Fallece el sacerdote de Monreal del Campo Benito Gil, el terciario capuchino que impulsó Proyecto Hombre en Málaga

El sacerdote Benito Gil falleció este domingo a los 80 años en Godella (Valencia). Natural de Monreal del Campo, donde nació el 2 de febrero de 1940, este terciario capuchino tuvo una dilatada trayectoria en la que destacó especialmente su impulso a la creación de Proyecto Hombre en Málaga.

Fue ordenado sacerdote en abril de 1967. Sus primeros destinos fueron en el ámbito educativo en los colegios Nuestra Señora de los Dolores, en Hellín (1958), Institución educativa de trabajo San José (1963), colegio San Hermenegildo de Dos Hermanas (1965) y también en su tierra, en el colegio San Nicolás de Bari de la capital turolense, en 1967.

Posteriormente, se marchó a Málaga donde desarrollaría buena parte de su labor religiosa, sobre todo centrada en el apoyo a los drogodependientes. En su destino en Benagalbón fue director del Proyecto Hombre desde el año 1985 hasta 2001.

Durante el funeral celebrado ayer destacaron que hablar del padre Benito Gil es hablar de Proyecto Hombre Málaga. Siendo terciario capuchino llegó a esta provincia andaluza casi por casualidad y se encontró con una realidad que no quiso ignorar. Todo lo contrario, dedicó 25 años de su vida a tratar de dar respuesta y atender a todas aquellas personas que necesitaban ayuda por haber caído en el mundo de las adicciones. 

Después de varios intentos cargados de cariño pero sin eficacia, por ayudar a los jóvenes, decidió marcharse a Italia a recibir formación específica y cualificada que le proporcionara recursos sobre estos temas ya que a principio de los años 80 había mucho desconocimiento al respecto.

Una vez finalizada su formación, casi totalmente vivencial, en Proyecto Hombre Italia se desplazó de nuevo a Málaga, asistió todos los días a la consulta del doctor Trujillo a la cual acudían muchos jóvenes con problemas de salud derivados de las adicciones. Después de esto y llamando a muchas puertas, empezó a atender en terapia a alguno de los jóvenes que estaban en estos recursos sanitarios.

A través de su gran tesón y dedicación fue logrando poco a poco instaurar en la capital de la costa del sol un Centro Terapéutico Educativo de Proyecto Hombre. Fue el primero de toda Andalucía, constituyéndose de esta forma, no solo como el primer recurso de esta índole en toda la Comunidad sino además en el centro donde los terapeutas que posteriormente trabajarían en las diferentes provincias recibían la formación vivencial de Proyecto Hombre que se fueron repartiendo por toda la geografía andaluza.