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El Matarraña pedirá al Ministerio de Transición Ecológica que paralice el proyecto eólico El Matarraña pedirá al Ministerio de Transición Ecológica que paralice el proyecto eólico
El pleno comarcal del Matarraña acordó oponerse al proyecto en una sesión extraordinaria

El Matarraña pedirá al Ministerio de Transición Ecológica que paralice el proyecto eólico

Observan deficiencias en los estudios de impacto, que la institución considera insuficientes
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La Comarca del Matarraña solicitará al Ministerio para la Transición Ecológica que paralice por completo la tramitación del expediente presentado por la empresa Green Capital Energy para la construcción de cuatro parques eólicos en las comarcas del Matarraña, Bajo Aragón y Bajo Aragón Caspe. Tres de ellos afectan o se desarrollan, en mayor o menor medida, en siete municipios de la comarca.

La institución comarcal, que no recibió información en el periodo de consultas previas anterior a la presentación del proyecto, reclamará al ministerio que preside Teresa Ribera que suspenda la tramitación del expediente y su evaluación ambiental, al haber detectado “graves deficiencias” en los estudios “paisajístico, acústico y visual”, según fuentes próximas a la Comarca. No en vano, la institución comarcal entiende que el proyecto debe paralizarse de inmediato al no existir “un estudio de impacto ambiental solvente sobre el paisaje, sobre los efectos acústicos y lumínicos”. Igualmente, tampoco hay un análisis de los recursos eólicos que tiene esta zona.

En cuanto a este último argumento, la Comarca del Matarraña coincide con el diagnóstico realizado por el doctor en Biología y coordinador de Medio Ambiente de la Diputación de Barcelona, Ferrán Vallespinos, que ya advirtió de la misma deficiencia. Según el experto, no hay medidores de viento en las zonas donde van ubicados los aerogeneradores, de manera que no se tiene ningún conocimiento del régimen de vientos en toda la zona, pues no existen estaciones de medida que puedan aportar datos fehacientes sobre esta cuestión -lo que viene a reconocer la empresa en el proyecto.

Igualmente, según Vallespinos, habría otros dos elementos que justificarían la oposición al proyecto. Uno de ellos sería que la empresa promotora no ha valorado otros sistemas de producción de energía eólica menos impactantes, sino que directamente ha apostado por los aerogeneradores de palas. Una tercera cuestión a tener en cuenta, según el experto, pasaría por que no se ha analizado a fondo la compatibilidad del proyecto con otras iniciativas turísticas o con los usos agrícolas del suelo.

La institución comarcal quiso dejar claro en el pleno celebrado el lunes por la noche que no están en contra del proyecto eólico “porque sí”, sino que consideran que no se han realizado estudios para evaluar el cumplimiento de las normativas de impacto medioambiental en todos los aspectos arriba mencionados, señalaron fuentes de la institución.

En caso de que la solicitud para que se paralice la tramitación del proyecto no sea tenida en cuenta, la comarca pedirá al Ministerio para la Transición Ecológica que se conceda otro periodo de consultas de 40 días para analizar los proyectos básicos con detenimiento. Igualmente, solicitarán que se conceda una audiencia a partidos políticos y ayuntamientos, además de a las entidades sociales del territorio.

Dos colectivos en contra

Dos de las organizaciones que más empeño han puesto en contra del cuádruple proyecto son la Asociación de empresarios del Matarraña y el colectivo Gent del Matarraña, que han iniciado una recogida de firmas en la plataforma Change.org dirigida al ministerio para la Transición Ecológica que ya lleva alrededor de 2.000 apoyos. También han comenzado a movilizarse contra los parques mediante una recogida de firmas entre particulares y empresarios que promueve la protección del paisaje y la retirada de las cuatro centrales eólicas.

El viernes pasado, estas dos asociaciones comarcales organizaron una charla informativa en la que intervinieron Ferrán Vallespinos y vecinos de la Terra Alta, una comarca en la que hace una década se instaló un proyecto eólico que ahora se ve desde kilómetros a la redonda. 

