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Este año va de ángeles Este año va de ángeles

Este año va de ángeles

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Cruz Aguilar

Esta vez nos ha tocado ser ángeles. Cada año con un grupo de amigos montamos una imagen que luego utilizamos para felicitar la Navidad. Quedamos un domingo de noviembre, pasamos el día juntos y nos disfrazamos de algo navideño.
La idea surgió de nuestra amiga Carmencita, que tenía el antojo de recrear un belén viviente lo más numeroso posible y decidimos colaborar los 17. Fue en Cella y utilizamos de escenario un corral abandonado cercano a la casa de una de las amigas del grupo. El lugar se prestaba, pero además es que no queríamos dar muchas vueltas vestidos de Reyes Magos, Virgen María o pastorcillas. Más que nada por el qué dirán los mayores y por no despistar a los críos, que hubieran pensado que la Navidad se había adelantado y ellos sin escribir cartas ni nada.
Nos reímos mucho y vimos que nuestros hijos disfrutaban tanto viéndonos hacer un poco el canelo y volvernos niños por unas horas que decidimos repetirlo y, con este, ya es el cuarto año. 
En otra ocasión hicimos de ayudantes de Papá Noel, todos vestidos de elfos, y el año pasado nos pusimos unos gorros con pompones para hacer frente al frío de la Sierra de Albarracín, que fue el lugar elegido para nuestra toma navideña. 
Los protagonistas de la foto vivimos a pocos metros unos de otros y nos vemos a menudo, pero no tanto como antes, cuando teníamos la agenda más liberada porque en ella no había extraescolares, cumpleaños infantiles y conciertos y competiciones varias. 
Ahora no es fácil cuadrar. Por eso pillamos con tantas ganas nuestra ya tradicional foto navideña. Siempre hemos buscado sitios un poco apartados o casas particulares para evitar hacer la risa más allá de los 17 que nos juntamos –18 este año con Roy–, pero esta vez el entorno elegido por la directora escénica fue la Fuente Carrasco.  Así que si ustedes vieron ángeles a mediados de noviembre pululando por el monte mientras buscaban rebollones, que entonces aún salía alguno, no eran alucinaciones, pueden dejar la medicación, no es una inocentada.