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Los olivareros del Bajo Aragón quedan tocados por la crisis de precios del aceite Los olivareros del Bajo Aragón quedan tocados por la crisis de precios del aceite
Un olivarero bajoaragonés recoge olivas en una finca

Los olivareros del Bajo Aragón quedan tocados por la crisis de precios del aceite

El almacenamiento privado aprobado por la UE no ha ayudado a mitigar la caída en el aceite de oliva
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El Comité de Gestión de Mercados de la Organización Común de Mercados Agrícolas de la Unión Europea (UE) aprobó el mes de noviembre pasado un mecanismo de almacenamiento privado de aceite de oliva para intentar minimizar la caída de precios en este producto. La medida había sido reclamada por las organizaciones sindicales ante la crisis de precios del sector, que no han remontado desde la última campaña. Los precios del aceite de oliva se encuentran en torno a un 60% por debajo de la media  de los últimos años y no parece que vayan a mejorar.

La propuesta presentada por la Comisión Europea (CE) y que finalmente fue aprobada por el Comité de Gestión ha establecido un importe máximo de ayuda de 0,83 euros por tonelada y día que se mantenga almacenado el aceite en todas sus categorías, pero la medida no ha resultado satisfactoria para productores, almazaras industriales y cooperativas, y ya no tanto por los precios de las ayudas por tonelada, como por la irrisoria cantidad que se ha admitido en el procedimiento. De las 130.000 toneladas solicitadas por la industria, solamente se han admitido para España 3.650 toneladas de aceite de oliva, una cantidad que muchos productores consideran irrisoria, pues ni siquiera cubrirá los gastos invertidos para entrar en la licitación, aseguran fuentes del sector. 

La UE ha desembolsado 540.000 euros en ayudas para la primera licitación. Y aunque ha de haber otras más en los meses de enero y febrero, no se esperan grandes cambios en la política europea. En el Bajo Aragón, los almazareros y productores consideran que ese procedimiento "no surte ningún efecto, porque no sólo es que se ha aprobado una cantidad bajísima, sino que, además, hay muchísimo aceite almacenado de la campaña pasada”, explicó David Andreu, representante provincial de UAGA. El sindicalista reclamó a la UE "que incremente la cantidad que incluye en el almacenamiento privado, porque hay un enorme volumen guardado de aceite de oliva de la cosecha 2018-2019".

La crisis de precios -el precio que se paga por el kilo de aceite de oliva virgen extra ahora mismo está un euro por debajo de la media de los últimos años- ha hecho mella en los agricultores, que no han empezado a recoger las olivas hasta hace unos días. Hay  pocas ganas por la falta de expectativas.

Según el almazarero José Gabriel Alcober, de Valdeltormo, este retraso en el inicio de la campaña olivarera obedece a que "por un lado, no hay mucho interés por recoger un fruto que en las plantaciones de secano no va a cubrir los costes de producción”. Por otro lado, añadió, "el agricultor está buscando recoger la oliva más gorda para que pueda servir como aceituna de mesa en lugar de como aceite, porque se paga mejor". El problema es que parte de la oliva ha caído ya al suelo tras varios días de viento este mes de diciembre y ahora además han llegado escarchas.

Poco aceite virgen extra

Iniciando la recogida a estas alturas del año, es poco probable que la mayor parte del aceite se destine a hacer aceites vírgenes extra, porque "ahora está tan madura la oliva, que el aceite está demasiado madurado y para hacer un virgen extra se necesita lo contrario, que las aceitunas estén un poco verdes", apuntó el almazarero.

Cosecha anterior

Los precios bajos se arrastran desde la última campaña. "Esperamos haber tocado fondo", deseó David Andreu, quien constató que en esta cosecha "los gastos de producción en nuestros terrenos de secano no se van a cubrir". Andreu achacó esta crisis al hecho de que "grandes multinacionales españolas están especulando constantemente con el aceite de oliva". No en vano, recordó que "en algunos países del arco mediterráneo como Turquía o Túnez se está pagando el kilo de aceite por encima de los tres euros, y aquí vamos un euro por debajo”. 

Para UAGA la especulación con el aceite está provocando que los precios no repunten. Andreu recordó que "Andalucía no tiene una enorme cosecha, y es inferior a la del año pasado". No obstante, la última fue en Andalucía una de las campañas más productivas de los últimos años y aunque este 2019-2020 disminuirá su producción, "debemos tener en cuenta que habrá allí un 70% de kilos de aceite de aquella cosecha récord y eso son también muchas toneladas", matizó Alcober. Además, todos los países mediterráneos tienen este año producción aceitera.

El estocaje que quedó de la última cosecha sería el gran problema de la crisis de precios. "La última fue una cosecha enorme que no se pudo vender, y eso está arrastrando los precios", dijo. Del almacenamiento privado "poco que decir más que no servirá de nada si sólo se acepta el 3% de los solicitado en cada licitación", se lamentó el almazarero. En resumen, una "situación complicada que no mejorará de hoy para mañana, porque el problema de fondo es que ha habido un crecimiento exponencial de la producción, cuando la comercialización y el consumo no han aumentado igual". 

Este desfase entre la oferta y la demanda perjudica a la oferta y “resentirá al olivar bajoaragonés, que al ser de secano dejará de ser rentable en muy poco tiempo”, auguró Alcober.

No hay que olvidar que la entrada en producción de los cultivos superintensivos ha tenido parte de la culpa de esta superproducción. Este tipo de explotación olivarera puede producir aceite de oliva a muy bajos precios. A los actuales, los cultivos intensivos continúan siendo rentables, recordó Alcober, pero no así los secanos tradicionales del Bajo Aragón, que van a tener perdida la partida si la situación continúa así. "O se habilitan medidas para evitarlo o en tres o cuatro años podemos ver un abandono paulatino del olivar tradicional", consideró.

Campaña actual

En lo que respecta a la cosecha, ni es un año extraordinario en producción, ni nefasto. Depende de comarcas y municipios, de cómo está el arbolado frente al año anterior. Será una cosecha media. Aún con todo, este tipo de producciones "se soportaban mejor antes que ahora", reflexionó el almazarero, "porque hasta hace unos años buena parte de este aceite se comerciaba dentro de la zona, mientras que ahora salimos más al exterior, y ahí hay mucha más competencia".