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Stephanie Tirloy, directora de Cortos y menudos: “Existe cine infantil de gran calidad, pero no suele llegar a las carteleras comerciales” Stephanie Tirloy, directora de Cortos y menudos: “Existe cine infantil de gran calidad, pero no suele llegar a las carteleras comerciales”
Sthepanie Tirloy, gestora cultural y directora de Cortos y Menudos. M. A.

Stephanie Tirloy, directora de Cortos y menudos: “Existe cine infantil de gran calidad, pero no suele llegar a las carteleras comerciales”

El Cine Maravillas estrena la tercera temporada del ciclo, dirigido a niños de 3 a 6 años
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El Cine Maravillas de Teruel ha acogido este domingo la primera sesión de una nueva edición de Cortos y Menudos de cortometrajes para niños de 3 a 6 años. Stephanie Tirloy, docente, gestora cultural francesa afincada en Cantavieja y organizadora del ciclo destaca dos asuntos; el cine es una herramienta que contribuirá a la felicidad de nuestros hijos siempre que su toma de contacto sea acompañada y crítica; y detrás de las grandes superproducciones animadas que vemos en los cines, en las camisetas, en los cuadernos y en las vallas publicitarias hay una producción infantil que existe aunque no la conozcamos, y que en muchos casos la supera de largo en calidad.

-¿Hasta qué punto tienen valor pedagógico los cortometrajes en niños de 2 a 6 años?

-Mucho. Es una buena forma de fomentar valores muy sencillos y básicos, pero importantes a estas edades. En esta primera sesión sobre los bosques veremos contenidos relacionados con la naturaleza y la ecología, pero también sobre superación de los miedos, o la solidaridad que hace que puedas enfrentar mejor un reto. Es cierto que la sesión en el Maravillas no tiene un enfoque pedagógico en el sentido de que haya una charla o algo, pero los cortos que se ven dan mucho pie para hablarlos luego en familia y recordarlos. 

-Los padres tenemos deberes. No se trata de sentar a los chiquillos en la butaca y ya está, ¿no es así?

-Claro. El espectador, sea de la edad que sea, tiene que tener un papel activo en el visionado del cine. A un niño pequeño no se le puede pedir que tenga ojo crítico, sino que disfrute, sienta, descubra, se emocione y reaccione, y que empiece a pensar en qué cosas le gustan y por qué. Las familias tienen que acompañar en este despertar al séptimo arte del niño, hablando y compartiendo lo que se vea en la pantalla.

-¿Cómo selecciona los cortometrajes? Los hay de toda Europa y, por ser cortos y por ser infantiles, son muy poco conocidos...

-Estoy atenta a toda la producción reciente que se estrena en festivales de cine para niños por todo el mundo, y contacto con las distribuidoras y productoras. Llevo tiempo trabajando en este sector y lo conozco bien. Visiono el material y después lo selecciono en función de interés estético o temático. Hay tantas cosas bonitas... te sorprendería saber la cantidad de producción infantil que existe, y la gran calidad que tiene. Por eso me encanta dar la oportunidad de que pueda ser vista.

-En la actual industria un cortometraje para niños de 3 años es imposible de rentabilizar. ¿Qué mueve a los autores a realizar estas películas?

-En algunos países los autores de este tipo de cine cuentan con más apoyos de las administraciones y tienen mucha tradición, como la República Checa, Polonia o Rusia, donde hay muy buenas escuelas de cine de animación. En estos lugares hay creadores que consiguen dedicarse solo a esto. 

-Hanna Barbera o la Warner son clásicos y referentes en la animación para muchos de nosotros, pero lo cierto es que iban poco más allá de las persecuciones y los mamporros. ¿El cine de animación que podemos ver actualmente en pantalla es mejor o peor que antes?

-Obviamente a nivel técnico no hay discusión, porque lo que se puede conseguir en la pantalla hoy en día no tiene nada que ver con lo que había hace solo unos años. En cuanto a contenidos, hoy en día hay producciones de buenísima calidad, pero no acceden a la cartelera comercial. Hay grandes producciones muy conocidas a nivel mundial y algunas destacan por su calidad, pero creo que hay otras muchas, que son mejores, pero que no tienen esta difusión, esta proyección, y sin embargo tienen una calidad estética y unos ritmos mucho mejor adaptados a los niños pequeños, están especialmente concebidas y dirigidas a ellos y muy pensadas para ellos. 

-Explíquese...

-A veces estas superproducciones de animación que todos conocemos presentan distintos niveles de lectura para llegar a un público más grande y satisfacer a niños, jóvenes y adultos. Pero eso hace que no se adapte bien a ninguno de ellos en concreto. El ritmo, por ejemplo, suele ser frenético, demasiado elevado para un niño más pequeño. El problema es que estas películas son las que llegan a la cartelera, y el resto no. Es como si no existieran porque no las conocemos, pero existen y son de excepcional calidad. 

-Las pantallas son controvertidas cuando se habla de niños pequeños. ¿Hay que fomentarlas, hay que utilizarlas con cuentagotas como mal menor, hay que evitarlas? El cine, por ser cine, es mejor que los videos de Youtube? ¿Está preparado un niño de 3 años para exponerse a todo esto...?

-El cine como tal es una ventana hacia el mundo de valor incalculable. No es la única, y no debe ser la única que tenga el niño, pero permite acceder a cosas que le ayudarán a entender su entorno y a sentirlo. Lo importante es que este descubrimiento esté acompañado, que sea una actividad familiar que permita disfrutarlo y entenderlo mejor. Un niño no va a venir solo al cine, pero es que tampoco debería estar solo viendo vídeos en un teléfono móvil. Y no solo porque un video enlaza con otro y acabará viendo quién sabe el qué, sin que lo sepamos, sino porque este primer contacto con lo audiovisual tiene que ser siempre acompañado. Así se entiende y se disfruta mejor.