Ramón Milla Vicente, aficionado a los trabajos en madera: “El belén de Jarque de la Val está hecho con palés y al año que viene lo ampliaré”

Ramón Milla ha montado en Jarque de la Val un curioso belén en el que las figuras están realizadas a partir de las maderas de los palés . Ha sido su manera de contribuir a llenar de ilusión la Navidad del pueblo donde reside desde hace años.

-¿Qué figuras ha hecho?

-El niño, la Virgen María y San José y también árboles de diferente manera con palés. 

-¿Cuántos años lleva haciéndolo?

-El belén es nuevo de este año, el trabajo de madera y restauración lo hago desde hace unos 15 años, pero en los últimos tiempos estoy más dedicado, me operaron de la espalda y me dieron una incapacidad. Esto lo puedo hacer a mi marcha, poco a poco.  Hice un curso del Inaem hace 20 años y voy restaurando cosas en casa, no hago grandes cosas, sino pequeños trabajos que puedo hacer con la herramienta que tengo, que no es de profesional. Lo voy a haciendo a ratos, lo que me permite mi incapacidad, me sirve para tener la mente ocupada. 

-¿Cómo surge el belén?

- Porque el día del Orgullo Rural preparamos una pequeña carroza para salir y usamos palés, hay muchos en la cooperativa y se me ocurrió hacer las figuras. 

-¿Que opinan los vecinos?

-Le ha gustado mucho a todo el mundo, habían visto alguna cosa que hacía, pero algo así tan grande no y la gente es muy agradecida, les gusta que hagas cosas por el pueblo.

-¿Cómo hizo el belén?

-Estuve valorando la forma de hacerlo, primero pensé en dibujar la forma y recortarla, pero luego vi que era muy inestable. Hice la estructura con un esqueleto de maderas y luego fui atornillando tablas, de forma irregular para que quedara rústico.  Lo que más tiempo me costó fue desmontar todos los palos y desclavarlos para luego aprovecharlos para las figuras. Tenían que ser figuras que había que almacenar bien para volver a sacar.

-¿Están pintadas las tablas?

-Sí, le di un barniz con tinte de exteriores para que aguantara las inclemencias del tiempo, son maderas muy bastas, pero quería que quedara rústico, por eso con un barniz fue suficiente.

-¿Había decoración navideña en Jarque de la Val antes?

-Algo sí, pero no tanto como este año.

-¿Le ha ayudado alguien?

-Las figuras las he hecho yo, pero con los adornos y el transporte me han ayudado, todo el mundo que le pides colaboración ayuda, aparte en la Escuela de Adultos hicimos adornos con cosas recicladas.

-¿Qué tipo de adornos?

-Con tetrabrik y latas de refresco se han hecho estrellas,  también hemos reciclado algunas bombillas que se han pintado con pintura de exteriores para colocarlas en los árboles.

-Además del belén hizo varios árboles, ¿no?

-Sí, hay tres, uno con el Nacimiento, otro en las Escuelas, que los Reyes Magos acuden allí y así está adornado. Hemos puesto otro en la antigua Herrería del pueblo, que se rehabilitó y alguna vez nos reunimos en ese espacio.

-¿Se plantea ampliar la decoración para el año que viene?

-Sí, al año que viene intentaré hacer al buey y la burra, si me diera tiempo también me gustaría hacer los reyes, como en el sitio donde están hay bastante espacio no sería problema para colocar. 

-¿Estas actividades ayudan a promocionar el pueblo?

-Tener un belén diferente es una buena excusa para que la gente venga a verlo.

 -Usted no es de Jarque de la Val, ¿cómo fue a parar allí?

-Compré una casa hace unos 18 años y hace un par decidimos irnos a vivir allí, sobre todo por nuestro hijo, Carlos, que tiene una discapacidad.

-¿Están a gusto?

-La vida en un pueblo es completamente diferente a la de una ciudad, para vivir en un pueblo te tiene que gustar, hay gente que trabaja aquí y se va a vivir a Teruel. La vida es más tranquila, la gente es muy familiar, para Carlos ha sido una experiencia diferente. La gente es mucho más integradora, ya no la gente mayor sino los niños, que han ido creciendo con él, todo el mundo lo ha visto desde siempre. En una ciudad enseguida lo miran, aquí nadie lo mira diferente porque todo el mundo lo conoce y lo saluda. Por ese motivo es mucho mejor, estamos mucho más tranquilos y la vida es más cómoda.

-Y Carlos tendrá una mayor autonomía, ¿no es así?

-Además de por el espacio que tenemos en casa, que está mucho mejor que en un piso, está la tranquilidad de la salida a la calle, le da otra libertad, es otra manera de vivir. Aunque vivir con una persona con discapacidad en el mundo rural es complicado por los servicios, tiene sus ventajas, para nosotros es mucho más tranquilo.