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Los siniestros en el campo bajaron un 20% en 2019 y se centraron en sequía y pedrisco Los siniestros en el campo bajaron un 20% en 2019 y se centraron en sequía y pedrisco
Una cosechadora en un campo de cereal de El Poyo del Cid, en la Cuenca del Jiloca. Archivo / J. M. M.

Los siniestros en el campo bajaron un 20% en 2019 y se centraron en sequía y pedrisco

Afectadas un total de 27.546 hectáreas, según Agroseguro
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Los siniestros en el campo turolense se redujeron un 20,31% en 2019, cuando se vieron afectadas 27.546 hectáreas, de las que 26.428 corresponden a cultivos herbáceos extensivos (cereal de invierno, principalmente), según los datos aportados por la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro). La mayor parte de la superficie se vio afectada por la sequía (14.212 hectáreas, lo que supone el 51,6% del total) y el pedrisco (8.553 hectáreas, el 31%). Y las comarcas agrarias más perjudicadas fueron el Bajo Aragón (6.543 ha.) y la Hoya de Teruel (5.504).

El año pasado se suscribieron en la provincia de Teruel 4.471 pólizas y la superficie asegurada alcanzó las 60.255 hectáreas, lo que apenas supone el 12% del conjunto de la Comunidad Autónoma.

El delegado de Agroseguro en Aragón, Juan Cruzán, indicó que el seguro agrario es “necesario y básico” en un sector con unos márgenes de beneficio cada vez más estrechos. “Es muy difícil recuperar la inversión cuando se produce un siniestro, por eso la actividad agrícola no tiene sentido sin un seguro en una tierra como la nuestra, que es de riesgo”, argumentó.

Cruzán explicó que la entidad que representa ha acortado los tiempos de peritaje y de pago de los siniestros con el objetivo de ofrecer un mejor servicio. Añadió que. tras terminar la campaña de aseguramiento del cereal con un ligero incremento en el número de pólizas, ahora comienza la de los frutales y animó a los agricultores turolenses a que mantengan su confianza en el seguro agrario. 

La superficie siniestrada en la provincia de Teruel el año pasado fue de 27.546 hectáreas, un 20,31% menos que en 2018, cuando hubo 34.567. Los principales daños fueron causados una vez más por la sequía y el pedrisco. En el primer caso, apenas hubo variación en la superficie afectada (14.212 hectáreas frente a las 14.319 de un año antes), pero en el segundo se redujo a la mitad (8.553 frente a las 16.159 de 2018). 

También se redujeron los daños causados por la fauna, con 1.866 hectáreas, 962 menos, y por la lluvia y las inundaciones, con tan solo 18 y 9, respectivamente, frente a las 595 y 198 de 2018.

Por el contrario, se incrementó notablemente la superficie afectada por las heladas con 2.048 hectáreas frente a las tan solo 21 del año anterior. Cruzán apuntó que varios estudios universitarios alertan del incremento de este riesgo, a pesar de que la percepción general es de que ha descendido.

La comarca agraria más perjudicada por las inclemencias meteorológicas en 2019 fue el Bajo Aragón, con un total de 6.543 hectáreas siniestradas, el 23,75% del total, de las que 5.551 se corresponden a cultivos herbáceos (cereal), 729 a leñosos, 242 a frutales y 22 a viña. 

La sequía fue la principal causa de estos daños puesto que afectó a 5.308 hectáreas. También hubo siniestros por mal cuajado (396 hectáreas), fauna (362) y helada (343).

A continuación se situaron la Hoya de Teruel y la Sierra de Montalbán, con 5.504 y 4.709  hectáreas afectadas, todas ellas de cereal. En la primera, la sequía y el pedrisco fueron las principales inclemencias meteorológicas y afectaron a 3.680 y 1.664 hectáreas, respectivamente.

En la Cuenca del Jiloca hubo siniestros en 4.228 hectáreas, principalmente de cereal (4.103.), pero también de frutales (89), hortícolas (34) y cereza (3). En este caso fue el pedrisco el que más superficie dañó, 3.369 hectáreas, muy por encima de la sequía, con 554.

En la Sierra de Albarracín y el Maestrazgo las 3.740 y 2.821 hectáreas dañadas fueron también de cereal.

En el caso de la Sierra de Albarracín, los daños se reparten entre la fauna y la sequía, con 1.385 y 1.309 hectáreas, respectivamente. Entre tanto, en el Maestrazgo padecieron principalmente la sequía (1.162) y el pedrisco (688).