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Los superhéroes de Marvel se hacen de carne y hueso en Teruel en el Festival Aragón Negro Los superhéroes de Marvel se hacen de carne y hueso en Teruel en el Festival Aragón Negro
Sara Perales, Guillermo Montañés, Javier Ortiz y Daniel Viñuales, en la presentación

Los superhéroes de Marvel se hacen de carne y hueso en Teruel en el Festival Aragón Negro

La capital acogió la presentación del cómic de antihéroes de Marquina, Ortiz y Montañés
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Cruz Aguilar

Spiderman, el Capitán América, Loki, Harley Quinn o la Princesa Marvel se pasearon el fin de semana por la plaza del Torico para sorpresa de algunos y alegría de muchos. Mayores y pequeños se hicieron decenas de fotos y algunos de los niños acudieron incluso ataviados con el traje de sus ídolos del cómic. Es el caso de Mateo Alonso Mangas, qué posó junto al Hombre Araña con un traje muy parecido. Algunos padres se acercaron con la excusa de fotografiar a sus pequeños, pero finalmente dejaron la vergüenza atrás y se animaron a plasmar digitalmente el momento de verse cara a cara con sus ídolos de la infancia.

Esta es una de las actividades que ha traído el Festival Aragón Negro (FAN) hasta Teruel, y mientras los superhéroes se retrataban junto a los turolenses en el Torico, en el centro de ocio José Antonio Labordeta, en la plaza Domingo Gascón, se presentaba un cómic de antihéroes. La VII edición del FAN se inició ya el pasado 15 de enero y se ha desarrollado por diferentes municipios de las tres provincias aragonesas, entre ellos Calamocha, Alcañiz o Valderrobres.

Aquí nunca pasa nada es, según explica Guillermo Montañés,  encargado de darle color a la historia, un cómic de superhéroes en el que el guionista, Javier Marquina, le ha dado la vuelta. “Los seres poderosos no aparecen retratados como alguien bueno y que vive en secreto”, que suele ser lo habitual pero que, a juicio de los responsables de esta historia, “resulta muy poco creíble”. “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente” explica el ilustrador de la obra, Javier Ortiz. 

Los auténticos héroes de esta historia son dos personajes que suplen esos poderes sobrenaturales con inteligencia y tecnología y acaban plantando cara y venciendo a esos antihéroes. En la presentación, que tuvo lugar en el auditorio del espacio de ocio Labordeta, estuvieron también los editores, Daniel Viñuales y Sara Perales.  

La historia, editada por GP Ediciones, está ambientada en una ciudad que podría ser cualquiera de los Estados Unidos aunque tiene varios guiños a Aragón. Así el comienzo es en una autovía inacabada y la referencia está en la A-22, que unirá la capital oscense con Lérida cuando esté acabada. Al final del cómic todos los personajes se trasladan a Huesca, ciudad a la que se hace referencia aunque en las viñetas los edificios que se reflejan poco tienen que ver con los que realmente existen en Aragón.

El título, Aquí nunca pasa nada, es otro homenaje del guionista a su ciudad natal, Huesca, ya que, según explican sus compañeros del equipo creativo, Marquina siempre lamenta que la capital solo sale en los informativos cuando ocurren tragedias. Marquina no estuvo en Teruel debido a otros compromisos profesionales. 

Poco antes de comenzar la presentación del cómic, los implicados en el mismo analizaban porqué las historias de superhéroes gustan tanto a adolescentes y adultos. La razón está, según comenta Guillermo Montañés, en que a la gente le gusta verse reflejado en un superhéroe u otro. “Son como las nuevas deidades, los seres mitológicos”, añade Javier Ortiz.

Aquí nunca pasa nada nace del interés de Javier Marquina y Javier Ortiz por el cómic, un género que les sirvió de fuente creativa. Sin embargo, Ortiz reconoce, y Daniel Viñuales coincide con él, en que se trata de una “apuesta arriesgada” en España, un país donde los superhéroes se han utilizado habitualmente para hacer parodias. 

Con este nuevo libro, que salió a la calle en noviembre y ya ha sido presentado en Zaragoza, Huesca, Madrid y Barcelona, esperan llegar al público adulto habituado a leer cómics desde niños y también a los adolescentes que, al igual que ocurría hace unas décadas, siguen demandando este tipo de productos. 

Al guionista y al ilustrador del cómic se suma en esta ocasión un colorista, siguiendo la tradición americana en la que para componer el dibujo se unen diversos profesionales, según explica Daniel Viñuales, de GP ediciones.