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Mi Maestra Mi Maestra

Mi Maestra

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Elena Gómez

Todas las personas que pasan por nuestra vida son muescas que van conformando nuestro carácter, sobre todo en la infancia. Aparte de los padres y familiares, son muy importantes los maestros y profesores, que no solo enseñan sino que también educan. Según la calidad de su trabajo, el futuro de un niño puede tomar múltiples caminos.

Echo la vista atrás y, haciendo balance de una infancia difícil, me considero muy afortunada por los adultos que me instruyeron. Con algunos tuve más entendimiento que con otros, aunque en general el resultado fue bueno.

Pero entre todos ellos, destacó siempre una figura imprescindible para entender mi carácter sociable y despreocupado, sin apenas complejos a pesar de mis diferencias respecto a los otros niños. 

Ella fue mi Maestra, con mayúsculas: Mari Carmen Lafuente.

Fueron tan solo tres años, sin embargo los recuerdo como mi época más feliz en el colegio Ensanche. Ella entendió como nadie lo que hoy en día venimos a denominar enseñanza inclusiva. 

Nunca me trató de forma especial, pero consiguió, sin que los demás niños se dieran cuenta, que siempre me sintiera parte del grupo, incluso cuando no podía hacer alguna de las actividades programadas.

A pesar de su alergia a la tiza, nos enseñó que los objetivos se consiguen con esfuerzo, tesón, un poco de competitividad y mucha pasión. 

Asimismo, nos metió en la cabeza el concepto de solidaridad, organizando turnos para que mis compañeros estuvieran conmigo en el recreo, o haciendo que todos me enviaran una carta cuando pasaba largos periodos ingresada en un hospital de Zaragoza.

También me contagió el amor por la escritura. Escribía bellas poesías y no hace mucho me confesaba que quería presentarse al Certamen de Poesía Amantes de Teruel.

Hace dos semanas se fue para siempre. Otro día triste para añadir a la colección… Mis pensamientos y lágrimas durante el funeral solo fueron de gratitud, su recuerdo no morirá mientras sus antiguos alumnos la recordemos con cariño. Descanse en paz, “señorita”.