DGA y Universidad impulsan un estudio para detectar actitudes violentas en el aula

El Consejo de Gobierno aprobó la realización de un convenio de colaboración entre el Departamento de Educación, Cultura y Deporte y la Universidad de Zaragoza para desarrollar un estudio de investigación sobre la validación del método Quenta para la detección temprana de actitudes violentas precursoras del acoso escolar. El proyecto está liderado por Santiago Gascón, investigador de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas del Campus de Teruel, y ya ha recibido un premio nacional sobre bienestar psicológico. 

Este método parte del análisis y medición de actitudes que se plasman de manera indirecta en relatos que el alumnado realiza a través de un inicio –común para todos– en el que se describe una situación que puede generar todo tipo de actitudes. Las medidas son contrastadas con las que ofrecen cuestionarios validados para analizar el acoso escolar. 

La Universidad de Zaragoza establecerá contactos con investigadores de otros centros de educación superior que hayan realizado estudios similares y diseñará la metodología más adecuada desde el punto de vista científico.

Santiago Gascón explicó que se va a realizar un estudio representativo de todo Aragón con una muestra de unos 1.200 alumnos de los dos últimos cursos de Primaria y el primero de Secundaria y que se elaborará un informe global para el Gobierno de Aragón pero también uno particular para cada centro para que conozcan cómo es la situación y cómo intervenir.

El investigador del Campus de Teruel recordó que cuando surge un caso de acoso es una situación “dramática” para la víctima y para el propio centro educativo y por ello su propuesta busca la prevención y lo hacen a través de la detección de posibles actitudes negativas en el aula que pueden dar lugar posteriormente a acoso y también las positivas que lo pueden prevenir.

El modelo que se está planteando y que el equipo de Gascón ya puso en marcha como proyecto piloto en dos colegios aragoneses, se basa en un taller de creación narrativa donde los alumnos no se sienten juzgados como puede ocurrir si se les plantea un test con preguntas directas sobre sus actitudes hacia sus compañeros. “Todos queremos dar la mejor imagen de nosotros mismos y al final con este tipo de cuestionarios se obtiene una idea poco realista de lo que ocurre en las aulas”, comentó el experto y profesor del grado de Psicología.

Tras el Consejo de Gobierno el que se dio el visto bueno a este acuerdo, el Departamento de Educación señaló que es consciente de que la mejora de la calidad de la educación depende en gran medida de la capacidad del sistema educativo para promocionar y fomentar las condiciones que posibiliten la convivencia, así como desarrollar acciones orientadas a prevenir y sensibilizar el acoso escolar. Es, precisamente, en este escenario en el que se enmarca este nuevo convenio de colaboración entre el Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza.

Con esta medida se pretende realizar un análisis tanto de actitudes positivas como la solidaridad y la empatía, como de las negativas o precursoras del acoso escolar o de aquellas susceptibles de causar dificultades para la convivencia escolar y así poder desarrollar posteriormente actuaciones de prevención, intervención y formación desde ambas administraciones.

Asimismo, el diagnóstico se marca como objetivo identificar las buenas prácticas de gestión democrática y participativa de la convivencia que se están desarrollando en los centros educativos aragoneses y que pueden ser tomadas como modelos para generalizar la cultura de paz en el ámbito escolar con la implicación de toda la comunidad educativa. 

La convivencia, una prioridad

El Departamento de Educación ha realizado desde la pasada legislatura muchos avances en materia de prevención del acoso escolar, comenzando con el I Plan contra el acoso escolar (que incluye el teléfono 24 horas contra el acoso escolar, 900 10 04 56, que ha ido recibiendo paulatinamente menos llamadas, lo que habla de una mejora de la convivencia en las aulas), y continuando con un estudio de la convivencia en las aulas, la puesta en marcha de un Observatorio de la Convivencia (con más de 40 implicados, desde los propios centros y la Administración hasta miembros de los cuerpos de Seguridad, asociaciones...) y unos cambios para homogeneizar los protocolos de actuación ante posibles casos.

Entre todo este trabajo, destaca otro estudio de convivencia que se realizó junto a la Universidad de Zaragoza y cuyas principales conclusiones fueron la mejora significativa en la mayoría de indicadores respecto al estudio de 2011, concluyendo que la convivencia en los centros escolares de Aragón es buena. Disminuye la prevalencia del acoso en Secundaria (de un 3,7% en 2011 a un 2% en la actualidad), aunque crece en Primaria. Respecto al protocolo de actuación ante posibles casos de bullying, establece unas pautas comunes, trabajadas entre el Departamento, los centros, la inspección, la asesoría de convivencia y la colaboración de Fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado y Fiscalía de Menores.