”, reconoció el regidor, que agradece a la presidenta de la CHE, María Dolores Pascual, su compromiso con el problema socioeconómico que se le avecina a Andorra con la transición energética.

Amador consideró, por otra parte, “una gran noticia” el real decreto ley 17/2019 que regula las concesiones de agua para transición justa cuando queden extinguidas concesiones de uso privativo como la que disfruta Endesa a cambio de aportar al Sindicato de Riegos del Guadalope 1,5 millones de euros anuales en especie (gratuidad en los bombeos) e inversiones.

Dicho decreto incorpora al otorgamiento de las concesiones, textualmente, “criterios sociales, económicos y medioambientales que permitan, de manera inmediata, la creación de empleo y el desarrollo de territorios con escasas alternativas económicas”. A estos efectos, la norma determina que “los usos del agua que se prevean en tales iniciativas prevalezcan sobre el orden de preferencia establecido en los planes hidrológicos de cuenca (…) con la excepción del uso para abastecimiento de población, que será siempre prioritario”.

“Ser originales”

La cuenca minera, con el Ayuntamiento de Andorra a la cabeza, ve una oportunidad para “ser competitivos” y generar riqueza y empleo en el sector industrial y agropecuario.

Por tanto, Amador instó a “ser originales” para presentar una batería de proyectos que sean lo suficientemente atractivos como para mejorar, si es preciso, esa concesión de 4 hectómetros cúbicos sin renunciar a la segunda fase de la Elevación de Aguas del Ebro (5,8 hectómetros para usos industriales, agropecuarios y de boca), de la que se beneficiarían también Ariño, Alloza, Alcorisa y Albalate del Arzobispo.

En este sentido, al margen de la búsqueda activa de empresas, el consistorio estudia con los agricultores “si en Andorra tenemos tierra válida para transformar un modelo de agricultura cerealista de secano en otro modelo que sea más rentable”, ofreció.

Con respecto al pago del bombeo desde el embalse de Calanda, el regidor no ve mayor inconveniente, pues “todo es cuestión de ver distintas ayudas y planes de transición” que se están debatiendo. Por otra parte, “las tecnologías de bombeo han mejorado y vamos a tener una producción energética renovable en todo el territorio”, por lo que “ese exceso de energía podría servir para bombear ese agua”, planteó. 

Bombeos sociales

De esta forma, podrían matarse dos pájaros de un tiro, pues el real decreto ley regula también con criterios sociales, económicos y medioambientales el acceso a la red de evacuación eléctrica en los nudos afectados por los cierres de centrales térmicas de carbón.

De modo que, como ejemplo, una compañía energética podría presentar un proyecto de parque renovable en el que, como aliciente social, asumiera el bombeo Calanda-Andorra y los de toda la cuenca del Guadalope, para que se beneficiaran de rebote los más de 2.000 agricultores que viven en una incertidumbre absoluta desde que Endesa anunciara su decisión definitiva de cerrar la central hace 13 meses.

“La presidenta de la CHE me dijo de palabra que estamos incluidos en el plan de reconversión y que nos tienen en cuenta, pero la verdad es que no tenemos ni un solo correo electrónico oficial” por parte del Ministerio para la Transición Ecológica ni del Gobierno de Aragón, dijo el presidente del Sindicato de Riegos, José Fernando Murria.

Por tanto, siguen sin saber quién se hará cargo ni cómo de los 1,5 millones de euros que Endesa aporta a la cuenca anualmente. En concreto, la eléctrica paga “el 45% de las cuotas del canon de uso del río y el 48% de todas las inversiones”, explicó Murria, quien recordó que esta cuenca “es muy cara” porque tiene “mucha regulación”. Además, la compañía eléctrica se hace cargo del coste de las cinco bombas eléctricas, que suman un megavatio de potencia, del bombeo de agua desde el embalse de Mequinenza por la acequia del Civán (Caspe, Zaragoza), lo cual “supone un millón de euros al año que hasta ahora lo pagaba Endesa”.

La aportación de la empresa a los agricultores se ha limitado a la redacción de un estudio para optimizar el bombeo con placas solares. El proyecto cuesta 7,5 millones de euros, lo cual es “inviable para nosotros”, dijo Murria, si bien Endesa propone comercializar parte de la energía  para amortizar la inversión.

Entre todo, sin Endesa “nos vamos a 200 y pico euros por hectárea, que el que haga cereal no se salva”, resumió el presidente de los regantes que, de la misma forma que los trabajadores de las contratas de la térmica, pide representación en las mesas de negociación de la transición justa para resolver “lo más inmediato”, que es el bombeo porque “además está Santolea sin agua” y las obras de la presa  llevan “retraso”.

El nuevo pozo de La Estación mejorará la calidad de boca

El acuífero del pozo La Estación de Andorra estará conectado antes de finalizar el año a la red municipal con el objetivo de mejorar el caudal de agua, su presión y calidad. El Ayuntamiento invertirá alrededor de 50.000 euros en esta infraestructura, al tiempo que pide a la empresa adjudicataria el “cumplimiento exhaustivo” del contrato, que pasa por un mantenimiento adecuado. 

“El sondeo estaba hecho y lo que hacemos ahora es instalar la máquina”, resumió el alcalde, Antonio Amador, quien explicó que la financiación corre a cargo de fondos del ayuntamiento porque el agua es la “prioridad” principal del equipo de gobierno (PSOE-PAR) junto a la creación de empleo.

“En este tema ha estado todo un poco manga por hombro”, dijo en referencia a otras legislaturas en la que gobernaba IU, “y la calidad es muy mala”, reconoció el alcalde, quien informó de que ha pedido a un gabinete auditor que estudie el grado de cumplimiento del contrato porque “esto tiene que ser una corresponsabilidad: el Ayuntamiento tiene que estar a la altura y cumplir porque es el responsable último del abastecimiento, pero por supuesto el prestatario del servicio debe cumplir sus obligaciones”.

Preguntado por si no es suficiente la auditoría que realizó el ayuntamiento durante la legislatura anterior, precisamente impulsada por el PSOE desde la oposición, Amador dijo que ese informe nunca fue asumido por IU. El texto venía a decir que detrás de las averías de los electrodomésticos de los andorranos y de las fugas de agua estaba la ausencia total de mantenimiento de las tuberías y de la planta potabilizadora, y responsabilizaba de ello a la empresa.

A un año para que expire el contrato de abastecimiento y saneamiento, el equipo de gobierno renuncia a tomar cualquier decisión drástica, como pudiera ser la ruptura del contrato que sí pedía el PSOE cuando era oposición. Ahora opta por “una relación más estrecha con la empresa en el sentido de un mayor seguimiento”, concluyó Amador.

El consistorio acometerá las infraestructuras importantes y las reparaciones de calles incluirán nuevas cañerías. Por su parte, la empresa se esmerará en el mantenimiento, parcheo y mejoras en el alcantarillado.