Entre otros, intervino la presidenta de la Denominación de Origen Terra Alta, Neus Sanromà, quien transmitió que los parques de su territorio no han revertido la pérdida de población de sus pueblos. Todo lo contrario, Sanromà consideró que la despoblación todavía es más pronunciada en 2019 que en 2009.

También fue invitada a participar Rosa Dolc, una vecina de Caseres (Tarragona) que tiene un aerogenerador instalado en una finca de su propiedad. Según su testimonio, anualmente ha de devolver el 40% de los ingresos generados por la actividad industrial que genera este poste y realizar declaraciones de IVA trimestrales. Según esta vecina, la empresa propietaria del parque tiene el control de su finca, inviable de trabajar por el impacto acústico.

El tercer vecino de la Terra Alta en intervenir fue Xavi Fortunyo, miembro de la Plataforma de defensa de la Terra Alta, constituida en oposición a la creación del parque. Según Fortunyo, los parques eólicos crean un círculo vicioso que “solo beneficia a las empresas energéticas, pues ayuntamientos y propietarios reciben el 3% del negocio eólico”. Según este testimonio, con dos aerogeneradores sería suficiente para abastecer de energía eléctrica a toda su comarca.

Mesa de diálogo

Tanto la Asociación de empresarios del Matarraña como el colectivo Gent del Matarraña han solicitado la creación de una Mesa de diálogo en la que estén representados todos los sectores económicos de la zona, asociaciones, instituciones públicas y vecinos con el objetivo de analizar y exponer las necesidades del territorio y ofrecer soluciones a las zonas más desfavorecidas. Una de sus propuestas pasa por la creación de una tasa turística que se reparta en el territorio partiendo de un criterio de discriminación positiva hacia los pueblos que menos recursos turísticos tienen. En el caso del Matarraña los municipios que se encuentran en esta situación son precisamente aquellos en los que se proyecta la creación de estos cuatro parques. En estos siete pueblos es donde menos oposición existe hacia el proyecto, pues el sector turístico no tienen ningún peso en la economía local.

Tanto los empresarios del Matarraña como el colectivo vecinal Gent del Matarraña consideran que la puesta en marcha del cuádruple parque eólico “supondrá una irreparable agresión paisajística a un territorio que se ha hecho popular por la conservación de sus valores paisajísticos y ambientales”.

De la misma manera consideran que este modelo de energías renovables es “agresivo con el territorio”.

El Bajo Aragón no alegará

Green Capital Energy presentó el año pasado para su evaluación ambiental la documentación requerida para la construcción de cuatro parques eólicos que se distribuirían en 17 municipios de las comarcas del Matarraña, Bajo Aragón y Bajo Aragón Caspe (Zaragoza). 

Estas cuatro centrales van acompañadas de distintas infraestructuras de evacuación energética, supondrían la instalación de 84 aerogeneradores y un total de 504 megavatios (MW) de potencia u afectarían a 29.000 hectáreas de las tres comarcas..

De los cuatro, el que mayor superficie comprende es el denominado  proyecto Céfiro, con 11.327 hectáreas, a distribuir en las comarcas del Matarraña y Bajo Aragón. 

No obstante, el Matarraña es la única comarca donde, por el momento, ha surgido oposición al proyecto. Aunque está por ver si ese rechazo al proyecto es generalizado, pues las voces que se muestran contrarias la propuesta de la empresa promotora han surgido en pueblos donde la industria turística es potente. 

En la comarca del Bajo Aragón, su presidente, Luis Peralta, reconoció que no ve mal la iniciativa. Más aún, que “no existe ninguna preocupación y ningún alcalde se ha mostrado contrario a la instalación de los parques”. En este sentido, Peralta indicó que como institución no presentarán alegaciones ante el ministerio. El plazo para hacerlo termina el próximo lunes 20 de enero.